Oporto, la antaño decadente segunda ciudad portuguesa, es hoy en una de las mecas hipsters de Europa. Y en este verano, viajar a Oporto será, sin duda, una de las mejores cosas que podrás hacer. ¡Te contamos por qué!
Que Oporto es uno de los mejores destinos de escapada de Europa no es ningún secreto –no te olvides que su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad desde 1996. Y lo es por muchas razones: por su riqueza monumental -su casco histórico es patrimonio de la Humanidad desde 1996-, por sus vinos, por su carácter atlántico y, de unos años a esta parte, por un renovado carácter que, a golpe de tendencias y emprendedores valientes, le ha dado a Oporto un brillo actual y, como decía Robert Palmer, simply irresistible.

Porque, desde luego, los viajeros seguimos maravillándonos ante la belleza de la Torre de los Clérigos, rebuscando libros en Lello e Irmao, aguardando una mesa libre en el Café Majestic y llenando las terrazas de la Ribeira y las bodegas de Gaia; pero, también, descubriendo vinos jóvenes en los wine bars, llenando nuestro maletero de tesoros vintage rescatados de tiendas de antigüedades o subiendo a nuestro Instagram el atardecer sobre la Casa da Música.
Y es que, de un tiempo a esta parte, la “ciudad de los puentes” se ha sacudido su pátina de saudade y lo que hasta hace muy poco eran melancólicas calles con demasiada tranquilidad se han convertido, a golpe de emprendedores y tendencias, en focos repletos de momentos hipsters: cavas de vino –por supuesto-, barberías, tiendas gastro…

Más que azulejos y barroco
Claro que siguen ahí los iconos arquitectónicos de siempre -a saber: la Torre de los Clérigos, el puente de Luis I, la estación de Sâo Bento-, pero a nuestro viaje les sumamos otros que copan las portadas de las revistas de tendencias. Y es que el barroco y el rococó y los azulejos azules del casco histórico dejan lugar, cuando se atraviesan sus límites, a una ciudad moderna, de amplias avenidas, donde el Atlántico está más cercano que nunca y en la que sobresalen la Casa da Música (Av. da Boavista 604-610) una obra maestra del arquitecto holandés Rem Koolhaas, hogar de las orquestas de la ciudad; el Museo de Arte Contemporáneo de Serralves (Rua de D. João de Castro, 210), situado en los espacios únicos de la Fundación de Serralves, y que es no solo el museo de arte contemporáneo más importante de Portugal sino, también, la obra maestra de su arquitecto, Álvaro da Siza.

Y el Centro Português de Fotografía (Campo Mártires da Pátria), una antigua cárcel del siglo XVIII -cuelgan grilletes en muchas de sus ventanas enrejadas y operó como tal hasta que el triunfo de la Revolución de los Claveles– reconvertida en uno de los mejores museos sobre fotografía del continente.

No digas Oporto, di vino (¡y bébetelo!)
Las barcazas que fondean en el Douro, a la sombra del puente de Luis I, en la orilla de Vila Nova de Gaia, son un marco ideal para triunfar en nuestra cuenta de Instagram pero, hasta no hace muchos años, eran solamente el método de transporte para bajar por el Duero las barricas de vino de bodegas históricas –Pinto, Sandeman o Ferreira– en la que hoy puedes disfrutar de visitas guiadas y catas y venta de vinos.

En este renacimiento de Oporto y su pasíon por el vino tienen también, desde luego, un papel primordial los wine bars y enotecas que se han inaugurado en los últimos años, y en las que encontrarás una amplísima oferta de vinos de la región -y de otras portuguesas como el Alto Minho o Alentejo: A perola da India (Rua das Flores, 220) y Porto on a bottle (en el 263 de la misma calle) son dos apuestas seguras.

Gimme shopping: de compras en Oporto
No te van a faltar en Oporto tentaciones para llenar tu maleta de artesanía, moda, vinos… Mercados callejeros como el de Porto Belo o el de los Clérigos son auténticos paraísos vintage, como lo es Casa Faría (Rua Mouzinho da Silveira, 237), un badulaque que te atrapa en cuanto cruzas su puerta. Los productos portugueses más tradicionales y de la mejor calidad –conservas, textiles, menaje…- los tienes en la bellísima tienda A Vida Portuguesa (Rua Galeria de Paris, 20).

Los ateliers y galerías de arte de la rua Miguel Bombarda son una invitación a quemar la tarjeta de crédito e invertir en los talentosos artistas locales y, también, a comprobar porqué la moda portuguesa está –valga la redundancia- de moda: en el centro comercial Bombarda te aguardan las creaciones de Carlos Carneiro, Pedro Trigo Luis Bucchino, Katty Xiomara o Nuno Baltazar; y en la zona de la avenida de Boavista, locales como Gastby, Fashion Clinic o Por Vocaçao satisfarán al shopper que llevas dentro.
En el muy chic The Feeting Room (Largo dos Lóios, 89), además de las mejores creaciones de diseñadores nacionales -como la diseñadora de la ciudad María Maleta-, te podrás tomar un café en su The Coffee Room, y en plena Ribeira, Armazém (rua de Miragaia, 93), una preciosa tienda multimarca que fue en tiempos la bodega y almacén de una marca de vino, con más de 1.500 metros cuadrados con córners de marcas portuguesas como Mexxca, R & B y Sofia Ferreira, y un café bar.
¡A la mesa! Comer en Oporto
¿Caprichos gastro? En Oporto, los que quieras. Desde restaurantes adornados con estrellas Michelín como The Yeatman (en el hotel del mismo nombre, en Vila Nova de Gaia) o el Antiqvvm (R. de Entre-Quintas 220) a templos clásicos donde reinan las recetas tradicionales de la ciudad, como la francesinha, que la bordan en el histórico Café Santiago (rua Passos Manuel 226).

El mercado de Bolhao, uno de los más famosos de Europa, sigue manteniendo su sabor tradicional: hay viajeros como tú disfrutando de él pero, sobre todo, parejas jóvenes que aparcan sus bicis y llenan sus cestas de mimbre de los productores locales, y que luego se dejan caer por el Do Largo, el restaurante del hotel AS 1829 (Largo de Sao Domingos, 45-55) o el Cantinho do Avillez (rua Duques de Bragrança, 7), dos locales donde, además de comer estupendamente, vas a romper tu récord de corazones en Instagram…
Si lo tuyo son las comidas frugales pero repletas de sabor, date a los petiscos, las tapas portuguesas. En Caldeireiros (rua dos Caldeireiros, 139), no te pierdas la tradicional alheira de caça, una salchicha de carne de pollo y conejo con espinacas y ajo.
Planes en Oporto
Y no digas que en Oporto no tienes de todo: repasa tu barba en la histórica Barbearia Porto (Rua Dr. Artur Magalhães Basto, 6), y aprovecha el buen tiempo para pasar una mañana de playa: la de Matosinhos, es ideal para disfrutarla a tope -y, si es sobre una tabla de surf, ¡más todavía!

Y para rematar la jornada, y codearte con lo más trendy de Oporto, tienes que ir al Café Candelabro (Rua da Conceição 3), un precioso café-librería-sala de exposiciones ideal para pasar la tarde con un café hojeando su fondo de libros sobre cine y que se convierte, cuando cae la noche, en uno de los locales más animados de la ciudad. ¡Tienes que viajar a Oporto, Gran Viajero!
