Dos históricas fincas menorquinas dan forma al flamante complejo agroturístico Fontenille Menorca, nueva incorporación de la prestigiosa lista Relais & Châteaux.
Menorca en estado puro: eso es lo que nos espera en el maravilloso Fontenille Menorca, que ocupa dos possessions tradicionales –Torre Vella y Santa Ponsa– para formar un un complejo agroturístico de más de 300 hectáreas de extensión, recientemente inaugurado y en el que no echarás nada en falta: naturaleza, dos kilómetros de playas de arena blanca y aguas cristalinas, dos hoteles boutique de gran riqueza arquitectónica, un spa, dos restaurantes –uno de ellos de autor–, un bar y una explotación agrícola eco-sostenible que autoabastece al complejo y a sus restaurantes de su propio vino, de aceite de oliva, de miel, de frutras, hortalizas y plantas aromáticas y de aceites esenciales para el spa.
Las possessions -el nombre que reciben las grandes fincas agrícolas en Baleares- están situadas a pocos kilómetros la una de la otra, y son muy diferentes entre sí. La de Santa Ponsa se articula en torno a un antiguo palacio del siglo XVII con reminiscencias moriscas, que está rodeado de exuberantes jardines y terrazas, repletas de palmeras, higueras gigantes, flores exóticas y estanques abastecidos por un sistema de riego del siglo XVII, que están catalogadas como monumentos. El hotel en sí alberga 22 habitaciones, un restaurante dirigido por el chef catalán Albert Riera –que ofrece una cocina contemporánea, con influencias española y francesa y centrada en el producto local– y un spa en el que se utilizan los productos orgánicos producidos en la propia finca.
Por su parte, Torre Vella es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura clásica menorquina: un gran edificio con paredes blancas que se articula alrededor de un patio central y que está clasificado como “propiedad cultural excepcional”. Ofrece al viajero 17 habitaciones, un restaurante de temporada y un bar efímero situado en el borde del acantilado, a 60 metros sobre el nivel del mar. El complejo, en el que se ofrecen numerosas actividades como clases de yoga y meditación frente al mar, talleres de alfarería, paseos en barco y a caballo, etc., cuenta también con 20 hectáreas de viñedos, 20 hectáreas de plantas aromáticas, centenares de naranjos, limoneros, granados y olivos, una huerta orgánica, una casa de miel, una bodega, una almazara y una destilería de aceites esenciales aromáticos.
