Bernardí Roig: No/Escape


Bernardi Roig, The Man of the Light, 2005. Polyester resin, marble dust, and fluorescent lights. Figure life size. Collection of Mirella and Dani Levinas, Washington, DC

Hasta el próximo 5 de abril, la prestigiosa Phillips Collection de Washington, DC expone seis obras del genial artista mallorquín. Jesús Gª Marín traza un perfil de Roig desde la amistad que les une y que se remonta a la infancia de ambos .

Conozco muy bien a Bernardí Roig (y a su entrañable familia, que es casi mi familia) desde que nuestro artista era un mocoso y comenzaba a pintar. Vivíamos entonces los dos en la calle Narciso Monturiol (Palma de Mallorca), al lado de la vía del tren de Inca, actualmente enterrada. Él en el primer piso y yo en el segundo. Desde mi cuarto y desde el cuarto de mi hermano, se veía la gran terraza en la que aquel mozo tremendamente inquieto pintaba y pintaba sin parar. De vez en cuando bajaba a su casa, me abría la puerta Pilar, su madre, veía lo que estaba dibujando, y siempre me despachaba con un par de obras que guardo como oro en paño, especialmente un cartón con trazos abstractos muy expresionistas, amarillo sobre negro.

Su primera exposición la hizo en la Galería Maneu (Palma). Yo escribí el texto de aquel catálogo iniciático, cosa que me recordó Bernardí hace poco cuando me lo encontré, ya no con su perilla sino con su poblada barba afghana, en la matritense calle Alcalá; no sé si iba camino de su casa-estudio que está al lado del mejor tablao de flamenco de Madrid o de la galería Max Estrella, una de las mejores de la capital de España, de la que es artista de cabecera.

Aceton, de Berardí Roig. 2005. Elaborada con resina de políester, mármol, arena y luz fluorescente. Escala humana. Cortesía de la Galería Max Estrella de Madrid.
Aceton, de Berardí Roig. 2005. Elaborada con resina de políester, mármol, arena y luz fluorescente. Escala humana. Cortesía de la Galería Max Estrella de Madrid.

Con Bernardí coincidí también en las noches de marcha de la movida y de Gomila y luego, de tanto en tanto, me topo con alguna de sus exposiciones casi por azar: por ejemplo, una vez que escribía una guía y terminaba el Camino de Santiago, me di de bruces en una iglesia jacobea en la se montan exposiciones con unas sillas rotas estilo Bernardí. “¡Coño!, esto es de Bernardí”, me dije. Luego me fui, como marcan los cánones, a mostrar mis respetos al Apóstol. Su exposición de caras en la Lonja palmesana fue todo un acontecimiento de masas. Bernardí es el primer artista vivo cuya obra ha sido expuesta en el Museo Nacional de Escultura que ocupa el colegio de San Gregorio de Valladolid. Bernardí por aquí, Bernardí por allá… La proyección internacional de Bernardí —de sus performances y de sus verdaderamente inquietantes, no escapistas, obsesionadas y masoqueadas esculturas metafísicas de poliéster y polvo de mármol blanco— es realmente imparable.

Antes de llegar a su propio estilo y de que se tropezara y rompiera una de sus obras nada menos que Sir Norman Foster, nuestro artista ha pasado por muchas búsquedas, revivals, posthistoricismo, postconceptual, arte tecnológico… y hete aquí que sus obras, como zombies calvos impolutos, con barriga, y a escala humana, van poco a poco ocupando el cerebro de los visitantes de los mejores museos del mundo y, ahora, hasta el 8 de marzo, se exponen no en un sitio cualquiera, sino en una de las galerías-museo más importantes de EEUU, la Phillips Collection, en la avenida de Florida, en pleno centro de Washington, como a quince minutos andando de la Casa Blanca y del “kilómetro 0 del mundo”. Recordemos que The Phillip Collection tiene una de las colecciones de arte privadas mejores del Planeta. Cada año invita a un artista de renombre para que basándose en algunas obras de sus fondos, en este caso dibujos de Daumier, haga una especie de dueto. Este año el elegido ha sido Bernardí. ¿Su exposición? Un éxito, lo leemos nada menos que en el legendario periódico The Washington Post. Y me hace muy feliz.

Intersections: Bernardí Roig: No/Escape

Dónde: Phillips Collection. 1600 21st Street NW, Washington DC
Cuándo: Hasta el 5 de abril de 2015.
Horarios: De martes a sábados de 10h a 17h. Domingos, de mediodía a 19h. Los jueves, horario extendido hasta las 20h30.
Entradas: 12$ (adultos)