Más de seiscientas playas de postal adornan el litoral de Cuba. Y algunas de las más paradisiacas está en Cayo Coco, el cuarto islote más grande de Cuba. Ubicado en la provincia de Ciego de Ávila, en el archipiélago de Sabana-Camagüey, a Cayo Coco la definición de “paraíso tropical” se le queda corta para glosar sus playas de arena blanca y aguas cristalinas de tonos turquesa.

Pasear por ellas y disfrutar de sus aguas poco profundas son un antídoto inmejorable para olvidarse del estrés: todos los problemas parecen quedar muy, muy lejos, cuando se está en una playa de Cayo Coco. Las más espectaculares son Playa Larga; Playa Flamencos, donde se puede caminar unos 200 metros mar adentro y hacer pie, motivo por el que en ocasiones se llena de preciosas flamencos rosas; y Playa las Coloradas.

Cayo Coco es un destino ideal para los amantes del sol y el mar. El arrecife de coral cercano hace que el buceo y el snorkel sean actividades populares, ofreciendo la oportunidad de explorar la vida marina y los vibrantes corales. Excursiones en catamarán, paseos a caballo y la oportunidad de explorar la vida nocturna local son algunas de las experiencias viajeras que se pueden vivir en Cayo Coco.
