Desde Bergen, la segunda ciudad más importante de Noruega, conocida como la puerta de entrada a los fiordos, parten muchos de los cruceros con los que explorar toda la belleza salvaje que este país tiene que enseñar. Pero en estas fechas, nos vamos a quedar en la ciudad para disfrutar de un auténtico espectáculo viajero: la Navidad de Bergen, que huele a genjibre.
Bergen, la puerta a los fiordos noruegos, no es solo una de las ciudades más bellas del continente -y Lugar Patrimonio de la Humanidad, además- sino que, en estos días, se convierte también en una de las más sabrosas. Y es que, hasta el 31 de diciembre, esta ciudad de cuento de hadas atrae a miles de viajeros de todo el mundo deseosos de visitar Pepperkakebyen, una inmensa recreación en miniatura de la propia ciudad ¬-casas, vehículos, barcos…- realizada con galletas de gengibre por colegios y guarderías de la ciudad.
Es esta una de las tradiciones navideñas más populares de Noruega, un país de naturaleza desatada en el que, en estos días, absolutamente todo -desde el espectáculo de las auroras boreales a los impresionantes fiordos coronados por la nieve, pasando por el ambiente navideño de Oslo o la propia Bergen- sabe a Navidad.
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