El volcán Poás, el único cafetal de Starbucks en el mundo, circuitos de aventura, la escena cultural de San José, una colección de estupendos hoteles de Marriot Bonvoy… Bienvenidos al Valle Central de Costa Rica.
Todos lo sabemos: viajar a Costa Rica es hacerlo al país con más biodiversidad del mundo. Pero sus incontables maravillas de la Naturaleza -el volcán Arenal o los parques nacionales de Tortuguero y Manuel Antonio, sus playas, los bosques húmedos o las miles de especies endémicas que llenan el país- tal vez ensombrezcan un poco a otras áreas del país que merecen también toda la atención y que tienen, también numerosos atractivos, otros tesoros, ocultos aunque estén a plena vista.
Es el caso del Valle Central, el corazón económico del Costa Rica, donde se encuentra su capital, San José, y que, en muchas ocasiones, queda relegado a puerta de entrada y salida al país, cuando hay mucho que ver y que hacer: visitar San José, con sus mercados de artesanías y locales de ocio, conocer maravillas naturales como el volcán Poás o haciendas cafeteras como la Finca Alsacia, la única propiedad cafetera de Starbucks en el mundo, o sentir la adrenalina en parques de aventura como La Hacienda La Chimba… Lo ideal es dedicar al Valle Central unos días de nuestro viaje a Costa Rica y explorar la zona; para ello, lo mejor es tener como base cualquiera de los excelentes hoteles que el grupo Marriot Bonvoy posee en San José.
El volcán Poás
A solo 45 kilómetros de San José está uno de los tesoros de la naturaleza de Costa Rica, el volcán Poás, que da nombre al parque nacional que lo engloba y que es el más visitado del país. El volcán Poás es una auténtica maravilla geológica, todo un monumento natural de Costa Rica: su cráter principal (tiene tres), con 300 metros de profundidad y un diámetro de aproximadamente 1,32 kilómetros, es el cráter tipo géiser más grande del mundo y uno de los cráteres más grandes del mundo.
La visita al volcán Poás es de fácil acceso. Apenas diez minutos a pie -accesible también para grandes viajeros en sillas de rueda- separan el centro de visitantes, con aparcamiento, del mirador sobre el volcán; sus fumarolas nos reciben al llegar al mirador. A más de 2.700 metros de altitud, el tiempo es muy cambiante, y más en Costa Rica. Si la visita es durante la estación húmeda, los aguaceros virulentos y el sol más radiante alternan en cuestión de minutos, así que, a veces, es cuestión de suerte poder contemplar el cráter principal del volcán sin que la niebla espesa tape la visión.
Por eso, lo más recomendable es visitar el volcán Poás a primera hora de la mañana, cuando es más probable el cielo despejado. Otro sendero, de unos 800 metros, asciende entre robles y musgos gigantescos hasta la laguna Botos, otra postal increíble que nos regala este Valle Central de Costa Rica.
Hacienda Alsacia, la única finca cafetera de Starbucks
A pies del volcán Poás está otro de los lugares imprescindibles que visitar en el Valle Central de Costa Rica: la Hacienda Alsacia, la única finca cafetera de Starbucks en el mundo. La hacienda ocupa 240 hectáreas y en ella se cultivan numerosas y excelentes variedades de café arábica de un modo sostenible, bajo el desarrollo continuo de nuevas técnicas.
Los trabajos e investigaciones que se desarrollan en la Finca Alsacia sirven para que la multinacional cafetera estadounidense comparta su expertise con sus proveedores y el resto de la industria. La visita guiada, el Tour del Café, muy amena, termina en su cafetería, que domina una impresionante vista de la cafetera y del Valle Central.
Adrenalina a tope en Hacienda La Chimba
La siguiente parada de esta ruta por el Valle Central de Costa Rica nos lleva a La Hacienda La Chimba, un parque de aventuras y naturaleza que se extiende por 74 hectáreas de las laderas de los montes de Río Oro de Santa Ana. Dominando el Valle Central y San José a la vista, es perfecto para entender por qué el turismo activo en Costa Rica es, casi, una religión.
Su Canopy Tour cuenta con ocho tramos de canopy (tirolina), cuatro senderos y dos puentes colgantes, y el tramo más largo se extiende por 330 metros sobre una altura de 18 metros; el de Cuerdas Altas es un circuito de once puentes, columpios y mallas de cuerda que requiere cierta habilidad. Para viajeros más relajados, las visitas guiadas por la hacienda muestran una capilla, las antiguas viviendas tradicionales donde se hospedaban los trabajadores durante la recolección del café y una mano gigante, la Mano del Mantra, que, suspendida sobre el valle -a poca altura- es un lugar muy instagrameable.
El San José de los artesanos
No hagas caso a quien te diga que en San José, la capital de Costa Rica, no hay nada (o hay poco) que hacer: eso nunca es verdad. Cierto es que no tiene la monumentalidad colonial de otras ciudades americanas, o una actividad febril: San José es, sí, relajada y sosegada, pero merece toda la atención, y claro que se puede disfrutar de ella. Para empezar, visitando el Teatro Nacional, una joya arquitectónica del siglo XIX, el gran icono de la ciudad, o paseando entre los puestos del Mercado Central, con todo el rotundo color y sabor que se espera de un mercado popular centroamericano.
