Con la Moda como protagonista, todo está listo en la ciudad más hedonista de la Costa Azul para que comience su mayor fiesta: el Carnaval de las Flores de Niza.

 

El corazón del Carnaval de las Flores de Niza: La plaza Massena

El Carnaval de las Flores de Niza tiene su epicentro en la Plaza Massena, la arteria principal de Niza. Allí, la fiesta y el color se dan cita en una de las ciudades más bellas del mundo, que con sus 350.000 habitantes y el sello imperioso de la reina Victoria en algunos de sus edificios, que contrastan en medio del color azul de su Riviera, es siempre un destino ideal de escapada. El ambiente está perfumado porque la originalidad de esta fiesta reside en que en el carnaval de las flores de Niza, hay un Rey y una Reina -a manera de “ninots” que son su principal símbolo y que reciben al viajero entre hileras de pasacalles con disfraces curiosos, y que lanzan desde sus carrozas flores a las gentes. Es divertido recoger a lazo “mimosas” o “siempre vivas”, la variedad floral que identifica a Niza: No en vano, la ciudad acoge en la place Pierre Gautier uno de los mercados de flores y verduras más importantes y coloridos de toda la Costa Azul, que además los lunes se convierte en Mercado de antigüedades, muy visitado por italianos (Milán está a 5 horas en tren) y franceses de todo el país.

 

Mercado de las Flores de Niza. Foto © Tu Gran Viaje
Puesto en el Mercado de las Flores de Niza. Foto © Tu Gran Viaje

Mientras recorres esta Plaza del Mercado, en un paseo por el interior de la ciudad, alejados del backstage del carnaval y en un alto en el camino del mismo, observas otros colores de la ciudad: Los de los recoletos cafés del savoir vivre francés que invitan a degustar un cafés en el pasemisi de personas que transitan. Y los ojos se fijan de pronto en una fachada amarilla estilo art deco: es la Casa de Matisse (Rue Jules Gilly), que atesora la esencia del pintor impresionista. Hoy día no es un museo, sino un bloque de apartamentos donde uno puede alojarse, ya que era la casa donde el artista pasaba temporadas cada vez que visitaba esta tierra. En cualquier caso, para ambientarnos con el eco impresionista, hoy día decenas de pintores callejeros exponen su obra en caprichosos rincones de la urbe, que enriquecen aún más con sus infinitas notas de color y dinamismo el ambiente de la Riviera. La nota cultural con mayúsculas la ponen una veintena de museos repartidos por la ciudad, como el Museo Moderno, uno de los más representativos.

 

Siempre animada, la plaza del Mercado de Niza. Foto © Pilar Carrizosa.
Siempre animada, la plaza del Mercado de Niza. Foto © Pilar Carrizosa.

 

El encanto de la vieja Niza

Los pasos conducen ahora hacia un laberinto estrecho de calles en tonos siena, ocre y verde: el casco antiguo de Niza, Flores en cascada caen desde una ventana, puertas de madera encalado en blanco, ropa tendida en algunas ventanas, un vaivén de tiendas de artesanías, jabones, arte, escultura y pintura, curiosos diseños de moda, sombreros y firmas de lujo de segunda mano son la insignia de esta zona: Es la Rue Droite, donde hay también coquetos restaurantes para todos los bolsillos.

 

Carnaval de las Flores de Niza | Tu Gran Viaje
© OTCN / X. Navarro

 

La Plaza de Jesús, en el ascenso de esta calle, presenta su Iglesia, que corta con Rue Rosetti, donde está la Catedral, cuya plaza alberga cada domingo un desfile de drag queens, que salen del Bar B Tch. En la Rue du Collet nos espera una sucesión de tiendas de souvenirs donde practicar un encantador shopping callejero desde 8 euros. La calles desembocan a la Plaza Garibaldi, que presenta un zoom de escenas de trampantojo en sus edificios dieciochescos que conectan directamente a las traseras del puerto.

 

Carnaval de las Flores de Niza | Tu Gran Viaje
© OTCN / X. Navarro

 

Llegando a las Rue de Quai des Etats Unis, entras en Le Promenade des Anglais, escoltada por el coloso eterno del Hotel Negresco, la eterna foto de postal de la Riviera, un hotel que guarda chascarrillos de la celebrities que han desfilado por él -Frank Sinatra, todos los de Hollywood de los gloriosos Cincuent-, como también sucede en la Maison Auer -cuenta la leyenda que la reina Victoria llevaba allí a sus amantes en 1820-, frente al Teatro de la Ópera, un delicioso establecimiento donde se venden los mejores chocolates, bombones y fruta escarchada de Niza.

El confeti de pronto baña las cabezas entre frente al Teatro de la Opera. De pronto, un pasacalles de flores recuerda que en Niza es tiempo de carnaval y arranca una batalla de flores: Todo un espectáculo que guarda la esencia desde 1876 donde decenas de artistas, bailan y danzan entre acordes franceses en un mix con La Macarena de “Los del Río” y el Asereje de “Las Ketchup” en medio de una locura de formas gigantescas que caen del cielo: unos peces globo en lucha con unos dinosaurios que dan la bienvenida a los peques y grandes. Desde lo alto, el castillo de Niza, solemne e imperioso, vigila desde su cumbre: la mejor vistas de la ciudad, un jardín botánico, espectacular para poner fin a la velada.

 

Carnaval de las flores de niza. © Pilar Carriizosa. Tu Gran Viaje
© Pilar Carrizosa / Tu Gran Viaje

 

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