Umbría, tierra de arte

 

Los visitantes de Umbría pueden explorar el patrimonio arqueológico de civilizaciones pasadas, incluidos antepasados tan lejanos como los antiguos Umbros y los Celtas. En muchas ciudades se pueden encontrar ejemplos de arquitectura romana y etrusca. No es raro encontrar en los sótanos de los palacios renacentistas bloques de cimentación colocados por obreros hace dos milenios. Prácticamente todas las ciudades y pueblos conservan un marcado carácter medieval con sus correspondientes fortificaciones.

Umbría es una tierra atemporal, repleta de monumentos históricos y arte, pero no es un museo anquilosado. El arte contemporáneo y las monumentales instalaciones al aire libre demuestran la pasión de Umbría por la obra de artistas de los siglos XX y XXI (y viceversa).

Por ejemplo, la escultora estadounidense Beverly Pepper donó a Todi 20 obras en hierro, acero inoxidable y piedra para crear el Parque Beverly Pepper; también diseñó los bonitos bancos que invitan al público a relajarse contemplando las esculturas.

 

Su afecto por Umbría ha perdurado durante mucho tiempo y se ha manifestado a través de las obras que ha creado y, en algunos casos, donado a localidades de la región. Otras importantes obras de la escultora se encuentran en Asís, Spoleto, Panicale, Torgiano y Brufa.

 

 

En Panicale, Pepper construyó y donó el Anfiteatro. Su diseño recuerda a los teatros antiguos, ya que aprovecha una pendiente natural, con bloques de piedra instalados para crear la zona de asientos. Su ubicación aprovecha un panorama espectacular que sirve de telón de fondo al escenario. El teatro se utiliza para representaciones ocasionales.

Al otro lado del Lago Trasimeno, en la localidad de Tuoro sul Trasimeno, la creación escultórica Campo del Sole se presenta como un punto de referencia en la orilla del lago. Consta de 29 columnas-escultura dispuestas en espiral. El conjunto es obra de Pietro Cascella y varios escultores han contribuido a su realización. Las obras están talladas en arenisca gris y miden 4,5 metros de altura. Aunque no conmemoran ningún acontecimiento concreto, la disposición de las obras y sus diferentes representaciones esculpidas invitan al visitante a reflexionar sobre la historia y el pasado.

 

 

El Parque de las Esculturas de Brufa, en la zona verde del pueblo de Brufa, cerca del municipio de Torgiano, alberga más de 30 obras permanentes instaladas entre las suaves colinas de esta zona vinícola. Cada año se invita a un escultor contemporáneo a crear una nueva obra, partiendo de la elección del emplazamiento para la instalación, observado en diferentes condiciones de luz y atmósfera, diseñando una escultura que realce el entorno en un diálogo constante con él.

 

 

En el territorio de la preciada variedad de uva Sagrantino, una cúpula de metal oscuro se eleva sobre los viñedos circundantes, pero no es sólo arte: es una magnífica obra de arquitectura, a la vez escultura moderna y lugar de trabajo. Es el Carapace, diseñado por Arnaldo Pomodoro para la bodega Lunelli de Bevagna. La cúpula está revestida de cobre y su superficie irregular evoca la tierra surcada que la rodea. En otoño, las hojas del Sagrantino se tiñen de escarlata, creando llamativos destellos de color contra la tierra oscura y el cielo azul.

 

 

Asís, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es mundialmente conocida por ser la patria de San Francisco, patrón de Italia. Asís es el centro de la Via di Francesco, una ruta a pie y en bicicleta por los bosques, campos y olivares de Umbría, que sumerge al visitante en la paz del campo. El mensaje del santo de respetar la naturaleza y todas sus criaturas sigue resonando hoy en día, y muchos visitantes que pasan tiempo en la Via di Francesco están motivados por el deseo de entrar en contacto con la naturaleza, más que por razones espirituales o religiosas.

 

Adyacente a la Basílica de San Francisco, el Bosque de San Francisco, llamado “la otra mitad de Asís”, es un armonioso parque propiedad de la FAI (cuya misión es promover y salvaguardar lugares especiales de Italia en beneficio de las generaciones presentes y futuras). En el interior del Bosque se encuentra el Tercer Paraíso, obra de Michelangelo Pistoletto creada plantando 121 olivos en tres círculos interconectados.

 

 

Spoleto alberga una colosal escultura de Alexander Calder, el Teodelapio, que domina la plaza de la estación de ferrocarril. Los organizadores del Festival de Spoleto de 1962 invitaron al artista a diseñar una de las piezas de mobiliario por las que se había hecho famoso; en su lugar, Calder propuso este primer Stabile, el único ejemplo del artista de este tipo en Italia. Desde hace 66 años, el Festival de Spoleto lleva las artes escénicas a los escenarios de la ciudad: el teatro romano al aire libre, la plaza inclinada frente a la Catedral, el teatro y las iglesias. El Festival es conocido por sus espectáculos vanguardistas y por los estrenos mundiales de música, danza y teatro, y en la edición de 2023 se representó el Sueño de una noche de verano en una cárcel por presos-actores.

 

 

El Festival de Spoleto trajo a Sol LeWitt a Umbría, iniciando su relación con la zona, que duraría toda su vida. LeWitt vivió en Spoleto durante décadas y sus obras se exponen en la Galería de Arte Moderno ‘G. Carandente’ del Palazzo Collicola. En el cercano Campello sul Clitunno, LeWitt creó La Torre, una obra realizada con bloques de hormigón, apilados en una especie de zigurat. Esta obra, situada no lejos del nacimiento del río Clitunno y del templo que atraía a los aristócratas del siglo XIX en su Grand Tour, crea un contraste con la evocación de las torres del Manhattan de los años sesenta.

 

 

El último y mayor ejemplo de land art en Umbría no es una obra moderna: la Cascata delle Marmore, que forman parte del itinerario del Grand Tour, no es un fenómeno de la naturaleza, sino de los romanos. Como parte de un plan de recalificación, el cónsul Manio Curio Dentato ordenó abrir un canal, que drenaba el agua de un pantano, para dejarla fluir por un acantilado hasta el río Nera, más abajo. Lord Byron escribió sobre su increíble belleza, que también inspiró a los Plenaristas como Jean Baptiste Camille Corot.

 

 

Las cataratas tienen tres saltos principales que totalizan 165 metros, lo que las convierte en una de las cascadas más altas de Europa. El parque circundante conserva una importante biodiversidad, con muchas variedades de helechos, líquenes, musgos y plantas acuáticas, así como numerosas especies de fauna. Los senderos del parque permiten a los visitantes descubrir su entorno, admirar el arco iris creado por la niebla que surge de las aguas burbujeantes y refrescarse con un chapuzón. El parque cuenta con un sendero para subir a la cima de las cataratas; en los bosques situados debajo y encima de las cataratas hay mesas para relajarse con un almuerzo campestre. Río arriba y río abajo de las cataratas, en el Nera, se puede practicar piragüismo, kayak y rafting.

Tras haber pasado un día al aire libre, el colofón ideal es una comida con platos tradicionales, preparados con ingredientes locales y perfectamente maridados con vinos de Umbría.