La Ruta Romántica del Meno a los Alpes. Los sabores de la Ruta Romántica


Imagen de cabecera: © Romantische Straße Touristik-Arbeitsgemeinschaft GbR

De restaurantes tradicionales en los que el tiempo parece haberse detenido a bares que no desentonarían en cualquier gran capital mundial, pasando por mercados tradicionales y bodegas donde se elaboran excelentes vinos con las técnicas más contemporáneas: la Ruta Romántica combina los placeres de la mesa de tal modo que todos quienes se sientan a ella lo hacen con una sonrisa y la seguridad de que la experiencia gastro será excelente.

 

 

Los 460 kilómetros que separan Wurzbugo de Füssen cruzan las regiones de Franconia, Baden-Wurtemberg, Suabia y la Alta Baviera. Cuatro maneras diferentes de entender la gastronomía pero con muchos elementos en común, entre ellos el empleo de productos locales y de temporada, que brillan en la mesa gracias a técnicas tradicionales de siglos de antigüedad a las que los años, además de darles la patina de legitimidad, han afinado y mejorado.

 

 

La Ruta Romántica, a bocados

Restaurantes tradicionales del más típico estilo alemán, animados biergarten que se llenan de amigos y cerveza en cuanto asoma el buen tiempo, festivales culinarios y mercados de productores en cada rincón… la Ruta Romántica es también conocida, desde el punto de vista gastronómico, como “la Ruta del Disfrute de Alemania”. Con mayor o menor intensidad, los ritmos de la agricultura marcan desde hace siglos el transcurrir de la vida cotidiana de muchas de las localidades de la Ruta Romántica.

 

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O, si la población es grande, al menos se hacen sentir con fuerza: en Lauda-Königshofen, la ciudad del vino del valle del Tauber, la vendimia es la época más importante del año y, en grandes ciudades como Wurzburgo o Augsburgo, son los productores locales quienes, en cuanto sus tierras comienzan a dar frutos, traen el campo a la ciudad en forma de exquisitos productos cultivados con mimo (tal y como se hace, además, desde hace siglos).

El pan de los hoteles Kempinski

Un lugar excelente para comenzar a paladear esta Ruta de Disfrute de la Ruta Romántica es la plaza del mercado de Wertheim. Las tibias mañanas de primavera son ideales para curiosear entre las exquisiteces de los puestos -verduras, hortalizas, algunos panes, recios embutidos de nombres imposibles y pinta deliciosa-, y tomar un ligero tentepié en la legendaria panadería Frischmuth, la tienda gourmet más antigua de Europa, donde su actual propietario y maestro obrador, Gerd Frischmuth, representa la 13ª generación el dirigir un negocio que lleva sus obras de arte -panes y repostería que no parecen de este mundo- a los hoteles de la cadena Kempinski.

 

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Contundente gastronomía tradicional

La frescura del producto local que se sirve en cualquier establecimiento de la Ruta Romántica está garantizada, lo mismo que su intenso sabor. Los modos de preparar lo que ofrece la despensa natural de la Ruta Romántica se pierden en el tiempo, y conservan toda su validez, rotundidad y exquisito sabor. Mandan las carnes: salchichas, en una infinidad de variedades y entre las que no falta la popular bratwurst, ya sea frita o hervida en un caldo de vinagre llamado blauer zipfel.

 

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El schäufele, el plato más típico de Franconia, es otra exquisitez contundente, ideal para reponer fuerzas tras un día de visita por la Ruta Romántica. Es un trozo de paletilla de cerdo, con tocino y corteza, que se asa durante varias horas hasta que la carne alcanza el punto de prácticamente derretirse en el paladar. Se acompaña de una salsa de carne y una croqueta de patata; en cualquier heckenwirtschaft -las tabernas típicas estacionales donde solo se sirve comida casera y vino de la región- lo bordan. Otro gran plato tradicional bávaro es el kalbshaxe, la pierna de ternera, acompañadas siempre de semmelknödel, grandes bolas de pan.

