Rouen, el mont Sant-Michel, Juana de Arco, Monet, Proust, ostras, Calvados… hay mil razones para que Tu Gran Viaje a Normandía sea el gran viaje de tu vida.
Un reportaje de Jordi Aparicio.
Al norte de Francia y a poco más de dos horas de París, Normandía es un destino obligado de todo viaje a Francia. Una región conocida sobre todo por tesoros como el Camembert, las ostras y el Calvados, por ser el escenario del desembarco de las tropas aliadas que aceleraron el final de la 2ª Guerra Mundial, por abadías míticas y únicas como el Mont Saint Michel y por ser la patria del impresionismo gracias a sus 600 kilómetros de costa, de paisajes diversos y de luz cambiante que la hizo ser para infinidad de artistas una excusa para su inspiración.
Giverny, el pueblo que sedujo a Monet
En 1883 Claude Monet escogió Giverny, un pueblecito a una hora de París, para instalarse con su familia en una gran mansión, y que hoy en día es la casa museo de este imprescindible artista impresionista. Fueron muchos los artistas que siguieron la senda de Monet, y prueba de que Normandía es la patria del Impresionismo es que los museos más importantes de Francia, fuera de Orsay en París, están aquí.
Joyas como el Museo de Bellas Artes de Rouen, el MuMa de Le Havre o el Museo del Impresionismo de Giverny, son imprescindibles, y sin olvidar el de Eugène Boudin en Honfleur o el Museo de Bellas Artes de Caen.
Rouen, la capital de Normandía
La catedral gótica de Nôtre Dame de Rouen se convirtió en un referente para cualquier tratado de Impresionismo cuando Monet pintó hasta treinta cuadros de su fachada con la luz cambiante. Una única catedral y treinta visiones diferentes.
Y es que Rouen es una auténtica ciudad-museo desplegada a través de sus calles adoquinadas y sus casas de entramados de vigas de madera (colombages), que pueblan todo el casco antiguo, dominado siempre por su catedral, por la torre de Gros-Horloge de origen medieval y que esconde un mecanismo relojero que funciona desde el Siglo XIV, y por el memorial a Juana de Arco, donde se relata el juicio de este personaje que murió quemada en una hoguera en el centro de Rouen.
Y sin olvidar que este año se celebra el bicentenario de Gustave Flaubert, el gran escritor normando, famoso por su obra Madame Bovary, y donde se han programado más de cuarenta eventos hasta junio de 2022.
La Costa Fleurie, el refugio de la Belle Epoque
Marcel Proust comía magdalenas en la terraza del Grand Hotel de Cabourg a principios del siglo XX durante sus frecuentes vistas a la Costa Florida (Côte Fleurie) y los aristócratas parisinos iban a pueblos como Trouville y Deauville, donde tenían su centro de veraneo con instalaciones que les hacían felices: casinos , hipódromos y siempre el paseo marítimo para ver y ser vistos.
Edit Piaf actuaba a menudo, y los grandes actores de Hollywood se siguen reuniendo cada año en el famoso Festival Internacional de Cine que cada mes de junio se celebra en Deauville. La Costa Florida se extiende desde Cabourg hasta Honfleur, otro de los iconos del Impresionismo con su Vieux Basin, el puerto mejor conservado de Normandía, el más turístico y el objetivo de todas las cámaras de los visitantes. En un entramado callejuelas estrechas llenas de galerías de arte, sorprende al visitante la iglesia de Santa Catalina, la más grande de Francia construida de madera.
El Día D
Desde la localidad de Quineville hasta Ouistreham, la carretera de la costa desgrana como un abanico las playas del Día-D, del desembarco de Normandía por parte de las tropas aliadas y que supuso el fin de la 2ª Guerra Mundial, y que hemos visto en multitud de películas o series como Salvar al Soldado Ryan, El día más largo o Band of Brothers.
Caminar en silencio por el cementerio americano en la Playa de Omaha, nombre en clave que se dio a Colleville-sur-Mer, permite comprender la magnitud de la tragedia que se fraguó el 6 de junio de 1944.
La eterna figura del Mont Saint-Michel
Ningún viajero puede perderse este paraje único y caprichoso. El Mont Saint Michel es un emblema de Francia, y donde las pocas personas que residen permanentemente quedan aisladas periódicamente durante las Mareas Altas, que la convierten en una isla y que permiten a los corderos pastar cuando baja la marea. Estos corderos tienen denominación de origen, y su carne, una auténtica delicia con toques salinos, recibe el nombre de agneau pré-salé.
