El Caminito del Rey es una de las rutas senderistas más populares de España. Toda una experiencia viajera que no puede faltar en Tu Gran Viaje a Málaga.




Desde su rehabilitación y su posterior apertura al público en 2015, el Caminito del Rey es en uno de los principales atractivos turísticos de Málaga. Gran parte de su éxito radica en las sobrecogedoras paredes de roca del desfiladero de los Gaitanes, por donde discurre el sendero colgante y, metros abajo, las aguas del río Guadalhorce.

 

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La realidad es que esta senda inicial de tres kilómetros de longitud se construyó para facilitar el acceso al pantano de El Chorro de los operarios que se ocupaban de su mantenimiento, pero la visita del Rey Alfonso XIII en 1921 cambió la historia de este lugar y de sus pueblos cercanos, Álora, Ardales y también Peñarrubia, que quedó sumergido en la aguas del pantano de Guadalhorce.




Sus habitantes lo utilizaban para recorrerlo a pie, con caballerías o en bicicleta, pues el complejo disponía de iluminación eléctrica y hoy el Caminito del Rey riega de recursos económicos a estos pueblos por la popularidad del sendero, ya muy seguro después de su renovación, pero por el que se siente una dosis de adrenalina cuando se camina por las elevadas pasarelas y se observan los recovecos de la roca que dan cobijo a algunos animales como el buitre (gaitán), que da nombre a este cañón.

 

Foto de Mateusz Plinta en Unsplash

 

Dada la aceptación de esta ruta de senderismo, conviene reservar la entrada por internet con antelación, y teniendo en cuenta que los niños menores de ocho años tienen prohibido el acceso al Caminito del Rey. A los visitantes se les entrega un casco protector a la entrada que deben llevar por todo el recorrido, y se les sugiere que caminen con el mayor silencio posible advirtiéndoles de que no pueden apelotonarse en algunos puntos marcados del recorrido.

 

Foto de Giuseppe B. en Unsplash

Los especialistas del sendero recomiendan visitar este bello paraje en los meses de marzo y abril, cuando la flora se encuentra en su máximo esplendor con pinos carrascos, sabinas, eucaliptos, sauces y fresnos y se puede avistar la fauna del área como el buitre, el halcón peregrino, el águila perdicera, el martín pescador o la garza común. Normalmente los ocho kilómetros del recorrido se realizan entre tres o cuatro horas y hay entradas generales (10 euros) y visitas guiadas (18 euros).

 

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