Un auténtico gran viaje a la prehistoria como nunca lo habías imaginado. Esa es la propuesta que te espera en el Centro Internacional del Arte Parietal de Lascaux, en el corazón de la Dordoña francesa.
Puro chauvinismo: solemos pensar que las de Altamira son las pinturas prehistóricas más importantes del mundo pero, no muy lejos de allí, a unos 640 kilómetros, hay otras que le hacen mucha, mucha sombra. Se trata de las que se encuentran en la cueva de Lascaux, en las cercanías de la bucólica población dordoñesa del mismo nombre, y que fueron halladas por accidente por cuatro adolescentes en 1940 -y lo de accidente no es gratuito: jugando por el monte que rodea el pueblo, los chavales se cayeron en un hueco en el suelo y… el resto es historia.
El Centro Internacional del Arte Parietal (Lascaux IV)
Sobre la importancia del descubrimiento, la UNESCO manifestó que “fue de una gran importancia para la historia del arte prehistórico. Las escenas de caza muestran alrededor de cien figuras de animales, muy destacables por su grado de detalle, sus ricos colores y la calidad de cómo plasman la vida real”.
La cueva de Lacaux fue pintada por los Magdalenienses alrededor de la primera mitad del siglo XV a.C., y para la UNESCO “no hay otro yacimiento prehistórico en el mundo que iguale a este en cantidad, calidad y variedad de los hallazgos”. Durante 23 años, la cueva estuvo abierta al público pero el trasiego de visitantes -una media de 1.500 diarios- y, sobre todo, el gas carbónico que emitimos al respirar comenzaron a degradar las pinturas, por lo que la cueva se clausuró y, como sucede en Altamira, se crearon réplicas fidedignas de las obras de arte.
Hoy, en el imponente Centro Internacional del Arte Parietal -un moderno edificio integrado en el entorno como por arte de magia, y que fue inaugurado en diciembre de 2016-, gracias a la exquisitez de los detalles y a su discurso narrativo, es posible vivir un auténtico viaje sensorial a la prehistoria gracias al uso de herramientas audiovisuales y tecnología virtual, que puede tener el broche perfecto en la histórica Périgueux, la capital de la provincia, convertida cada sábado en un auténtico paraíso para gourmets con la celebración de sus mercados de productores locales.
TU GRAN VIAJE A FRANCIA
