Océano, dehesa y tradición definen al Alentejo. Y con más de 22.000 hectáreas de viñedo, el enoturismo es una de las mejores maneras de disfrutar del Alentejo, la región más grande y auténtica de Portugal.
Enoturismo en Alentejo
Son muchos los hoteles rurales dedicados al enoturismo y que se esfuerzan porque sus huéspedes conozcan el vino desde que se siembra hasta que se degusta. Por ejemplo, en el alto Alentejo, destaca el hotel Torre de Palma Wine Designs, una villa señorial del siglo XIV que cautiva todos los sentidos. Una forma de estar en contacto directo con el origen de los vinos. Quinta Cabeças do Reguengo es otra maravilla perfecta para el turismo rural y gastronómico en el norte de Alentejo que destaca por la producción de su vino.


Otros alojamientos que permiten a los huéspedes disfrutar de la naturaleza, la gastronomía y un buen vino alentejano, son Herdade da Malhadinha Nova Country House & Spa. Ubicado en una finca familiar, se basa en los detalles: sofisticación, confort, y un restaurante con una cocina local renovada acompañada de un buen vino elaborado en sus propias cepas. Por otro lado, Herdade do Sobroso, muy cerca del Alqueva, en sus 1600 hectáreas, concilia la producción de vino con el disfrute del espacio y la naturaleza, utilizándolos como centro de ocio.
Las Denominaciones de Origen
Alentejo cuenta con ocho zonas Denominación de Origen: Portalegre, Borba, Redondo, Reguengos, Vidigueira, Évora, Granja/Amareleja y Moura. La visita también puede realizarse a través de sus tres rutas del vino: la ruta de San Mamede, al norte, con vinos intensos y aromáticos; la ruta histórica, que recorre todos los viñedos del centro del Alentejo, como Borba o Reguengos de Monsaraz; y la ruta del Guadiana, que sigue el río que le da nombre. Para hacer catas y visitas a bodegas conviene reservar en la Asociación Ruta de los Vinos de Alentejo.

A la mesa: la gastronomía tradicional del Alentejo
La región es apta para todos los gustos. El Alentejo no es homogéneo, sino diverso, tanto en paisajes como en gastronomía. El aceite de oliva, el pan, los productos de proximidad y las hierbas aromáticas fundamentan la gastronomía del Alentejo, siempre de temporada. Sus carnes, muchas de ellas certificadas y procedentes de rebaños que pastan en libertad, brillan en recetas tradicionales como carne a la parrilla, guisos, migas o platos de caza.

En la costa, no se puede dejar de probar el marisco y el pescado que, acompañados de unas bonitas vistas al mar, sabrán todavía mejor. La pluralidad de la zona explica que en la oferta gastronómica también tengan hueco las especialidades de agua dulce, como las anguilas de Lagoa de Santo André. Todo esto, con el mejor vino de la zona harán de la experiencia en Alentejo un viaje inolvidable.