Brujas es una de las ciudades más bellas de Europa. Una coqueta y monumental caja de muñecas en la que no faltan todos los estímulos viajeros que esperas de Tu Gran Viaje: escapada de Arte a Amberes y Brujas. Y para que la disfrutes a tope, ¡toma nota de las 10 cosas que hacer en Brujas!
Texto: Eva P.M Fotos: © Visit Flanders
Brujas es en una de las ciudades más visitadas y atrayentes del mundo. Tiene todo lo necesario: un exquisito casco medieval, una oferta gastronómica de altísimo nivel y toda la comodidad -está estupendamente conectada a Bruselas, a solo setenta kilómetros.
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El mayor atractivo de la ciudad es el centro histórico, cuyo trazado se conserva casi intacto desde el siglo XIII. Declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2000, es uno de los mejor conservados de Europa. El centro es abarcable a pie, pero está cargado de patrimonio, cultura y arte, por lo que te recomendamos las diez experiencias imprescindibles que debes ver y hacer en Brujas para paladearla a tope. ¡Allá vamos!
Parque Minnewater
Lugar perfecto para comenzar la visita a Brujas, el parque Minnewater está a un pequeño paseo de la estación de tren. El Minnewater fue uno de los muelles más prósperos de la ciudad. Actualmente, es la zona ajardinada más bella de Brujas que incluye el Lago del Amor, referente romántico de la ciudad y el Begijnhof, el beatario de preciosas casas de estilo nórdico habitado en su momento por beatas, viudas y huérfanas. ¡Entra en su interesante museo para descubrir cómo vivían estas mujeres!
Museo Groeninge
Todo el esplendor de los Primitivos Flamencos se condensa en este museo, uno de los veintiséis que podéis encontrar en la ciudad, y que atesora lo mejor de seis siglos de pintura flamenca y belga, desde Jan van Eyck hasta Marcel Broodthaers. Otra de las imprescindibles cosas que hacer en Brujas.
Grote Markt
La Plaza del Mercado de Brujas es el punto ideal para tomarle el pulso a la ciudad, repleta de impresionantes edificios gremiales que compiten en belleza, y donde sobresale la Torre Campanario o Belfort, que con sus ochenta y siete metros de altura, ofrece las mejores vistas a la ciudad y al Mar del Norte. Siéntate en cualquiera de sus terrazas para disfrutar del trasiego de viajeros y coches de caballos, beber una cerveza flamenca y comer unas patatas fritas.
Burgplein
La Plaza del Castillo concentra otra muestra de admirables edificios flamencos. Corazón administrativo de la ciudad, en ella destaca el Ayuntamiento, de estilo gótico flamígero. A su derecha se sitúa la Basílica de la Santa Sangre, de estilo gótico, que conserva en su interior una de las reliquias más queridas de Brujas, así como restos de la primitiva iglesia románica. En la plaza, puedes visitar también, el museo Brugse Vrije, pequeña y encantadora joya artística.
Catedral de San Salvador
La catedral de San Salvador fue construida entre los siglos XII y XIV, lo que la convierte en la iglesia más antigua de Brujas. Alberga una preciosa colección de tapices flamencos, y su museo catedralicio guarda joyas del arte entre las que destacan el conjunto de tumbas medievales. Su elevado campanario dibuja, junto a la torre de Nuestra Señora y el Belfort, el famoso perfil urbano de Brujas.
Paseo en barco por los canales
Brujas se dibuja en sus canales. Son la mejor opción para disfrutar de la belleza de la ciudad. Así que es imprescindible disfrutarla desde el agua a bordo de una barca.
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Ruta de la cerveza
Brujas te espera con un gran número de cervecerías, lugares que cuentan la historia cotidiana de la ciudad. Imprescindible la Brasserie De Halve Mann (Walplein, 26), icono de la ciudad, con un peculiar museo.
En el Duvelorium Grand Beer Café (Grotte Markt, 1), encontrarás buena cerveza, preciosas panorámicas y la experiencia Historium, una cita con la historia desde otro punto de vista.
Pasear de noche
De noche, Brujas es otra ciudad. La sutileza de sus calles medievales delicadamente iluminadas y las esbeltas torres reflejadas en los canales te adentrarán en una ciudad de cuento de hadas, repleta de rincones mágicos como el Muelle del Rosario o el Puente de San Bonifacio, punto de referencia de los enamorados de la ciudad, donde es tradición dar el primer beso o pedir la mano.
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Un paseo en coche de caballos
Esta es una muy interesante opción para visitar Brujas de manera relajada. La ruta atraviesa los lugares más emblemáticos del corazón histórico, mientras el cochero te explica con todo tipo de detalles las casas, calles y lugares.
Shopping
No te vayas de Brujas sin entrar en las exquisitas chocolaterías o en las delicadas tiendas de encajes, o comprar alguno de los productos típicos realizados por artesanos que también esperan tu visita. Como ves, tienes mucho por hacer y descubrir en una de las ciudades con más encanto de Europa.