 

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Las cartas de los restaurantes guardan otros tesoros gastronómicos tradicionales. En la región vinícola de la Ruta Romántica, además de la pasta rellenada de carne picada o de legumbres (Maultauschen), la pasta especial (Spätzle) y el pastel de cebolla (Zwiebelkuchen), la harina de escanda (Grünkern) completa la cocina local. Ninguna comida tradicional está completa sin un gran plato de obatzda, un queso fresco picante con pimentón, semillas de comino y cebollas frescas. Quesos, tan famosos como los Bergkäse, y las carpas, elaboradas de diferentes maneras, marcan el libro gastronómico de la Ruta Romántica.

 

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Lauda-Königshofen, la ciudad del vino del valle del Tauber

Las zonas vinícolas de la Ruta Romántica se extienden desde Wurzburgo, en el Meno, hasta Wertheim y, desde allí, a lo largo del río Tauber hasta Rothenburg. El río Tauber atraviesa sinuoso por colinas cubiertas de viñedos, pueblos de cuento de hadas y alguna que otra fortaleza, haciendo bueno el adagio del intelectual Wilhelm Heinrich Riehl, que describió al valle del Tauber como “un paseo por el valle del Tauber es un paseo por la historia de Alemania”. Y de todas estas zonas vitivinícolas de la Ruta Romántica, la más importante es, sin duda, la municipalidad de Lauda-Königshofen.

 

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«Lauda-Königshofen es mi hogar, mi hogar romántico. El panorama es muy romántico y la gente, encantadora”, nos dice Alexandra Hagel, experta en el mundo del vino, mientras catamos algunos de los excelentes vinos que da su pueblo, considerado una de las grandes regiones vitivinícolas de Alemania y compuesto de doce distritos. “En Alemania, Lauda-Königshofen es sinónimo de vinos, es por lo que es conocida en todo el país”, afirma mientras nos guía por los viñedos que, cultivados en terrazas sobre suaves colinas, caen sobre el pueblo -y sobre los otros once distritos que lo forman-, enmarcando una preciosa tarde primaveral cuya luz arranca los colores de las incipientes cepas.

 

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Lauda-Königshofen es una encantadora ciudad situada en la región vinícola de Franconia, ya en la linde con el estado de Baviera. Napoleón anduvo por estas tierras y ya glosó la calidad de sus vinos; y es que, con una rica historia vitivinícola que se remonta a siglos atrás -las primeras cepas se plantaron en el siglo X-, la región, que cuenta con un clima continental, con inviernos fríos y veranos cálidos, lo que brinda las condiciones ideales para el cultivo de las uvas, produce algunos de los mejores vinos de Alemania. 

 

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Algunos de ellos protagonizan la cata de vinos locales que Alexandra Hagel nos detalla en el restaurante del Rebgut Hotel, uno de los 3 wine-hotels de los alrededores. En Lauda-Königshofen, las variedades de uva más comunes son la Silvaner, Müller-Thurgau y la variedad de uva tinta llamada Spätburgunder (Pinot Noir), cultivadas con cuidado y vendimiadas a mano para preservar la calidad y la autenticidad de los vinos.

 

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“Los vinos de Lauda-Königshofen se caracterizan por su elegancia y su equilibrio”, apunta Hagel, que trabajó cerca de 25 años en una de las bodegas más importantes de la región. Los vinos blancos, elaborados principalmente con la variedad de uva Silvaner, son reconocidos por su frescura, aromas frutales y una acidez equilibrada. Son vinos versátiles que van desde secos y ligeros hasta más complejos y de cuerpo completo. Por otro lado, los vinos tintos, especialmente los elaborados con la variedad Spätburgunder, son apreciados por su estructura, taninos suaves y sabores a frutas maduras. Estos vinos tintos suelen ser elegantes y refinados, con una expresión única de su terruño.

 

"Amo viajar, la cocina y las culturas diferentes":
Entrevista con Simon Kistenfeger

 

© Tu Gran Viaje

Simon Kistenfeger es el hiperactivo, autodidacta y trotamundos propietario de Mucho Amor, un excelente bar oculto como una joya en el corazón del centro medieval de Rothenburg,

¿Qué te inspiró a abrir tu propio negocio, Mucho Amor?

