TGV Lab para Visit Czech Republic.
Texto: Galo Martín Aparicio. Imágenes: Archivo Tu Gran Viaje,Visit Czech Republic.
Brno, la principal ciudad de la región checa de Moravia y la segunda ciudad más grande de la República Checa es, también, una alternativa de escapada para aquel a quien las saturadas calles por las que paseó Kafka le saben a poco.
Brno se encuentra, por poco, más cerca de Viena que de Praga, Sus casi cuatrocientos mil habitantes viven a una y otra orilla de los ríos Svitava y Svratka y a los pies de un colina orlada por el castillo Špilberk. Entre su población destacan los tan aplicados como animados estudiantes de la Universidad Masaryk y dos eminencias en sus respectivos campos profesionales; el escritor Milan Kundera y el histórico arquitecto Adolf Loos, a los que hay que sumar a los que nacieron en diferentes pueblos de Moravia: los músicos Leos Janácek y Alfred Brendel, el deportista Emil Zátopek, el artista Alfons Mucha y el psicoanalista Sigmund Freud.
Más que una ciudad de barrios, Brno lo es de edificios. Cuenta con los grandilocuentes monumentos que casi todas tienen; una catedral, un castillo, una gran plaza, etc., además de un laberinto subterráneo, una cisterna, un osario, un búnker y una arquitectura funcionalista que cuenta muchas cosas sobre el pasado de Brno. Durante los siglos XVIII y XIX, los industriales del textil de Brno se enriquecieron tanto que llamaron a los arquitectos que habían diseñado y construido bulevares y edificios en la Viena imperial para que dirigieran las obras de sus residencias particulares. Casas patricias que se diferenciaban del resto por sus fachadas coloreadas y recargadas.
Una moda que pasó, coincidiendo con el auge y esplendor del funcionalismo, un estilo arquitectónico moderno (no confundir con el modernismo, no tiene nada que ver) de finales del siglo XIX y principios del XX, que hizo que las casas resultasen tan sencillas, prácticas y desprovistas de adornos, como elegantes. Construcciones ideadas según su propósito y que en Brno todavía pueden verse. Hay edificios de oficinas, dependencias administrativas, sucursales bancarias, de correos, incluso un hotel y, sobre todo, una serie de villas que son un imán para los turistas amantes de la arquitectura y de la belleza.
Brno, paraíso de la arquitectura funcionalista
Al noreste del centro histórico se encuentra la célebre Villa Tugendhat, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESO. Una residencia diseñada entre 1929 y 1930 por el que fuera el último director de la Escuela Bauhaus, Ludwig Mies van der Rohe. Una vivienda en la que se instaló el matrimonio formado por Greta y Fritz Tugendhat, una joya de la arquitectura del Movimiento Moderno que es propiedad del gobierno desde 1955 y que no ha dejado de estudiarse y visitarse. En el salón de la misma en 1992 se firmó el tratado que decretó la escisión de Checoslovaquia, lo que supuso el nacimiento de dos países: la República Checa y Eslovaquia.
Muy cerca de la Tugendhat está la villa Löw-Beer, otra residencia moderna que en su interior alberga una exposición permanente sobre el estilo de vida de la burguesía del siglo XIX y principios del XX. Al oeste del centro urbano, en el acomodado barrio de Pisárky, se encuentra la villa Stiassni, una vivienda de dos pisos en forma de L, sobre un terreno empinado, que le encargó Alfred Stiassni, un fabricante de textiles de origen judío, al arquitecto Ernst Wiesner y que terminó de construir en 1929. Por fuera no hay duda de su estilo funcionalista, algo que contrasta con su interior, decorado como los castillos medievales. Al norte de la Stiassni se encuentra la villa de Jurkovič, residencia del arquitecto del mismo nombre y que se construyó para su uso propio. Cuando empezó con la obra, en 1905, la zona no hacía parte de la ciudad, estaba a las afueras, en un valle.
Arquitectónicamente hablando estas cuatro villas son las más celebres y las que casi todo el mundo que visita Brno se acerca a ver por fuera y por dentro, previa reserva. Sin embargo, en la ciudad hay muchos más edificios que ver y que pasan desapercibidos. El edificio de Correos, del arquitecto Bohuslav Fuchs, la cafetería Zemanova kavárna a cukrárna, la galería comercial ALFA pasáž y el Hotel Avion, un edificio de estilo funcionalista, obra de Bohuslav Fuchs, tan céntrico como estrecho. Se encuentra muy cerca de la Plaza de la Libertad y mide ocho metros de ancho por treinta y cuatro de largo. Desafortunadamente en la actualidad no es posible ni alojarse en alguna de sus habitaciones ni tomar nada en su cafetería. A estos edificios históricos hay que añadir la Torre AZ, el rascacielos más alto de la República Checa, un edificio que mide 111 metros de alto repartidos en 30 plantas, en las que hay oficinas, comercios y apartamentos.
