Ahora es buen momento para descubrir cinco pueblos que bien merecen nuestra escapada desde la ciudad de Madrid.
Chinchón, con aires de cine
Con su Plaza Mayor como protagonista aguarda Chinchón, un pueblo que ha sido escenario de rodaje de numerosas películas y series de televisión, como la magistral Campanadas a medianoche, del genio Orson Welles, quien se quedó fascinado por la riqueza arquitectónica y el sabor tradicional de uno de los pueblos más monumentales de la Comunidad de Madrid, características que ha conservado en gran medida hasta hoy.
Nuevo Baztán, un capricho neoclásico
Este pequeño pueblo fue fundado en 1705 por el visionario magnate navarro Juan de Goyeneche, y es el complejo preindustrial más modernista de su época. Sobre planos de Churriguera, Nuevo Baztán fue levantado con escuadra y cartabón, dando forma a un pueblo de fábricas -de cristales, sombreros, pieles, y telares de seda y lana- dirigidas por maestros extranjeros que enseñaron los oficios a los trabajadores, para quienes se construyeron también viviendas.
Brihuega, aroma de lavanda
En verano, Brihuega, colgada sobre el río Tajuña se convierte en la estrella del verano alcarreño con la explosión carmesí de sus campos de lavanda. Pasear por sus calles trazadas sobre balconadas naturales y protegidas por una muralla y un castillo, rodeadas de huertas que descienden buscando el río, y pespunteadas de construcciones renacentistas, templos góticos y la bellísima Real Fabrica de Paños, es viajar en el tiempo.
Orgaz, huella de El Greco
En Toledo aguarda Orgaz, pueblo amurallado de casonas blasonadas -entre ellas, las que perteneció a Calderón de la Barca, o la del Vínculo de las Cadenas-. En la preciosa Plaza Mayor, recogida, con soportales centenarios de casas que también lo que son, se encuentra la rotunda iglesia de Santo Tomás Apostol, proyectada por Alberto de Churriguera -que murió aquí, en Orgaz, sin ver terminada la construcción- e ilustrada por El Greco, y el castillo de los Condes de Orgaz, del siglo XIV, a uno de los cuales hizo famoso, precisamente, El Greco, al pintar su entierro.
Riaza, historia y gastronomía
Riaza, villa serrana y medieval, es tradicional destino de escapada de los madrileños, que acudimos al reclamo de los asadores de cordero que pueblan los soportales de su bellísima Plaza Mayor, circular, en la que se celebran numerosos festejos taurinos, y en la que también nos saluda la iglesia de Nuestra Señora del Manto, del silglo XVII, con un precioso Cristo yacente.