Siempre quise ser mi propio jefe. Tras trabajar en algunos de los mejores bares del mundo, tuve la suerte de aprender mucho sobre la coctelería: cómo balancear un cóctel, cómo usar los ingredientes adecuadamente (la fermentación, la infusión, la redestilación, etc). Si no llevas tu propio negocio, siempre estarás limitado por algo; y dirigiendo nuestros propios bares, podemos controlar todos y cada uno de los procesos, que comienzan creando la iluminación perfecta para terminar ofreciendo copas deliciosas.

¿Cómo definirías Mucho Amor? Es un gran bar y también un punto de encuentro.

Somos un equipo procedente de diferentes países y extracciones sociales por lo que, definitivamente, somos un punto de encuentro de diferentes culturas… Queremos mostrar al mundo que, no importa qué diferente pueda parecer de primeras, todos somos iguales. Cada miembro del equipo aporta su propia y diferente personalidad y eso contribuye a crear lo que llamamos el Mucho Amor Lifestyle.

¿Qué diferencia a Mucho Amor de otros establecimientos?

Solemos traer a algunos de los mejores bartenders del mundo para realizar sesiones. En esos eventos, pueden mostrar sus habilidades a los clientes locales, y ayuda mucho mi red de contactos. Tener a los mejores camareros del mundo en una ciudad pequeña como Rothenburg ayuda a los habitantes a darse cuenta de que existe una cultura de la bebida de calidad. También, el centrarnos en ingredientes locales y de temporada y convertirlos en tragos deliciosos.

Además de eso, creo que podemos enorgullecernos de hacer un montón de colaboraciones con otros establecimientos. Más y más dueños de locales de la región se están subiendo a nuestro carro, y eso es maravilloso. Además, el hecho de que intentemos hacer en casa tantos ingredientes como sea posible muestra que con un poco de esfuerzo extra es posible sobresalir.

Y para ti, ¿cómo es Rothenburg? Para un experto local como tú, ¿qué crees que no deberíamos perdernos, más allá de lo habitual?

Rothenburg es mucho más que una ciudad medieval. La naturaleza que nos rodea es magnífica. Llegar a ella te lleva menos de 5 minutos y encontrarás un lugar tranquilo donde parece que el mundo se detiene. Esta energía especial me hace sentir muy agradecido por vivir aquí.

Y siempre llamo a Rothenburg “la ciudad más pequeña del mundo”, ya que a diario podemos conocer a mucha gente de diferentes países. También, tenemos muchas pequeñas tiendas de artesanía donde puedes comprar productos hechos a mano. Y no hay que dejar de visitar la maravillosa cervecería al aire libre Unter den Linden, sobre todo en un día soleado: te ayudará a recargar las pilas.

Para terminar, ¿cuál es el cóctel favorito de un maestro como tú?

Mi bebida favorita es una Tommys Margarita. Súper simple, solo tiene tres ingredientes: tequila, miel líquida (1 parte de jarabe de ágave y 1 parte de agua), y zumo de limón. Entre nuestros clientes, La bebida más popular es el Bavarian Sour, una bebida perfecta para sumergirse en las tradiciones de nuestra región y hecha con ingredientes regionales. Tiene williamsbirne (una pera alemana Eau-de-Vie), un licor de ciruela amarilla casero y un jarabe de cerveza cítrica casera. Se sirve en vaso de cerveza y tiene una agradable espuma de aguafaba, hecha con agua de garbanzos. 

Los mercados tradicionales de la Ruta Romántica

A lo largo de la Ruta Romántica de Alemania salen a nuestro paso encantadores mercados tradicionales de alimentos que ofrecen una experiencia culinaria auténtica y la oportunidad de probar productos locales y especialidades regionales, además de reflejar la rica tradición culinaria de la región. 

Celebrados desde tiempos inmemoriales, estos mercados son lugares ideales para sumergirse en la cultura local, interactuar con los agricultores y artesanos, y disfrutar de los sabores auténticos de Alemania. Cada una de las 29 localidades cuentan con los suyos, todos destacables; y entre ellos, cuatro muy especiales.

