Groenlandia, Islandia y el archipiélago de Aran: islas intrépidas que no pueden faltar en tu pasaporte vital, Gran Viajero.
Aventura y naturaleza nos llevan a uno de los extremos del mundo, un lugar especial donde el viaje se convierte en una toda una experiencia vital e inolvidable: Groenlandia. La isla más grande del mundo, puerta de acceso al Polo Norte, es uno de los lugares más salvajes y bellos del planeta: montañas majestuosas, glaciares, fiordos, poblados esquimales, icebergs… un destino para los más intrépidos, al que se puede llegar por avión desde España con escala en Reykiavik.
Es precisamente Islandia, el punto más occidental de Europa, un gigantesco parque natural donde los géiseres y los volcanes extintos han conformado uno de uno de los territorios más inhóspitos y a la vez más bellos y fascinantes que podemos encontrar.
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Los geiseres de Geysir y Strokkur, el parque nacional de Thinguellir, los glaciares de Eyjafjalla y Mýrdasjökull, y las cascadas de más de 60 metros de altura de Seljalandfoss y Skogafoss son algunos de los lugares que ver en Islandia.
Poco conocidas son las tres islas que conforman el archipiélago irlandés de Aran. Escenario de leyendas celtas, las tres islas –fácilmente accesibles por mar y aire desde la ciudad de Galway– presentan fortificaciones prehistóricas, tradición y un océano embravecido que nos empujará a la ensoñación y a conocer el carácter irlandés más genuino.