El mejor wine bar del mundo, todos los Airbus que te imagines, un imponente patrimonio que la pinta de rosa, el Canal du Midí… todo esto y más, mucho más, es la monumental y sorprendente Toulouse, que Logitravel nos invita a descubrir con sus ofertas.

El río Garona es el espejo en el que, desde hace más de dos mil años, se mira, bella, monumental y repleta de sorpresas, esta ciudad de Toulouse. Enclavada en el suroeste de Francia, Toulouse es una ciudad repleta de historia y sorprendente.

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Tras su perfil urbano de campanarios, torreones y edificios de ladrillos -que, cuando el sol refulge en ellos, le da al ambiente esa atmósfera colorida que hace que Toulouse se adorne con el sobrenombre de la ciudad rosa – esconde las maravillas de ciencia ficción de la Ciudad del Espacio, donde se desarrollan la mayoría de los programas especiales europeos y se diseñan los aviones de Airbus-, y una cara muy hedonista en la que caben el mejor wine bar del mundo y una escena cultural de primer nivel. Y si, además, la atraviesa el Camino de Santiago, ¿qué más se puede pedir?

 

 

Toulouse es la cuarta ciudad en Francia, y su centro urbano es un compacto joyero con decenas de edificios protegidos de todos los estilos, donde destacan sobre todo sus Lugares Patrimonio de la Humanidad, la Basílica de Saint-Sernin (el mayor edificio románico de Francia), y el Hôtel Dieu, que como hospital y albergue, sanaba y daba cobijo a los peregrinos del Camino de Santiago en su Vía Tolosana, o el Canal du Midi.

 

Rue du Taur Toulouse © Boigontier

 

Pero tampoco hay que olvidarse del Convento de los Jacobinos, una joya del arte gótico, sus casi 200 mansiones renacentistas, o los cinco puentes que salvan el Garona, sobre los que destaca el más antiguo de todos, el Puente Nuevo, construido entre los siglos XVI y XVII, y bajo los que navegan los numerosos barcos habilitados como restaurantes e, incluso, como hoteles.

 

Hôtel d’Assézat Toulouse © HapTag
Hôtel d’Assézat Toulouse © HapTag

 

Todo paseo por el centro de Toulouse debe comenzar en la Plaza del Capitolio, presidido por el Ayuntamiento, una maravilla neoclásica de visita obligada por sus suntuosos interiores, donde destacan la Sala de los Ilustres y la Sala Henri Martin, a las que además se puede acceder gratuitamente. 

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Bajo las arcadas de la plaza hay todo lo que se puede esperar de una plaza mayor francesa: restaurantes, cafés, tiendas gourmet… y arte, como el que adorna las bóvedas de la calle de la Galería, donde, a través de diferentes obras del artista Raymond Moretti, podemos conocer la historia de Toulouse desde sus inicios hasta nuestros días.

 

viajar-a-toulouse-ofertas-vacaciones-logitravel | Tu Gran Viaje
Foto © Florian Calas

 

También Toulouse sabe cómo ponerse imperial, con amplios bulevares y preciosos edificios señoriales del último tercio del siglo XIX, y esa belleza brilla especialmente en la Rue Alsace-Lorraine. La escena de shopping de Toulouse tiene sus escenarios más exclusivos en el barrio de la catedral Saint-Etienne y en los alrededores de la plaza de Saint-Georges. Por su parte. la Rue La Colombette está repleta de tiendas vintage y de artesanía y, aquí y allí, aparece de cuando en cuando una buena muestra de street art: también del arte urbano -como del espacio- puede decir Toulouse que es la capital de Francia.

 

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Foto Chris Barbalis | Unsplash

 

Desde luego, en todo viaje a Francia la gastronomía está muy presente, y en el caso de Toulouse, también. Entre las tentaciones gastronómicas, que suman diez estrellas Michelin, destacan las dos del chef Michel Sarran que imparte su magisterio en su restaurante, (en el boulevard Armand Duportal, 21). Yannick Delpech (ex chef con estrella) deleita con las obras de arte que, como si de una joyería se tratase, embriagan a locales y viajeros en su pastelería Sandyan, en la rue Alsace-Lorraine.

 

mercado Victor Hugo © PGO
Mercado Victor Hugo © PGO

 

Tampoco hay que perderse los mercados de la ciudad, donde las delicias gourmet se agolpan y los productos de la región -foie gras, magret de pato, salchichas de Toulouse, vinos (Fronton, Gaillac), quesos…- son los protagonistas del mercado de Carmes, el de Víctor Hugo -ambos abren cada mañana de martes a domingo- o el de Saint -Aubin, junto a la Iglesia del mismo nombre, que se llena todos los domingos de compradores a la captura de las maravillas de productores locales como hortalizas, quesos e, incluso, flores y productos textiles.

 

Basílica Saint Sernin Toulouse © JMHerrador

 

Y los amantes del vino están de enhorabuena: en Toulouse está el mejor bar de vinos del mundo, el Nº 5 Wine Bar, que ha ganado el título en 2017, 2018 y 2019 y en cuyas paredes hay más de 3.500 vinos de todo el mundo.

