Aventúrate en Costa Rica, el gran paraíso ecológico de Centroamérica, y descubre un lugar donde cada rincón te invita a conectar con la naturaleza y a celebrar la vida en su estado más puro y auténtico.

El adagio que nos dice que “la esencia se disfruta en frasco pequeño” parece estar hecho a la medida de Costa Rica, el país de la Pura Vida, destino líder en el mundo en ecoturismo. En poco más de 51.500 kilómetros cuadrados (una extensión similar a la de Aragón), el país centroamericano concentra una ingente riqueza de atractivos turísticos con su exuberante naturaleza como protagonista, que abarcan desde su increíble colección de playas, bosques, montañas, volcanes y parques nacionales, a propuestas de lujo sostenible, aventura o bienestar.

 

 

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San José, la puerta de entrada

En el corazón del Valle Central, San José, la enérgica capital de Costa Rica, se presenta como un mosaico vibrante de cultura, historia y naturaleza y, sobre todo, como la puerta de entrada perfecta para comenzar a viajar por Costa Rica. Herencia precolombina, encanto colonial y todas las comodidades de una urbe moderna hacen que San José merezca toda la atención de los viajeros, que en sus calles bulliciosas encontrarán una mezcla ecléctica de arquitectura, desde edificios históricos de herencia colonial hasta construcciones contemporáneas de diversos estilos.

 

 

El Teatro Nacional, una joya arquitectónica del siglo XIX, es el gran icono de la ciudad, que muestra todo el colorido de su vida cotidiana en el imprescindible Mercado Central. Visitarlo es todo un festival para los sentidos, además del mejor modo de conocer de primera mano cómo es la vida cotidiana de la capital tica y asombrarse ante la cantidad de mercancías y puestos.

 

 

 

Además, el Mercado Central es el escenario perfecto para degustar la gastronomía tradicional costarricense en sus pequeños restaurantes tradicionales, los populares sodas: la experiencia de compartir con los locales un sabroso gallo pinto o un tamal es algo inolvidable.

 

 

El país con más biodiversidad del mundo

Playas de arena negra, imponentes volcanes de perfiles afilados, densos bosques y frondosas montañas repletas de especies endémicas de flora y fauna: la riqueza natural de Costa Rica es asombrosa. Bañada por el mar Caribe y por el océano Pacífico, Costa Rica, que tiene el 25% de su territorio protegido, alberga en su territorio a casi un millón de especies animales, representando más del 6’5 % de la biodiversidad global.

 

Tu Gran Viaja a Costa Rica, la joya natural de Costa Rica | Tu Gran Viaje Planeta Logitravel
Zdenek Machacek / Unsplash

 

Por ello, Costa Rica es uno de los mejores destinos del mundo para los amantes de la naturaleza y los apasionados del turismo activo, una de las tendencias de viaje más demandadas por los viajeros tras la pandemia, y una forma de viajar en la que Costa Rica es una referencia mundial gracias al desarrollo sostenible de su infraestructura turística, implementado desde hace décadas.

 

 

Así, Costa Rica ofrece innumerables actividades y opciones de turismo activo, desde recorridos por los puentes colgantes de Monteverde, hogar del quetzal, hasta relajantes estancias en resorts sostenibles en las espectaculares playas del bosque del Parque Nacional Manuel Antonio, sin olvidar icónicas experiencias del turismo sostenible, como descubrir el volcán Arenal o contemplar el desove de las tortugas marinas en las playas del Parque Nacional Tortuguero.

 

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El Parque Nacional Manuel Antonio y el Bosque Nuboso Monteverde son ejemplos de desarrollo sostenible en Costa Rica. Largas caminatas, rafting, kayak, cabalgatas, camping o ciclismo de montaña son algunas de las experiencias espectaculares que ofrecen a los viajeros para explorar la jungla y conocer de primera mano la explosión de naturaleza que hace de Costa Rica el país de la “Pura Vida”.

 

 

 

El famoso lema se hace también presente al contemplar la poderosa estampa de los numerosos volcanes que rasgan el cielo, infinitamente azul, de Costa Rica. Entre ellos, destacan el volcán Irazú, famoso por su impresionante lago turquesa en uno de sus cráteres, y el volcán Poás, de fácil acceso, se convierte en un lugar de visita obligada por la espectacularidad de su cráter activo, con un lago de agua en ebullición, y dos cráteres inactivos, uno de los cuales tiene un lago de agua helada que fluye para convertirse en el río Sarapiquí: un espectáculo impresionante.

 

 

La época del año más recomendada para disfrutar de ellos transcurre entre mayo y noviembre. Pero, de todos los volcanes de Costa Rica, hay uno que reclama, con justicia, el trono: es el volcán Arenal.

 

 

El Volcán Arenal, el icono de Costa Rica

Poderoso y bello como lo es el país de que es su estampa más reconocida internacionalmente, el imponente Volcán Arenal es el corazón del parque nacional al que da nombre, y que se extiende por más de 120 kilómetros cuadrados, albergando dieciséis reservas naturales, situadas entre las cordilleras de Tilarán y Guanacaste. Es un verdadero laboratorio viviente, tanto por su riqueza geológica y geomorfológica como por su exuberante vegetación, que incluye bosques primarios y secundarios con ceibas, guayabos del monte, diversas especies de palmas, millones de heliconias y orquídeas, helechos y especies endémicas.

