Destinos para practicar “Coolcation”, la nueva tendencia viajera para huir del calor


Una nueva tendencia viajera cobra fuerza: el Coolcation, una fusión entre cool (fresco) y vacation (vacaciones), que propone huir del calor y las típicas vacaciones de sol y playa en busca de destinos con climas más amables, menos masificados y que permitan estar en contacto con la naturaleza y disfrutar del aire libre. 

La AEMET ya lo ha confirmado: el verano de 2025 marcará un nuevo récord de calor, con temperaturas que superarán los 40 °C en muchas zonas del país. Junio ha cerrado como el mes más cálido de toda la serie histórica, y las previsiones para julio y agosto siguen esa misma línea ascendente. 

Los expertos de Travelzoo, el club de los entusiastas de los viajes, analizan y seleccionan cada semana cientos de propuestas de viajes, y han identificado los mejores destinos en los que pasar unas vacaciones más frescas y sin agobios de calor.  Porque el lujo ya no es solo una habitación con vistas, sino poder respirar aire fresco, dormir sin aire acondicionado y redescubrir el placer de caminar bajo el sol sin que sea abrasador.

1. Donostia (España): brisa cantábrica y gastronomía urbana

Donostia es una de las excepciones térmicas del verano español: rara vez supera los 25 °C y su brisa cantábrica permite disfrutar del aire libre sin agobios. A su clima amable se suma una de las mejores ofertas gastronómicas de Europa, desde sus famosos pintxos en el casco antiguo hasta restaurantes con 18 estrellas Michelín, y una agenda cultural al aire libre que incluye festivales de música, jazz y cine.

2. Innsbruck (Austria): frescura alpina y cultura centroeuropea

En pleno Tirol austriaco, Innsbruck combina lo mejor de dos mundos: naturaleza alpina y vida urbana. Con máximas suaves en verano (en torno a 24°C), es un destino fresco, verde y activo. Desde el centro se puede subir en teleférico hasta picos de más de 2.000 metros, practicar senderismo o simplemente tomar un café con vistas a los Alpes. Comprometida con la sostenibilidad, es fácil de recorrer a pie o en tranvía y cuenta con una amplia oferta cultural que va desde castillos históricos, palacios imperiales a obras maestras de la arquitectura contemporánea.

3. Edimburgo y las Highlands (Escocia): cultura fresca y paisajes legendarios

Con temperaturas suaves incluso en agosto (15ºC-20 °C), Edimburgo es un refugio cultural veraniego, animado por el Fringe Festival y el Festival Internacional. Tras la ciudad, las Highlands ofrecen un respiro aún mayor: lagos, castillos, carreteras solitarias y naturaleza salvaje para reconectar sin prisas.

4. Crucero por los fiordos noruegos: vacaciones familiares con aire puro

Acantilados verdes que caen al mar, cascadas, pueblos de cuento, ovejas pastando en laderas imposibles, un crucero por los fiordos noruegos mezcla naturaleza espectacular y confort lejos de multitudes en una región cuyas temperaturas oscilan entre los 12ºC-18 °C. El formato crucero permite además disfrutar del viaje sin agobios y sin necesidad de cambiar de alojamiento cada día.  

5. Islandia en bicicleta: aventura fresca sobre tierra viva

Islandia es otro planeta. En verano sus temperaturas suaves, la luz casi constante y sus paisajes extremos elevan el viaje a otro nivel. Recorrerla en bicicleta es una forma única de conectar con su esencia: campos de lava, géiseres, cascadas y playas negras. Hay rutas organizadas con alojamiento en guesthouses sostenibles, y también opciones para cicloturistas experimentados que quieren viajar a su aire.

6. Zermatt y los Alpes suizos: aire limpio y vistas perfectas

Sin coches, con aire puro y temperaturas suaves (10ºC-20°C), elegir la suiza Zermatt a los pies del mítico Matterhorn, es viajar a uno de los destinos de montaña más refinados de Europa, sinónimo de lujo tranquilo. Entre glaciares, senderos alpinos y spas con vistas, este rincón en el corazón de los Alpes suizos equilibra aventura y descanso con una hospitalidad que invita a reconectar con lo esencial.