Viajar a París es, siempre, una excelente idea. En la Ciudad de Luz y sus alrededores te esperan planes, lugares y estímulos que llenarán Tu Gran Viaje a París como nunca antes. Te los descubrimos.

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Nuevos museos, hoteles, restaurantes, castillos, palacios y planes alternativos y exclusivos forman parte de una manera distinta de disfrutar París y su región, un área que recibía más de 40 millones de visitantes antes de la pandemia, donde siempre queda algo por conocer.

Retratos y jardines en el museo Albert Kahn

Enclavado muy cerca de los campos de Roland Garros en Boulogne-Billancourt, el museo Albert Kahn reúne el proyecto visionario de este banquero, mecenas y humanista que se planteó el reto de crear una memoria iconográfica de más de 60 países con el objetivo de crear “una armonía entre las civilizaciones”.

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Su sueño se ha hecho realidad cerca de su antigua propiedad en un edificio diseñado por el arquitecto japonés Kengo Kuma con 2.300 metros cuadrados destinados a mostrar una colección de unas cien horas de película en blanco y negro, 4.000 fotos en blanco y negro y más de 72.000 placas autocromas, el primer proceso industrial de fotografía en color verdadero patentado por los hermanos Lumière.

 

© Javier Carrión

 

El exterior de la finca es un auténtico oasis con jardines japoneses, ingleses, franceses, flores y árboles frutales que forman un oasis poético alrededor del museo. La entrada cuesta 8 euros.

El nuevo Palacio de La Marina

Si quieres sumergirte en el París del siglo XVIII nada como visitar el Hotel de la Marina, recientemente restaurado en la Place de la Concorde. El edificio, creado por Ange-Jacques Gabriel, albergó el guardamuebles de la Corona hasta 1798 para convertirse después, durante más de 200 años, en la sede del Ministerio de la Marina. Ahora, después de tres años de renovación, se han restaurado más de 500 muebles y paneles, y un total de 12.700 metros cuadrados de superficie se han modificado, incluyendo 6.200 metros cuadrados para espacios abiertos a los visitantes.

 

 
 
 
 
 
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Durante el tour de una hora y media (17 euros) podrás descubrir los aposentos del siglo XVIII reamueblados, sus salones de gala, murales, techos y suelos, en un edificio completamente restaurado por el Centre des Monuments Nationaux. Puedes también almorzar en su Restaurante Mimosa, de 12 a 15 horas y de 19 a 23 horas, o en el Café Lapérouse, en el patio principal, del lado de la plaza de la Concorde, en una encantadora terraza al aire libre. 

Minicrucero privado por el Sena

Con la compañía de un gentil capitán y una embarcación pequeña dotada con sillones y una barra de bar, la empresa Green River Cruises propone esta experiencia para un grupo no superior a 12 personas. Durante el recorrido de dos horas se toma una cena ligera con gambas, queso, canapés y un buen vino francés escuchando de fondo una música muy agradable.

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La excursión se inicia en el Puente Marie, al pie de la Cité de la Mode et du Design, a medio camino entre el Jardin des Plantes y la Biblioteca Nacional, y el barco da la vuelta en la Estatua de la Libertad. Se trata de un minicrucero a la medida de gran éxito que puedes reservar por 75 euros por persona. Más información: https://www.greenriver-paris.fr/

 

Foto de Svetlana Gumerova en Unsplash

 

El atelier de Rosa Bonheur

En Thomery, a unos 80 kilómetros de París, se encuentra el Castillo de By, residencia y taller de Rosa Bonheur, una de las mujeres artistas más fascinantes de la historia de Francia, a pesar de que no fue comprendida por muchos sectores en su época. Fascinada por los animales, Rosa Bonheur (1822-1899) reunió a su alrededor, en esta propiedad de By, una formidable colección de pinturas y esculturas centrada en el mundo de los perros, ciervos, caballos y otros animales salvajes, representando no solo su anatomía sino también su psicología.

 

© Javier Carrión

 

Ese tema le fascinaba, de ahí que se inspirara en el mundo rural de las provincias galas y en el imaginario de lo de los inmensos territorios del Oeste americano, un continente que apenás conoció pero que la sedujo hasta el punto de que quiso conocer personalmente a Buffalo Bill en 1899 durante una de sus giras por Europa.

Cuando se recorre el encantador castillo de By (ticket de 17 euros), la impresión del visitante es la de encontrarse en un lugar donde el tiempo se ha detenido. Todo está en su taller como si la artista hubiese deseado dejar sus enseres ordenados para su estudio después de vivir 40 años bajo sus muros: las botas de paseo, peluches, el gabinete de pintura, las esculturas, bocetos, y otros objetos más personales como su blusa bordada, el sombrero, las paletas, los pinceles, los cuadernos de dibujo y notas e incluso hasta sus colillas. El cuadro más grande muestra sus pantalones largos, una prenda que no era bien vista en las mujeres de su época, pero que ella utilizaba habitualmente.