 

 

 

Y no podemos marcharnos de Toulouse sin viajar al futuro, al espacio: la ciudad es la capital aeroespacial de Europa gracias a la planta de Airbus -donde se pueden visitar las fábricas, incluso la espectacular cadena de montaje del avión A350-, el museo Aeroscopia, donde se exhiben los aviones más legendarios tanto de Airbus como de otras marcas, y la Ciudad del Espacio, el imponente recinto donde se exhiben los grandes logos de la industria espacial, como cohetes Ariane 5 o módulos de la estación espacial MIR.

 

Cite de l´espace Station Mir Toulouse © Manuel Huyn

 

Y todavía hay más: hoy, por las pistas de las que despegaban los primeros pilotos de la historia -entre los que se encontraba un jovencísimo Antoine de Saint-Exupery, el padre de El principito– se pasean las atracciones de La Halle de la Machine, auténticos prodigios mecánicos ideales para descubrir en familia, y entre las que destaca el Minotauro, una atracción móvil de catorce metros de altura a la que podemos subirnos y sentirnos más cerca del cielo que nunca. Y eso solo pasa en Toulouse, la ciudad del cielo.

 

Halle de La Machine © MamourBlogue.fr

 

Los bucólicos alrededores de Toulouse

Los alrededores de Toulouse son la estampa perfecta de la imagen mental que podemos tener de la Francia rural: pueblos bucólicos en los que parece que se ha detenido el tiempo, valles frondosos poblados de montes y châteaux con excelentes viñedos…

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La mejor manera de descubrir los alrededores de Toulouse es, sin duda, con una ruta en coche que te permita paladear a tu aire los sabores y placeres tanto de la ciudad de Toulouse como de la bellísima provincia de Haute-Garonne, en la que el enoturismo es práctica obligada.

 

 

A solo veinte kilómetros del centro de Toulouse nos espera la primera parada, la monumental Castelnau-d’Estrétefonds, que ya en la Edad Media era escala obligada para los peregrinos del Camino de Santiago y que hoy reclama nuestra atención con la iglesia de San Martín y el castillo, habitado por una orden religiosa. Muy cerca está uno de los viñedos más históricos del sudoeste de Francia, el viñedo de Fronton, cuyo origen se remonta a los tiempos galo-romanos y que define la pausada vida diaria de los veinte municipios que lo rodean.

 

 

 
 
 
 
 
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Entre el Tarn y el Garona, y con apenas 2400 hectáreas, las cuarenta bodegas de la denominación producen excelentes vinos; y una vista al castillo de Capdeville, en la población de Fronton, es obligada tanto para descubrir la historia de la región como para adquirir los vinos. Además, las siete hectáreas de jardines que lo rodean son ideales para descansar y hacer un picnic. Por el pueblo de Bessières, la siguiente parada, la Historia ha dejado su huella desde la época celta, como nos muestran sus fortificaciones; y en el pequeño Buzert-sur-Tarn, con su estampa de típico y tranquilo pueblo occitano, no hay que dejar de visitar el emotivo memorial en honor de los asesinados por la Gestapo durante la II Guerra Mundial.

 

 

 
 
 
 
 
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Siguiendo el Canal du Midi

En Toulouse, el disfrute de la vida es, también, pasear a pie o en bicicleta por la orilla del Garona o, mejor aún, recorriendo el Canal du Midi, una auténtica maravilla de la ingeniería que es patrimonio de la Humanidad y que pasa por Toulouse. La ciudad rosa es precisamente el punto de salida perfecto de una ruta en coche por el canal du Midi que nos va a permitir, siguiendo el curso del canal, explorar una de las colecciones de los parajes más bellos de Francia.

 

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El pueblo de Bonrepos-Riquet fue donde el ingeniero del canal, Pierre-Paul Riquet, se instaló a finales del siglo XVII para diseñar el canal: el castillo que fue su hogar, junto con los estanques que le sirvieron de prueba, pueden visitarse. A solo cuatro kilómetros está el pueblo fortificado medieval de Revel, que presume -¡con razón!- de celebrar cada sábado uno de los mercados tradicionales más bellos de Francia, en el que, además de infinidad de productos locales, vamos a encontrar auténticas obras de arte en madera: y es que en Revel, durante el siglo XIX, llegaron a trabajar hasta seiscientos talleres de ebanistas, y ese talento y saber hacer ha llegado intacto hasta nuestros días. Hay dos lagos cercanos de lo más instagrameables, el lago de Lenclas, cuyas aguas alimentan en parte al Canal, y el lago de Saint-Ferréol, que fue construido en el siglo XVII para alimentar al Canal cuya presa fue, durante más de dos siglos, la más grande del mundo. Hoy, sus orillas se han convertido en “la playa” de Toulouse, a la que acuden miles de tolosanos en cuanto aprieta el calor.

 

 

En esta ruta por el Canal du Midi hay multitud de lugares que nos transportan en el tiempo. Es el caso del pueblecito medieval de Saint-Félix-Lauragais, del que el ingeniero Riquet era señor, y en cuyas cercanías hay varios estanques y lagunas en las que se ensayaban las técnicas de construcción del canal. Además, las vistas panorámicas que desde lo alto de la colina regala de los Pirineos y la Montagne Noire son impresionantes. Y ya asoma en el navegador la escala final de nuestra ruta en coche por el Canal du Midi, Port-Lauragais, donde está la Maison de la Haute-Garonne, donde se pueden adquirir los productos locales de la región y, durante el verano, la exposición permanente “Canal du Midi” no deja un solo secreto sin descubrir de esta increíble obra del ingenio humano.