La abadía-fortaleza del Mont Saint Michel, a caballo entre la Baja Normandía y la Bretaña, sintetiza el carácter agreste, orgulloso y solemne de la tierra normanda. La muralla se abre en la Porte de l’Avancée y de la siempre populosa Grand Rue, llena de tiendas y restaurantes turísticos y flanqueada por casas medievales, y donde sobresale el restaurante La Mère Poulard, fundado en 1888 y famoso por sus tortillas y por sus galletas dulces y saladas.
La Grand Rue nos sube hasta la abadía gótica, totalmente inexpugnable, que la eleva hasta los 80 metros de altitud. Es uno de los monumentos más imponentes de Francia, y su más de un millón de visitantes anuales no han podido perturbar su paz milenaria.
Etretat y los acantilados blancos
Etretat es famoso por sus acantilados blancos con formas de aguja, de elefante y de arco. Siempre sorprenden sus maravillosos paisajes y los viajeros más aventureros pueden recorrer a pie por el GR21, un itinerario de senderismo que bordea los acantilados de la Côte d’Albatre, desde Tréport hasta Le Havre.
No hay seguramente nada mejor para finalizar nuestro viaje a Normandía que contemplar un atardecer desde el acantilado de Amont, sentado al lado de la capilla neogótica de Nôtre Dame de la Garde, que erigieron marinos y pescadores en 1856, contemplando a nuestros pies el pueblecito de Etretat con el Canal de la Mancha enfrente.
La excelente gastronomía normanda: Camembert, ostras y calvados
A pesar que el gran Camembert De Normandía se lleva toda la fama, no hay que olvidar otros quesos maravillosos que disfrutan también de D.O. protegida como Pont l’Evêque, Livarot y el Neufchâtel. Los fruits de mer son otra de las patas de su gastronomía, y en especial sus mejillones y las enormes ostras.
Pero es el Pays d’Auge donde encontramos el paraíso de la manzana y el Departamento de Calvados, donde se elabora este mítico licor francés a base de la manzana normanda y donde también se produce una excelente sidra.
Nada mejor para conocer más a fondo la historia de Calvados que acceder a la didáctica Calvados Experience en Pont l’Evêque, en la misma bodega de Père Magloire, donde se finaliza con una cata de diferentes Calvados. Además debe visitarse uno de sus más prestigiosos elaboradores como es Château du Breuil, con su majestuosa bodega ubicada en un château normando y catar algunas de sus referencias más incunables.
GUÍA DE TU GRAN VIAJE A NORMANDÍA
¿Cómo llegar?
La manera más fácil de volar, por las frecuencias que tiene y por las ciudades españolas donde opera, es Air France, con buenas tarifas y un excelente servicio a bordo. Toda la información, en www.airfrance.es . El coche de alquilar es del todo imprescindible para moverse por la región.
¿Dónde dormir?
Un buen establecimiento en Rouen situado en el corazón del casco histórico es el Hôtel Gustave Flaubert, ubicado en un edificio de época y donde las vistas desde las habitaciones del último piso dan otra imagen de la Catedral y de la ciudad. En Etretat, un excelente hotel es Le Donjon- Domaine Saint-Clair. Con vistas panorámicas y exclusivas , este hotel ubicado en una antigua mansión nos recibe con una magnífica decoración, piscina, un extraordinario restaurante y una colección de Calvados y whiskies.
Para hacer noche antes de visitar el Mont Saint Michel, recomiendo la experiencia de alojarse en un château, un castillo normando ,con vistas exclusivas a la abadía más famosa del mundo. Se trata del Château de Chantore, un exclusivo hotel con decoración de época que enamora y donde sus dos propietarios nos esperarán a sus puertas con una copa de la sidra ecológica que ellos mismos elaboran. Es un auténtico paraíso del buen gusto y donde el desayuno, en el más puro estilo francés, es espectacular.
¿Dónde comer?
En Rouen una buena dirección es Gill Cote Bistro, con una excelente relación calidad/precio. Para comer marisco fresco y especialidades marineras normandas en Trouville, delante del mercado de pescado, un buen y popular restaurante es la Brasserie Le Central. Fuera de la locura turística del Mont Saint Michel , una buena dirección es el Restaurant Obione, en d’Avranches, con productos de la tierra y toques de autor.
Para más información:
La región de Normandia: www.normandie-tourisme.fr para tener una visión más extensa de toda la región. La página de turismo francés ayuda a programar diferentes visitas: www.es.france.fr