Grupo Cappuccino, la empresa mallorquina comandada por Juan Picornell y que está detrás de los excelentes cafés Cappuccino y del Hotel Mamá de Palma de Mallorca, ha abierto recientemente Tahini Japanese Madrid, un restaurante japonés muy, muy especial…
Sí, especial, porque este Tahini Japanese (Plaza de la Independencia, 5B. Tel. 914 389 670) que conocimos cuando 2019 doblaba la esquina tiene todas las virtudes -y alguna más- que han convertido a la marca Cappuccino en una de las más destacadas y refinadas del panorama. En sus establecimientos, tanto cafés como el Hotel Mamá como en los otros Tahini Japanese de Marbella, Puerto Portals o Palma, priman la exclusividad, la pasión por el detalle, la elegancia, el buen -excelente- servicio y en este flamante Tahini Japanese, abierto a escasos metros del Cappucino Grand Café madrileño, no podía ser menos.
La primera impresión no es la más importante, claro que no, pero sí que cuenta… y mucho. Y, en el caso del Tahini Japanese, la luz que inunda el espacio -decorado por el prestigioso interiorista parisino Jacques Grange– a través de sus ventanales, auténticas pantallas de cine que nos pinta la Puerta de Alcalá, esa primera impresión es excelente y marca el resto de la experiencia, enmarcada en un ambiente de influencias japonesas y limpias líneas de diseño, con el uso de materiales naturales y nobles como la madera, piedra y rafia mezclado con metales como el cobre y el latón, y engrandecido con obras de la artista francesa Eva Jospin, famosa por sus esculturas en cartón emulando bosques oníricos, y que adorna también el Tahini Japanese del Hotel Mamá, en Palma.
Y, naturalmente, al Tahini Japanese venimos a comer… y a comer muy bien. La carta presenta tanto platos japoneses conocidos que son, ya, básicos de nuestra dieta, como otras recetas japonesas pero pellizcadas de Mediterráneo, como no podría ser de otra manera tratándose de Cappuccino. La sopa de mismo con foie y trufa y el tiradito estilo Tahini lo demuestran; el sushi vegetal, las gyozas Tahini, el roll de ternera y vegetales con aroma de trufa o la ternera ttepanyaki nos demuestran que hay mucho más que pescados y mariscos en la gastronomía japonesa. Materias primas excelentes, sabores intensos y verdaderos, texturas en su punto, servicio ráudo y discreto: ningún plan en Madrid puede salir mal si el Tahini Japanese forma parte de él. Volveremos.
