En El 38 de Larumbe, Pedro Larumbe presenta ocho recetas para disfrutar de un producto que, en su opinión, encaja con todos los ingredientes: los huevos. Y no unos huevos cualesquiera, sino “de los de verdad”. ¿No es una maravilla?
Posiblemente, al comer huevo se experimenta la misma sensación que al llevarse a la boca un tomate. Y la frase más repetida es: ‘Ya no son como los de antes’ o ‘no sabe a nada’. Convencido de que la elección de un proveedor de confianza es el primer paso que garantiza un plato de altura, el chef Pedro Larumbe elige los huevos de Cobardes y Gallinas. Con el objetivo de devolver a sus clientes el placer supremo que este humilde, y tantas veces maltratado, producto provoca, él solo confía en estas gallinas de raza que viven en libertad en la Finca Viña Grande, situada en la localidad de Paredes de Escalona, en los montes de Toledo.
A Larumbe le fascina el huevo porque encaja bien con infinidad de ingredientes. Partiendo de una materia prima de calidad, se trata de jugar con armonías que la ensalcen. Por eso, los ocho platos que ahora presenta variarán a lo largo de las estaciones, en función de lo mejor de cada temporada. Si bien, se trata de una pequeña carta que ha llegado para quedarse en este imprescindible El 38 de Larumbe.
Los huevos de Cobardes y Gallinas, protagonistas en El 38 de Larumbe
En El 38 de Larumbe (Pº de la Castellana, 38. Tel. 91 575 11 12. www.pedrolarumbe.com), los huevos de corral casan a la perfección con piquillo; setas y crujiente de jamón; así como con trufa y crema de patata ligera. Son un capricho extraordinario si se acompañan con caviar y salsa holandesa; con foie y alcachofas; y también con salmón ahumado. No solo eso, sino que además resultan únicos con gambón austra y salsa de marisco; o en forma de tortilla con queso y el toque inconfundible de la trufa.