 

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Además, este impresionante Parque Nacional Volcán Arenal alberga una rica fauna que incluye especies como el tepezcuinte, la danta, monos, coatíes, perezosos y jaguares, así como aves como colibrís, quetzales legendarios, loros y urracas pardas. En el parque y sus alrededores se pueden realizar numerosas actividades de turismo activo, como diversas rutas de senderismo, como las de Heliconias, Coladas, Tucanes y los Miradores -que ofrecen la oportunidad de admirar una amplia gama de la flora y fauna del parque, además de los vestigios de las coladas de lava.

 

 

También pueden realizarse tours de pesca, senderos elevados -de hasta 62 metros de altura-, rafting en los ríos cercanos (el Toro, el Balsa y el Piedras Blancas), explorar cañones o hacer rappel en el bosque que rodea el pueblo de La Fortuna, la puerta de entrada al parque, y donde destaca la Catarata La Fortuna, que cae desde un acantilado de setenta metros de altura.

 

 

Entre las aguas del Caribe y el Pacífico

La biodiversidad de Costa Rica está también patente, desde luego, en sus litorales del Caribe y el Pacífico. La costa del Pacífico de Costa Rica está repleta de una rica diversidad biomarina, lo que permite observar tortugas marinas y una gran variedad de tiburones, delfines y ballenas jorobadas durante las inmersiones entre marzo y noviembre. Aquí se concentran los principales complejos turísticos, y sus playas son las favoritas para los entusiastas del surf. Samara, Tamarindo, Blanca, Zancudo, Punta Leona y Uvita son algunas de las más recomendables.

 

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Y a lo largo de toda la costa del Pacífico, los amantes del surf van a poder comprobar en primera persona porqué Costa Rica es uno de los mejores destinos de surf del mundo. En la zona norte, lugares como Potrero Grande, Playa Negra y la zona del Parque Nacional de Santa Rosa son ideales. En el Pacífico Central, Playa Escondida y Boca Barranca son excelentes opciones. Asimismo, en el Pacífico Sur, lugares como Cano Matapalo, Golfito, playa Santa Teresa y la playa de Pavones, conocida por su famosa ‘ola larga izquierda’, ofrecen experiencias inolvidables para los practicantes del surf.

 

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Otro punto de obligada visita en el Pacífico costarricense es la península de Osa, un lugar mágico donde el bosque tropical se encuentra con el Pacífico, están catalogadas centenares de especies de aves, mamíferos, e insectos, y nada menos 300 tipos de árboles, siendo una verdadera joya de la naturaleza. También es rica por las comunidades que han preservado sus estilos de vida tradicionales: una riqueza natural y atropológica que articulan tres senderos que atraviesan la Reserva Forestal Golfo Dulce.

 

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En la costa del Caribe, destacan la diversidad de ecosistemas acuáticos y las playas de arenas negras y blancas, con temperaturas del agua que oscilan entre 28 y 29 grados, ideales para actividades centradas en la naturaleza y el mar, como el surf o el buceo, así como para disfrutar del sol y paseos al atardecer por la orilla. En esta zona del país, no hay que perderse las playas de Gandoca, Cocles, Manzanillo, Puerto Viejo, Cahuita y Bonita.

 

 

La herencia precolombina de Costa Rica

La herencia precolombina se manifiesta por todo el territorio de Costa Rica. El país alberga importantes sitios arqueológicos, siendo el más sobresaliente el Monumento Nacional Guayabo, situado en las laderas del volcán Turrialba. Este sitio estuvo habitado desde el siglo IV a. C. hasta la llegada de los españoles, destacando por su sistema de acueductos que fue construido hace setecientos años y que aún sigue en funcionamiento.

 

 

Además, a lo largo del país, se hallan dispersas perfectas esferas prehispánicas de piedra de diversos tamaños, cuyo significado simbólico es desconocido, pero que se cree representan las antiguas sociedades que poblaron esta región y son testimonio de las complejas estructuras políticas y sociales de las civilizaciones precolombinas. Este rico legado cultural incluye las Esferas de Piedra del Delta del Diquis en la península de Osa, reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

 

XII Festival de las Esferas-Osa de Costa Rica. Tu Gran Viaje

 

En conclusión, Costa Rica se revela como un paraíso terrenal que captura los corazones de todos quienes la visitan. Sus vastos bosques tropicales, playas deslumbrantes, volcanes majestuosos y una biodiversidad única se entrelazan para crear un escenario natural de ensueño. Pero más allá de su exuberancia natural, esta nación acoge con calidez su lema “Pura Vida”, que refleja su filosofía de vida, centrada en la felicidad, la sencillez y el aprecio por cada momento. La hospitalidad de su gente, su enfoque pionero en la conservación y el turismo sostenible, así como su rica herencia cultural, hacen de Costa Rica un destino que va más allá de lo turístico, convirtiéndolo en una experiencia transformadora. ¡Vive Tu Gran Viaje a Costa Rica, donde la pura vida se convierte en una forma de vida!