El famoso mercado Semanal de Wurzburgo (Würzburger Wochenmarkt), en la plaza de la catedral. Este mercado es conocido por su amplia selección de productos frescos, incluyendo frutas, verduras, carnes, pescados, quesos y panes horneados a mano. También se pueden encontrar delicias locales como el vino de Franconia y las salchichas de Wurzburgo

En Rothenburg, enmarcado por las encantadoras casas de entramado de madera de la Marktplatz, se celebra un colorido mercado en el que no falta una gran variedad de alimentos tradicionales, como embutidos, panes horneados, pasteles y dulces caseros, además de productos locales como la miel, los licores y los vinos regionales y especialmente su dulce tradicional, las Scheneeballen (bolas de Navidad), un pastel frito de masa quebrada y azúcar espolvoreada. ¡Delicioso!

 

© Romantische Straße Touristik-Arbeitsgemeinschaft GbR

 

En Dinkelsbühl, uno de los mercados más destacados es el Mercado Semanal (Wochenmarkt), que se lleva a cabo en la plaza del mercado. Este mercado ofrece una gran variedad de productos frescos, desde frutas y verduras hasta carnes, pescados y productos lácteos. Los visitantes también pueden encontrar productos locales como miel, mermeladas y hierbas aromáticas.

Y en Augsburgo, el mercado más conocido es el Mercado de Agricultores (Bauernmarkt), que se celebra todos los miércoles y sábados en la plaza Königsplatz. Aquí, los agricultores y productores locales ofrecen una amplia gama de productos frescos, como frutas, verduras, quesos, huevos, miel y embutidos. También hay puestos que venden especialidades regionales como los conocidos “Lebkuchen” (pan de jengibre) de Augsburgo.

 

 

RUTA ROMÁNTICA: GUÍA PRÁCTICA

 

Un hotel:

REBgut – Die Weinherberge. Rebgutstr. 80, 97922 Lauda-Königshofen. A los pies de una colina con viñedos, el Rebgut es un wine-hotel contemporáneo y de aires minimalistas de lo más recomendable. En su elegante restaurante de alta cocina contemporánea, tanto visitantes como huéspedes y comensales pueden realizar excelentes catas guiadas de vinos de la región e internacionales. Además, se pueden visitar sus viñedos.
Más info: www.rebgut.de/de 

Restaurantes:

Bürgerspital-Weinstuben. 
Theaterstr. 19, Wurzburgo. Uno de los restaurantes tradicionales más populares de la región. La familia Wiesenegg lo opera desde 1863 y en esta ubicación coexisten dos establecimientos, uno más contemporáneo y el otro, tradicional, que mantiene la carta y decoración de antaño. En su carta de vinos, muchas referencias elaboradas en sus propios viñedos.
Más info: https://www.buergerspital-weinstuben.de/weinstuben/

Alter Keller. Alter Keller, 8, Rothenburg. Restaurante tradicional bávaro en el corazón del centro histórico de Rothenburg. Carta contundente, amplias raciones y cerveza de la casa: inmejorable para saborear a tope la gastronomía más típica.
Más info: https://www.rothenburg-restaurant.de/

Para llenar la maleta de delicatessen

Paradeiser.
 Kapellengasse 15, Wertheim. Productos tradicionales de la region: embutidos, carnes, conservas, repostería, vinos y cervezas, platos preparados…

Para reponer fuerzas

Café Käferlein
. Marktplatz 3, Harburg. Tartas exquisitas realizadas por la dueña del establecimiento, que lleva más de seis décadas al frente del negocio.

Una cerveza fría (o varias)

Riegele WirtsHaus. Frölichstraße 26, Augsburgo. Perteneciente a la cervecera Riegele Brauerei – BrauWelt y regentado por la misma familia desde hace 28 generaciones, Con más de 400 plazas, es uno de los biergarten más grandes de la ciudad imperial. En el restaurante, gastronomía tradicional bávara y toda la cerveza que se pueda imaginar. Siempre, muy animado. Más info: 
https://www.riegele.de/en

La primera copa (de muchas)

MUCHO AMOR. Kapellenpl. 5, Rothenburg. Una parada imprescindible en Rothenburg es el fantástico bar MUCHO AMOR. Su propietario Simon Kistenfeger, con su carta de cócteles de autor -y “mucho amor”-, ha convertido a su coctelería en un must de la ciudad, un punto de encuentro para locales y un oasis -entre tanta cerveza y schäufele- para los numerosos viajeros que viajan a Rothenburg.
Más info: Instagram 

 

 


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