La gastronomía belga esconde tesoros tan sabrosos como mundialmente conocidos, y el que más de todos ellos es, sin duda, el gofre. ¿Por qué no aprovechas estos días y haces en casa un auténtico gofre belga?
Inventados en Gante en 1839, y mundialmente conocidos desde que, en 1964, el restaurador Maurice Vermersch vendiera en la Feria Mundial de Nueva York de 1964 sus gofres bajo el nombre “Bel-Gem Waffles”, estas delicias de forma de rejilla son uno de los dulces más famosos del mundo. Y la Oficina de Turismo de Bélgica: Flandes y Bruselas nos invita en estos días de confinamiento a elaborar en casa nuestros propios -y auténticos- con este receta de gofre belga de lo más sencilla.
¿Sabes cómo es un auténtico gofre belga?
Los gofres belgas, o gofres de Bruselas -como se conocen el país- están preparados con una masa con levadura. Normalmente, pero no siempre, es más ligero, más grueso y más crujiente y tiene agujeros más grandes que otras variedades de gofre. Son fáciles de diferenciar de los gofres de Lieja por su forma rectangular. En Bélgica, la mayoría de los gofres son servidos calientes por vendedores ambulantes y espolvoreados con azúcar glass aunque en las zonas turísticas pueden ser coronados con nata montada, fruta en almíbar o virutas de chocolate (una práctica considerada “no auténtica” por algunos expertos locales). En América, se sirven de la misma forma en la que se sirve el gofre americano.
Receta para hacer un gofre
Ingredientes
- 500 gr. de harina
- 25 gr. de levadura
- 200 gr. de margarina o mantequilla derretida
- 1/4 l. de leche
- 1/4 l. de agua
- 4 huevos
- 1 sobre de azúcar de vainilla
- 5 gr de sal
Preparación
- Disolver la levadura en 1/4 l. de agua tibia.
- Batir la clara de huevo hasta el punto de nieve.
- Pasar la harina por un colador en un bol y hacer un pequeño hueco en medio.
- Tirar la levadura disuelta en el hueco y mezclarlo con un poco de harina.
- Remover con la leche tibia y las yemas de huevo.
- Uno por uno, añadir la mantequilla derretida, la clara de huevo al punto de nieve, la azúcar de vainilla y la sal.
- Dejar que la masa suba en un lugar caliente hasta que se haya doblado de tamaño.
- Poner un poco de masa en la máquina de hacer gofres.
- Espolvorear las gofres con azúcar glass o poner nata encima.
