Unas vacaciones en Cuba son un viaje donde siempre se va a cumplir nuestra idea de verano perfecto. La mayor de las Antillas espera con propuestas infinitas, para todos los gustos: playas de ensueño, naturaleza arrebatadora y una de las ciudades más especiales del mundo, La Habana. Por todo ello, y más, viajar a Cuba es, siempre, una plan perfecto para unas vacaciones de verano.
La magia de La Habana Vieja
La ciudad vieja de La Habana es siempre el punto de partida de la visita por sus cuatro plazas emblemáticas -Armas, Vieja, Catedral y San Francisco- y por los baluartes militares de La Fuerza y La Cabaña que custodiaban la salida de los barcos españoles con la plata de América. La avenida del Puerto, que partía del Castillo de San Salvador de la Punta hasta los viejos muelles y la estación de tren, se ha convertido hoy en un sugerente paseo, presidido por la Columna de O’Donnell y la estatua del gran poeta cubano Nicolás Guillén, el lugar al que han vuelto los habaneros para divisar el otro lado de la bahía, la Iglesia de Nuestra Señora de Regla y las antiguas refinerías.
Mojitos y daiquiris: el recuerdo de Hemingway
Sin salir de La Habana Vieja están dos lugares míticos de la ciudad: La Bodeguita del Medio (Empedrado, 207) y Floridita (Obispo, 557), cunas del mojito y del daiquirí. En ellos se escucha y se baila la música cubana en esa Habana de Hemingway que atrapa no solo a los seguidores del escritor norteamericano sino a todos los viajeros, que también tienen una cita en la habitación 511 del Hotel Ambos Mundos (Obispo, 153), la estancia favorita del escritor entre 1928 y 1939 en La Habana.
En esta pequeña habitación con baño Hemingway comenzó a escribir en Cuba, artículos de pesca para la revista Esquire, cuentos cortos y algunos libros como “Muerte en la tarde” o “Las verdes colinas de África”. Si se quiere saber más de Hemingway, hay que visitar Finca Vigía, su residencia durante más de dos décadas en el poblado de San Francisco de Paula, a unos 15 kilómetros del centro de La Habana.
Las mejores playas del trópico
Miles de kilómetros de litoral bañados por el mar Caribe: un auténtico regalo para los sentidos y el alma que hacen de Cuba un destino imprescindible cuando se piensa en unas vacaciones de verano en el Caribe. Entre todas las playas de Cuba, tal vez las de más renombre -merecido, desde luego- sea la playa de Varadero, más de veinte kilómetros de auténtico paraíso tropical. Allí, además de una de las mejores playas del mundo, hay propuestas para todos los gustos -hoteles y resorts para todos los presupuestos, restaurantes excelentes, actividades acuáticas para disfrutar en familia-, entre las que destacan las actuaciones del mítico Buena Vista Social Club.
Pero no es Varadero la única joya de las playas de Cuba. Hay que tomar nota de las playas de Cayo Coco, ideales para los amantes del buceo y el snorkel, que tienen también que sumergirse en las aguas que bañan la playa Ancón, al sur de Trinidad, considerada por muchos la mejor playa de Cuba. También es posible disfrutar en soledad del Caribe más auténtico: las playas de María la Gorda, en Pinar del Río, la de Guardalavaca en Holguín o la de Duaba, en Baracoa, de arena negra, son un secreto que solo conocer los locales y los grandes viajeros.
Naturaleza de fábula
Con más de 7.000 especies vegetales endémicas -la mayor variedad de todo el Caribe- y más de 350 especies de aves -algunas, tan valiosas como el pájaro carpintero de pico de marfil-, no es de extrañar que Cuba sea un auténtico joyero de la Naturaleza y que casi una cuarta parte de su territorio esté protegido y salvaguardado por su riqueza natural. Hay seis espacios Reserva de la Biosfera de la UNESCO, y esa amplia variedad hace que para cada tipo de viajero haya un plan para descubrir y enamorarse de esa naturaleza: senderismo y tasaloterapia en la Sierra del Escambray, ecoturismo en Topes de Collantes…
Tampoco hay que perderse las montañas de Sierra Maestra, el Valle de Los Ingenios -Paisaje Cultural de la Humanidad por la UNESCO-, o el área protegida más importante de Cuba, el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, núcleo de la Reserva de la Biosfera Cuchillas del Toa.
