La Lisboa de Fernando Pessoa

Viajar a Lisboa siguiendo la herencia de Fernando Pessoa es hacer un viaje diferente y fascinante a una de las capitales europeas con más sabor viajero.

Viajar a Lisboa -esa ciudad que el premio Nobel de Literatura portugués José Saramago definió como “el lugar donde acaba el mar y la tierra comienza”– es descubrir una ciudad que saca a cualquiera de nosotros el escritor que llevamos dentro. El chirriar de las traviesas al paso del tranvía, las coladas multicolor tendidas al sol atlántico sobre fachadas de azulejos, un paisaje vital urbano donde caben el orgullo de las colonias perdidas y, en cualquier esquina, un edificio bellísimo y abandonado que recuerda el tiempo en que tampoco en Portugal se ponía jamás el sol, inspiran la vena creativa y literaria de cualquiera, cuanto más de los más grandes escritores que han caído enamorados de la ciudad.

 

 

Una Lisboa de, por supuesto, una historia azarosa, donde la gloria de ser capital imperial o ser escenario de catástrofes naturales de pesadilla son solo algunos de los yacimientos lisboetas de historias y conceptos de los que se sirven los literatos, tanto nacionales -como Pessoa, Saramago, Eça de Queiroz o Lobo Antunes entre lo más conocidos- como foráneos -caso de los cercanos españoles, de Cervantes a Muñoz Molina, pasando por Voltaire, Tabucchi, Greene o Bowles.

 

 

Un recorrido por la Lisboa de Fernando Pessoa 

De todos los escritores que se han incrustado en el ADN de Lisboa, uno destaca por encima de todos: Fernando Pessoa. Nadie como él -y sus heterónimos- se ha fundido con esta ciudad que es la dama de Portugal, abierta al mar y cuna de marinos, y alimentada de muchos lisboetas nacidos fuera de ella. En 2020,, su espíritu sigue presente, y mucho, en la ciudad, acariciando las mesas de los cafés que frecuentaba, los muros de las casas que habitó.

 

 

En la puerta de entrada a la Casa Fernando Pessoa (Rúa Coelho da Rocha, 16. Tel. +351 21 391 3270. Horarios: Abierta de lunes a sábado de 10ha 18h. Entradas: 3€), nos saluda, desde una vitrina, una carta astral tallada en piedra del gran escritor.

La casa fue concebida por el Ayuntamiento de Lisboa como un homenaje a Fernando Pessoa y su memoria, en la ciudad donde vivía y la zona en la que pasó los últimos quince años de su vida, Campo de Ourique. Auditorios, jardín, salas de exposiciones, obras de arte, una biblioteca dedicada exclusivamente a la poesía, además de parte de la herencia del poeta, son las armas con las que vela el recuerdo de genial poeta.

 

 

Entre los históricos soportales que rodean la Plaza del Comercio se esconde uno de los cafés con más personalidad de la ciudad, el Martinho da Arcada (Praça do Comércio, 3. Tel. +351 21 887 9259), abierto desde 1782 y donde también permanece el espíritu del autor. En sus paredes cuelgan fotos de Pessoa, para quien este café fue su segundo hogar.

En el Martinho da Arcada podremos además degustar los platos más tradicionales de la ciudad, como el arroz con pato a la portuguesa o los champiñones con nata. Este café era uno de los favoritos de Pessoa, y hoy es, además de café, sede de la Asociación Pessoana de Amigos del “Martinho de Arcada”.

 

 

Y no hay que dejar de cumplir con la tradición letra-herida por excelencia de todo viaje literario a Lisboa que se precie: hacerse un fotografía con la estatua en bronce de Pessoa que saluda a los viandantes y clientes de uno de los mejores cafés de la ciudad, el café A Brasileira (Rúa do Almeida Garret, 120).

 

 

Tal vez típico, pero resulta imposible resistirse a la tentación. Siguiendo con placeres letra-heridos, el de oler cómo la pulpa de los libros viejos se va deshaciendo con el paso del tiempo aguarda en la parte alta de la Rúa do Alecrim, donde hay varias librerías especializadas en libros de lance y grabados. Las más nombradas son Joao Trindade (Rúa do Alecrim, 32) y Campos Trindade (Rúa do Alecrim, 44). La obra del poeta Joâo de Deus no es tan conocida como la de Pessoa, pero no por ello deja de ser la de uno de los mejores y más sensibles literatos portugueses. Para que no se pierda su recuerdo y satisfacer a sus lectores, está el Museu Joâo de Deus (Avenida Álvares Cabral, 69. Tel. +351 21 386 2211), en el barrio de San José.