A un corto trayecto en TGV desde París y asomada a Bélgica, Lille, la ciudad más importante de la región de Alta-Francia (que desde 2016 comprende las antiguas regiones de Nord-Pas de Calais y Picardía), es uno de esos rincones poco conocidos de Francia repletos de atractivos a los que, poco a poco, los Grandes Viajeros acuden con mayor frecuencia.




La visita a Lille comienza en el barrio de Euralille, donde se encuentra la estación de ferrocarril, y que una zona con apenas un par de décadas que se ha convertido, gracias a los edificios residenciales y comerciales, diseñados por grandes nombres de la arquitectura contemporánea como Rem Koolhas o Jean Nouvel, en el lugar de moda para vivir y disfrutar entre los jóvenes profesionales y, sobre todo, en el contrapunto moderno y contemporáneo a ese Viejo Lille que se arracima en torno a la Grand Place, una maravilla arquitectónica de edificios construidos entre los siglos XVII y XX que es, por derecho propio, el corazón de la ciudad.

 

Barrio de Euralille, Lille. © Max Lerouge | Viajar a Lille | Tu Gran Viaje
Barrio de Euralille, Lille. © Max Lerouge

El centro de Lille lo conforma un conjunto de calles y callejuelas adornado por una preciosa colección de edificios construidos entre los siglos XVII y XX y en los que se aprecia la riquísima herencia histórica de la ciudad por la que han pasado españoles, flamencos y donde encontramos desde palacios de la ópera construidos durante la ocupación alemana a centenares de casas del más puro estilo flamenco, pasando por joyas como el Ayuntamiento -Patrimonio de la UNESCO-, el inmenso parque urbano de la Ciudadela, el beffrois (campanario) más alto de Francia con 104 metros de alto.

 

Plaza de la Bolsa de Lille | Viajar a Lille | Tu Gran Viaje
El corazón de la ciudad late en la Grand Place, en cuyo centro se erige una estatua que conmemora la resistencia de Lille durante el asedio al que la sometieron los austriacos a finales del siglo XVIII.

 

Precisamente en la Grand Place se encuentra el edificio más conocido de la ciudad, el Palacio de la Bolsa, construido a mediados del siglo XVII, y formado por 24 pequeños edificios asomados a un patio de soportales donde siempre hay montado un mercadillo, gente jugando al ajedrez y, en cualquier momento, nos parecerá que Audrey Tatou, la protagonista de Amelie, saldrá de una de las decenas de boulangeries…

 

Palacio de la Bolsa de Lille | Viajar a Lille | Tu Gran Viaje
Palacio de la Bolsa de Lille

El arte es otro de los grandes protagonistas del carácter de Lille. El Palacio de Bellas Artes de Lille (18 rue de Balmy. Abierto de martes a domingo de 10h a 18h, los lunes de 14h a 18h. Entradas: 6’5€) es uno de los principales museos de Francia (está considerado el segundo más importante del país tras el Louvre de París).

 

Palacio de Bellas Artes de Lille | Viajar a Lille | Tu Gran Viaje
Palacio de Bellas Artes de Lille

 

Y para comer en Lille, nada como un picnic con especialidades locales (¿qué tal unos cucuruchos de patatas fritas y unos mejillones?) en el Parque de la Ciudadela y, por la noche, para seguir alimentándose de puro estímulo, una buena dirección: Joeur de Peche (2 Rue de Pas), un restaurante que, también, cumple con todos los tópicos: servicio eficiente, precio ajustado, entorno romántico y arte en los platos. 

 

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