Todos estamos de acuerdo: Lisboa es la capital europea de moda. Y, durante la Navidad, la ciudad se llena de luces, mercadillos, eventos… y dulces en todos lados. la Navidad en Lisboa es un festival que no te puedes perder, Gran Viajer@.

Si la Navidad en Lisboa tiene un icono ese es, sin duda, el árbol de navidad de la plaza del Comercio. Terreiro do Paço siempre es el punto de encuentro preferido por los lisboetas y, durante estos días del año, más todavía, en dura competencia con el mercadillo de navidad del Convento dos Cardaes, el mejor lugar para realizar compras de Navidad, o simplemente tomar algo -y ese “algo” pueden ser pecaminosos dulces tradicionales de estas fechas como un bolo rei (similar al Roscón de Reyes, en forma de corona, relleno y decorado con frutos secos y frutas escarchadas, y donde también hay escondido un pequeño regalo), unos sonhos o unas rabanadas.

 

Navidad en Lisboa | Tu Gran Viaje
Plaza del Rossio, Lisboa. © Visit Lisboa

 

Nochebuena y Nochevieja a la lisboeta

Los lisboetas celebran Nochebuena o Noche de la Consoada, un gran banquete compartido entre familiares y amigos cercanos. Tradicionalmente se cena bacalao, preparado con verduras, patatas, zanahorias y huevos. Según la tradición, antes del día de Navidad se debe hacer ayuno y tras la Misa del Gallo, o “Missa de Galo” (a medianoche del día 24 de diciembre), se lleva a cabo la cena en familia. La mesa de Navidad está repleta de manjares y dulces típicos, y se presenta hasta el día 6 de enero. El intercambio de regalos navideños se realiza en Nochebuena, después de la Consoada. El encargado de todos los presentes es Pai Natal (Papá Noel), que recibe ayuda del niño Jesús para entregarlos.

 

La Plaza del Comercio, epicentro de la celebración de la Navidad en Lisboa
La Plaza del Comercio, epicentro de la celebración de la Navidad en Lisboa

 

Los lisboetas comparten con los españoles la costumbre de tomar uvas con las campanadas en Nochevieja, aunque en su caso se tratan de pasas. Su tradición es bastante reciente, ya que comenzó a realizarse a principios del siglo XX. En Lisboa se comen también doce, y cada una de ellas simboliza un deseo por cada uno de los meses del año. Después se suele brindar con champán o con algún otro licor espumoso.