Pero hay también un San José rumbero, contemporáneo, que sorprende. Las calles del barrio de Los Yoses son un muestrario de estupenda arquitectura residencial mid-century: cotizadas residencias de volúmenes geométricos habitadas por profesionales y creadores como Ximena Esquivel, una de las más prestigiosas diseñadoras de joyas de Centroamérica, que tiene en una preciosa vivienda su taller, en el que diseña y fabrica sus joyas en plata y piedras semipreciosas y donde también hace showrooms.
Sus trabajos, así como los de decenas de creadores de todo tipo, pueden contemplarse y adquirirse en la Antigua Aduana (Calle 23, Barrio Escalante), en uno de los edificios más históricos de San José, reconvertido en el epicentro cultural de la ciudad donde se programan numerosas exposiciones, mercados, lecturas públicas…
Planes en el Costa Rica Marriott Hacienda Belén
Una manera perfecta de llenar de planes una jornada en el Valle Central de Costa Rica es hacerlo en el espectacular Costa Rica Marriott Hacienda Belén. El Costa Rica Marriott Hacienda Belén es un espectacular complejo 5* ubicado en una finca de más de 20 hectáreas en las inmediaciones de San José, a tan solo 5 minutos del aeropuerto. Es conocido popularmente como “la embajada” por su imponente arquitectura, inspirada en las antiguas haciendas cafeteras, y por su nómina de prestigiosos huéspedes.
Allí, sus estupendas instalaciones son accesibles por los visitantes. Entre ellas destaca su Kuö Spa, uno de los mejores de todo Centroamérica. Cuenta con11 salas de tratamiento, incluidas las suites para parejas con jacuzzi exterior con vista a la plantación de café, y desarrolla el concepto de relajación en torno a los cuatro elementos de la naturaleza -el agua, la tierra, el sol y la luna- y ofrece tratamientos inspirados en técnicas ancestrales de la cultura cabecar, local de San José.
Algunos de ellos son 100% holísticos, como los de soundhealing que dirige la terapeuta Ingrid Garro; otros tratamientos tienen como protagonistas cenizas volcánicas y el café cultivado en la plantación del hotel, exquisito, que puede adquirirse y degustarse en catas organizadas en la Casa del Café, uno de los restaurantes del complejo. Aquí, los excelentes cafés Orgánikos se sirven- chorrean– al modo tradicional con el chorreador, en este caso fabricado artesanalmente por Plinc: la mejor demostración de por qué el café de Costa Rica está considerado como uno de los mejores del mundo.
La noche de San José
Y aunque el ritmo vital de San José comience y termine con el sol, claro que hay buenos lugares para cenar y tomar una copa y disfrutar de la noche. El AC Lounge del AC Hotel San José Escazú -un 4* contemporáneo en el exclusivo barrio de Escazú, el más moderno y exclusivo de San José- es un roof bar con música en directo, ambiente cosmopolita y vistas panorámicas sobre Escazú.
Y, para vistas, las de uno de los restaurantes de San José más conocidos, el Mirador Tiquicia, ubicado a 1.400 metros de altitud en una ladera de los Cerros de Escazú, y donde, además de ofrecer buena gastronomía tradicional tica (casado, enyucados, gallos…) regala las mejores vistas sobre San José.
GUÍA PRÁCTICA DEL VALLE CENTRAL DE COSTA RICA
Para dormir:
Marriot Bonvoy cuenta con cuatro alojamientos en la zona y que, orientados a diferentes tipos de viajeros, se distinguen, además de por su altísima propuesta de valor, por su compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente.
Además del excelente Costa Rica Marriott Hacienda Belén, Marriot cuenta con tres establecimientos en Escazú, la zona más exclusiva de la ciudad, todos ellos muy recomendables, con excelente relación calidad/precio. Son el AC by Marriot Hotel San José Escazú, un cosmopolita y sofisticado hotel urbano con la más pura esencia AC; el Residence Inn San José Escazú, concebido para estancias largas, y el Courtyard San José Escazú, idóneo para viajeros de negocios.
Para comer:
Hacienda Kitchen (Costa Rica Marriott Hacienda Belén), cocina tradicional tica con enfoques contemporáneos.
La Isabela Stakehouse (Costa Rica Marriott Hacienda Belén), excelentes carnes a la brasa.
AC Kitchen (AC Hotel San José Escazu), gastronomía europea con especialidades ticas y españolas.
Freddo Fresas (carretera principal al volcán Poás, Poasito), uno de los mejores restaurantes de cocina tradicional de Costa Rica: su casado (muy similar a nuestro cocido, con arroz, frijoles y plátano maduro, picadillo, carne de vacuno, cerdo, pescado o pollo), espectacular.
Visitas guiadas:
Swiss Travel Costa Rica (https://www.swisstravelcr.com/crm/) ofrece todo tipo de servicios para viajeros y grupos.