Desde las alturas: los miradores de Brno
En Brno hay varios miradores panorámicos, algunos naturales y otros ubicados en edificios históricos, mucho más antiguos que la mencionada Torre AZ. Desde lo alto de la colina en la que se ubica el castillo Špilberk, una fortificación medieval del siglo XIII que sirvió de cárcel ahora es patrimonio nacional y alberga el Museo de la Ciudad, se distinguen los pináculos de la catedral de San Pedro y San Pablo, un templo del siglo XIII que se ha reconstruido tanto que en el mismo se mezclan varios estilos: románico, gótico y barroco.
Las campanas de esta catedral tañen a las 11 como si fueran las 12, para conmemorar la treta que hicieron las tropas locales para repeler el ataque e invasión del ejército sueco en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), quienes se autoimpusieron como hora límite para conseguir su objetivo las doce del mediodía, en caso de no conseguirlo se retirarían, como así hicieron, pero sin saber que en realidad lo hicieron una hora antes.
Los iconos de Brno
Otro balcón al que asomarse y contemplar la ciudad es la torre del antiguo ayuntamiento de Brno, y que hoy es la sede de la Oficina de Turismo. Una torre que aglutina dos estilos, gótico y renacentista, y que mide 70 metros de altura. Entre este edificio y la catedral se encuentra la Plaza de las Verduras. Una plaza o, más bien, un mercado al aire libre en el que los tenderos, ganaderos y agricultores locales venden sus cosechas y productos, además de hierbas aromáticas y flores.
En diciembre se organiza un mercado navideño, y entre tanto puesto es posible ver una fuente barroca y una columna que conmemora el concierto que dio en la ciudad Mozart con once años. Debajo de la misma, debajo de las casas de los alrededores de la plaza, hay una red de sótanos, pasillos y nichos, en los que se almacenaban alimentos, se maduraba la cerveza y el vino, y la gente se escondía en época de guerras.
El viejo consistorio se encuentra muy cerca del epicentro de la ciudad, la Plaza de la Libertad. Un lugar en el que se celebran ferias, fiestas, mercados y en el que mucha gente se cita para encontrarse. Lo más llamativo de la plaza es su reloj astronómico de granito negro, color que tiñe el rico subsuelo de Brno. A las galerías ya mencionadas que hay debajo de la Plaza de las Verduras, se suman el osario de la iglesia de San Jacobo, en el que hay restos de más de 50.000 personas, y que fue construido en el siglo XVII con la idea de desahogar al cementerio que había dentro de la ciudad amurallada.
Al oeste del castillo Špilberk se encuentra el punto de acceso para visitar las entrañas de la ciudad de Brno, la cisterna Žlutý kopec, que recuerda a la Cisterna de la Basílica de Estambul. Unos depósitos subterráneos históricos por los que circuló en el pasado el agua del río Svratka. Justo en el otro extremo de la colina del castillo, en el lado este, se encuentra el acceso al búnker 10-Z, un búnker construido durante la II Guerra Mundial con capacidad para unas 500 personas y que podían estar durante tres días.
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Otro sitio relacionado con la contienda es el Museo de la Cultura Romaní, pueblo que también quiso exterminar Adolf Hitler y que tampoco lo pasó bien con el régimen comunista. El sitio se encuentra al este del centro urbano, un espacio en el que por sus cinco salas quien lo visita puede recorrer el camino realizado por loas romaníes a lo largo de la historia, desde su patria originaria, la India, hasta hoy.
Direcciones recomendadas
En una ciudad universitaria como es Brno no pueden faltar bibliotecas y bares. De estos últimos hay muchos, variados y frecuentados no sólo por los estudiantes. El café, el vino y, por supuesto, la cerveza, es lo que más se consume, trago que se puede acompañar con música en vivo. Entre toda la oferta de bares que hay cabe destacar el Super Panda Circus, en el que la especialidad son los cócteles, algunos servidos en un biberón. Otro que llama mucho la atención es el The Bar That Doesn’t Exist, y el Rotor bar, de estética punk y que por la mañana es un sitio para tomarse un café y, por la tarde-noche, un animado bar de copas. Otros sitios recomendados en los que degustar un buen café son SKOG Urban Hub, Café Tungsram, Podnik café bar, y el Café Mitte.
Una buena recomendación para aquellos que quieran dormir en Brno y disfrutarla tanto de día como de noche, pueden alojarse en el divertido y atractivo Anybody Hotel. Diseñado para parejas y con 10 habitaciones decoradas con motivos de películas, unas más conocidas que otras, como lo es Brno. Una ciudad por descubrir.
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