Beethoven firmaba con las consonantes de su apellido. Lo que para muchos de sus coétanos no más que un símbolo de genialidad -y, también, de excentricidad- se convirtió, con el paso del tiempo, en uno de los signos más distintivos del Genio. Hoy, esas cinco letras nos sirven para definir, en parte, su carácter.

 

 

B. Nacido en Bonn

Beethoven nació en Bonn en 1770 -no sabemos la fecha exacta de su nacimiento, pero sí la de su bautizo en la antigua iglesia de San Remigio: el 17 de diciembre- y pasó los primeros 22 años de su vida en la ciudad. Hay un Tour Beethoven que, perfectamente señalizado, nos muestra 22 escenarios imprescindibles de la vida del músico. Once de ellos están en el centro de la ciudad y sus alrededores -desde su casa natal al cementerio en el que está enterrada su madre, la iglesia en que tocó el órgano en público por primera vez, o la sala de baile de La Redoute, donde, con solo 21 años, conoció a Joseph Haydn.

 

Estatua de Beethoven en la Münsterplatz de Bonn. Foto © Michael Sondermann

 

T. El talento musical más grande de su época

El padre de Beethoven inculcó en el joven, desde muy pequeño, la práctica del violín, el chelo y el piano. Con siete años hizo su primera salida a escena en un concierto, y con 12 publicó sus primeras composiciones. En 1787 comparte clases con Mozart en Viena y en 1794, ya establecido en la capital austriaca, se convirtió en el principal discípulo de Joseph Haydn. Cuando, con solo 27 años, comenzó a padecer su sordera incurable, ya era considerado uno de los compositores más destacados de Viena. compuso cerca de 700 obras, entre las que destacan sus nueve sinfonías o la ópera Fidelio.

 

Piano de la Casa de Beethoven en Bonn. Foto © Sonja Werner

 

 

H. El humanista

Beethoven fue un artista adelantado a su tiempo cuya obra expresaba su confianza en una relaciones amistosas, pacíficas y alegres entre los seres humanos. Su música está enraizada en la convicción de que todos estamos unidos por una misma sensibilidad moral que inspira la unión entre la Humanidad. Por eso, el aniversario de Beethoven tiene su punto álgido en la representación de la Novena Sinfonía, junto con el Himno a la Alegría de Schiller, en Bonn el próximo 17 de diciembre.

 

Jardín de la Casa de Beethoven en Bonn © Sonja Werner | Discover Beethoven | Tu Gran Viaje
Jardín de la Casa de Beethoven en Bonn. Foto © Sonja Werner

V. El visionario

“La cultura de las Artes y de las Ciencias ha sido siempre, y será, el más bello eslabón de unión entre los pueblos, aún los más distantes”, dijo un preclaro Beethoven. Creía y ejercía en la democratización de la cultura: por eso, su música era honesta, dramática y lírica, además de impredecible y adelantada a su tiempo. Perfeccionista, corregía incansablemente sus obras; y como revolucionario y visionario, las interpretaba en salas reales y palacios aristocráticos pero, por primera vez en la historia, en salas de conciertos, para que las clases populares pudieran disfrutarlas. Por ello, Beethoven es uno de los músicos más y populares de la Historia, e incluso sus manuscritos están declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

 

Manuscrito de Beethoven. Foto © Michael Sondermann

 

N. Amante de la Naturaleza

La huella de Beethoven está muy presente en Alemania. Bonn está en el Valle del Rin Medio, muy cerca de los montes Siebengebirge, a los que acudía con frecuencia. Con solo 8 años viajó a Colonia para un concierto. Coblenza, Limburg, Frankfurt del Meno, Würzburg, Nuremberg, Regensburg, Passau, Munich y Ausburgo vieron pasear por sus calles al joven Beethoven, que en el verano de 1791 se embarcó para recorrer el Rin, y en 1796 daría su mayor gira de conciertos hasta la fecha, que le llevaría a actuar en Dresde, Leipzig y Berlin, donde lo hizo ante el rey Federico Guillermo III.

 

Vista desde Drachenburg hasta el Rin y Renania. Foto © Getty Images

 

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