Naturaleza, patrimonio artístico y arqueológico, gastronomía… El Camino de San Frutos, una ruta por el nordeste de Segovia, es el mejor espejo donde descubrir una provincia repleta de estímulos viajeros.
En el nordeste de la provincia de Segovia, entre la capital, Segovia, y la ermita de San Frutos, enclavada en el corazón del Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, transcurren los setenta y siete kilómetros del Camino de San Frutos, un camino de peregrinación que es un sendero de alto interés paisajístico y cultural y que funciona, además, como eje vertebrador y de desarrollo económico de los núcleos de población por los que discurre.
El Camino atraviesa bellísimos parajes desconocidos del nordeste de Segovia que están ahí, esperando a ser descubiertos y disfrutados por turistas, viajeros, deportistas y peregrinos. A todos ellos espera con sus mejores galas -naturaleza, espiritualidad, patrimonio artístico y arqueológico, y gastronomía- esta casi desconocida zona del nordeste segoviano, donde perviven muchos de los usos y costumbres más tradicionales, en una tierra en la que la agricultura, la ganadería y la industria agro-alimentaria son, todavía hoy, los motores de su desarrollo.
De ahí la importancia máxima del Camino de San Frutos, pues facilita la labor diaria de los agricultores y ganaderos de la zona, potencia la movilidad entre los municipios por los que discurre el camino, mejorando la calidad de vida de sus vecinos, y contribuyendo con a fijar población en este ámbito rural, y sobre todo al desarrollo de esta zona, de gran potencial turístico, a través de iniciativas relacionadas con el turismo rural y de naturaleza.
Los dos itinerarios del Camino de San Frutos
El camino transcurre en su totalidad por caminos públicos rurales y cuenta con dos itinerarios: el original, y otro alternativo, que aún teniendo una longitud total similar al original (77 km) cuenta con un tramo no coincidente con el principal de 58,2 km. Ambos caminos comienzan en la Catedral de Segovia y discurren por Zamarramala, La Lastrilla, Tizneros, Torrecaballeros, Basardilla, Santo Domingo de Pirón, Sotosalbos y Pelayos del Arroyo, punto donde se separan.
A partir de aquí, el camino alternativo continúa por Tenzuela (Pelayos del Arroyo), Carrascal de la Cuesta (Turégano), Caballar, Muñoveros, Puebla de Pedraza, Cabezuela y Cantalejo, para concluir en Sebúlcor, donde enlaza con el despoblado de San Miguel de Neguera y de nuevo con el camino original en Villaseca, para llegar ya a la Ermita de San Frutos en la localidad de Carrascal del Río.