Rosa Bonheur, mujer de gran carácter, independiente y homosexual, quiso competir con los maestros de la pintura animalista, casi todos hombres, mostrando una personalidad diferente y tocó las mieles del éxito cuando se convirtió en la primera mujer artista en recibir la Legión de Honor. Como artista era meticulosa y exigente y siempre estuvo acompañada por mujeres. Primero con Nathalie Micas, su amiga de toda la vida pues convivió con ella casi cincuenta años, y en su recta final con la pintora norteamericana Anna Klumpke, a la que transmitió todo su legado.

Fontainebleau, el capricho de Francisco I

A siete kilómetros de la residencia de Rosa Bonheur, asombra el Castillo de Fontainebleau, un auténtico capricho de Francisco I quien quiso levantar en el siglo XVI un enorme complejo que sirviera para albergar el arte más influyente de la época de origen italiano. Hoy, esta residencia real francesa hasta la caída de Napoleón III en 1870 es Patrimonio Mundial de la UNESCO y atrae a miles de visitantes para admirar sus salas más espectaculares, el parterre exterior, el más grande Europa, los patios o la bellísima Puerta Dorada.

 

Palacio de Fontainebleau. © Javier Carrión

 

Una opción diferente y exclusiva es reservar una visita nocturna por los salones y corredores más lujosos del castillo. La Galería de los Ciervos, el Salón de Baile, la Galería Francisco I y el Teatro Imperial que mandó construir Napoleón III se recorren en un ambiente lumínico de la época que embauca a cualquier visitante. Este tour se desarrolla jueves y sábados por un precio de 24 euros. Más información: www.chateaudefontainebleau.fr

 

Foto de Marcos Abreu en Unsplash

 

Barbizon, la ruta de los pintores

Barbizon, un pequeño pueblo próximo a Fontainebleau, atrajo la atención de un grupo de pintores paisajistas preimpresionistas que acabaron creando una escuela seguida más adelante por otros artistas como Monet, Renoir, Picasso o Cezanne. Los principales exponentes de esta escuela, Théodore Rousseau y Jean-Françoise Millet, lograron a mediados del siglo XIX que muchos aficionados a la pintura de paisajes y animales ese acercaran a este caos rocoso con formas evocadoras.

 

Ruta de los pintores de Barbizon © Javier Carrión

 

Hoy se puede recorrer esta “ruta de los pintores”, incrustada en un bosque, en la que sobresale un medallón incrustado en una roca que rinde homenaje a estos dos artistas, inaugurado en 1884. Durante la ruta se pueden admirar rocas con formas de animales. como la de un elefante, y otras que invitan a los aficionados a la escalada para pasar un día divertido en este bosque único que ha sido reconocido por la UNESCO como “reserva de la biosfera”.

La Oficina de Turismo también organiza visitas especiales a otros espacios del Bosque de Fontainebleau, el antiguo coto de caza de los reyes de Francia, para disfrutar de un tour sensorial (Sylvotherapie), de 2 horas por 30 euros, captando la energía de los árboles que facilitan la disminución del estrés de la vida diaria. Un ejercicio de relajación y meditación que cuenta con la ayuda de un guía experimentado. Más información: www.barbizon.fr/culture-et-tourisme/barbizon-tourisme/

Visita privada a Versalles

Por último, concluye este viaje diferente por París y su región acudiendo al majestuoso Palacio de Versalles, a unos 45 minutos en coche de la capital francesa, la residencia de los reyes Luis XIV, “el Rey Sol”, Luis XV y Luis XVI. La experiencia más espectacular, si quieres disfrutar del lujoso interior versallesco, es el tour nocturno privado para un grupo de diez personas (1000 euros) con guía incluido en el que se permite la entrada al interior de la capilla real, escenario de la boda real entre Luis XVI y María Antonieta, a la platea de la opera, destinada a espectáculos y bailes de la corte y a los apartamentos privados de la Reina y del Rey.

 

Foto de Mathias Reding en Unsplash

 

Otra opción interesante es reservar entrada en la Serenade Royal, una experiencia inmersiva que traslada al visitante a la corte del Rey Sol descubriendo las actividades de ocio de la época y admirando de cerca los lujosos trajes versallescos.

 

Foto de Alexandre Brondino en Unsplash

 

GUÍA DE TU GRAN VIAJE A PARÍS

¿Cómo llegar?
Vueling, Transavia, Ryanair, Easyjet y otras compañías de bajo coste conectan la capital francesa con España.
¿Dónde dormir?
En París: Le Chouchou y Le GranD Quartier; en Fontainebleau, Hotel Victoria; y en Versalles, Waldorf Astoria Versailles – Le Trianon Palace.
¿Dónde comer?
En París, Café Lapérouse; en Fontainebleau, L’Axel; en Versalles, La Petit Venise

 

TU GRAN VIAJE A FRANCIA