Puro paraíso hipster repleto de planes viajeros: así es la ciudad de moda en Alemania. Si vas a viajar a Leipzig, toma nota de nuestras recomendaciones.

La capital musical de Alemania -título honorífico que Leipzig se ha ganado, incontestablemente, a pulso: en ella nacieron Wagner, Strauss y Mendelssohn y vivieron Bach y sus hijos- está de moda. Aunque se le había perdido mucho del brillo durante los años que siguieron a la caída del muro, hoy Leipzig es la ciudad donde estar (el place-to-be, que dicen los anglófonos) y, en nuestro caso, viajar. Pero, de un tiempo a esta parte, esta ciudad de apenas medio millón de habitantes ha recuperado todo su antiguo esplendor y ha ganado otro mucho nuevo: el de capital del cool.

 

Porque, mientras que a Berlín parece que, cosas de la gentrificación, se le caen los anillos a la hora de seguir siendo el polo de lo cool, la segunda ciudad de Sajonia ha recogido el testigo de lo que siempre hemos asociado a Berlín: la fusión perfecta de tradición cultural con las extravagancias artísticas más rompedoras que atrae, como consecuencia de ello, y como polillas a la luz, a decenas de miles de jóvenes estudiantes y creadores, que buscan en la segunda ciudad sajona la luz del sol que les cobija, fruto de un ecosistema idóneo para ello: instituciones culturales de primer orden.

Bienvenidos al hype de Leipzig

Se cuentan por miles los creadores de todo el mundo que, en estos años en que el nivel de vida ha subido tanto en Berlín, han puesto su mirada un par de centenares de kilómetros al sur, a la que fue durante siglos uno de los focos industriales y culturales más importantes del país: Leipzig. La segunda ciudad -tras Dresde, con la que comparte länder, Sajonia– de lo que fue la Alemania Oriental es hoy un hervidero de propuestas y planes perfectos de viaje a los que da forma. La zona oeste de la la ciudad es un paisaje urbano de antiguas fábricas y almacenes abandonados tras la caída del Muro y hoy reconvertidos, muchos de ellos, en centros de creación artística, galerías, residencias de artistas…

 

Interior del Museo de Bellas Artes de Leipzig. © LTM - Brzoska _MdbK_Innen_leipzig-750
Interior del Museo de Bellas Artes de Leipzig. © LTM – Brzoska

 

Es el caso de Kaufhaus Held (Merseburgerstraße 84, http://www.held-leipzig.de), unos antiguos grandes almacenes que, en sus cinco plantas, albergan desde conciertos en la azotea hasta exposiciones temporales y residencias para artistas de todo el mundo, o del mundialmente famoso Spinnerei (Spinnereistraße 7, www.spinnerei.de), en tiempos la mayor fábrica de algodón de Europa y, hoy, uno de los centros culturales más activos del continente. Hay también galerías más comerciales (el mejor ejemplo son las muy conocidas EIGEN + ART y Halle 14, sin salir del mismo Spinnerei), pero donde respira hoy por hoy Leipzig es en esas arrebatadoras factorías.

 

Spinnerei, Leipzig.
El Spinnerei fue la mayor factoría de algodón de Europa. Hoy, diez galerías de arte, restaurantes, cafés, el centro de arte Halle 14 y alrededor de un centenar de artistas son sus habitantes. Foto cortesía Spinnerei.

Lo mejor del ambiente artístico de Leipzig tiene sus puntos de encuentro en el centro de la ciudad. Locales como Café Telegraph (una maravilla art-dèco en Dittrichring 18), el Café Fleischerei (Jahnallee 23), Nu R (un restaurante vegano en Mariannenstraße 89), Dr Seltsam (Merseburger Straße 25), un destartalado local donde coexisten las bicis con los cócteles, el muy célebre y deliciosamente decadente Riquet (Schuhmachergäßchen 1 ), bajo cuyos elefantes de la entrada ha pasado el todo Leipzig y que presume de servir uno de los mejores cafés del mundo

 

 

La visita al centro de Leipzig

Un día cualquiera, Leipzig bulle: y sé que es siempre así. Extiende tus horas y piérdete por el Drallewatsch (zona alrededor del callejón Barfussgässchen), el barrio del teatro Schauspielviertel y los alrededores de la calle Gottschedstraße, por la la milla sur, la Südmeile, alrededor de la calle Karl Liebknecht Straße, y compruébalo tú también por ti mismo. Allí te espera la ciudad al completo y la que no, me dicen en el bar, está en el bosque fluvial de Auenwald, un cinturon verde de parques y canales que abraza Leipzig, tomando baños de sol. En Leipzig, siempre, las terrazas de la Marketplatz están a rebosar de gente comiendo y bebiendo. En la plaza se encuentra la vieja casa consistorial Alte Rathaus, uno de los edificios renacentistas más impresionante de Alemania, en la que se puede visitar una exposición del Museo Histórico de la ciudad (Stadtgeschichtliches Museum); y en la parte trasera se encuentra la antigua lonja de comercio Alte Handelsbörse y el monumento de Goethe.

El centro neurálgico de la ciudad, el corazón de Leipzig, es sin duda la escuela de San Nicolás, en el centro de la ciudad, enfrente de la iglesia del mismo nombre, la NicolaiKirche, también relacionada con Wagner pero que hace gala de un honor aún mayor: el de ser escenario de las primeras protestas civiles que desembocaron, en 1989, con la caída del Muro de Berlín, cuando más de setenta mil personas llenaron las calles de la ciudad a los gritos de “Somos el pueblo” y “No a la violencia”. Pero de todos los lugares telúricos relacionados con la música que atesora la ciudad, tal vez la ThomasKirche (la iglesia de Santo Tomás) es el más importante. Wagner fue bautizado en ella y hoy, apenas a un par de metros delante -y otro por debajo- se encuentra la tumba de Bach. La iglesia se yergue aquí desde el siglo XIII y es, desde entonces, un lugar repleto de historia -no solo musical: Lutero predicó aquí a comienzos de la Reforma- y que es famosa en todo el mundo gracias a su coro infantil, el más antiguo de Alemania. Con todo, y aunque el centro de la ciudad es muy compacto, la más rápida manera de descubrirlo es con los tours Leipzig Experience, un paseo guiado de dos horas y media de duración organizado por la empresa Leipzig Erlebenen autobús y a pie, y que no se deja nada en el tintero.

 

Exterior de la Nikolaikirche de Leipzig. Foto © Leipzig Travel
Exterior de la Nikolaikirche de Leipzig. Foto © LTM – Schmidt

Guía práctica de Leipzig

Dormir en Leipzig

Hay muy buenas opciones de alojamiento en Leipzig para todos los bolsillos y presupuestos. Hostales, hoteles, campings, hoteles boutique, con encanto… Una de las mejores opciones y con una estupenda relación calidad precio es el Seaside Park Hotel (Richard-Wagner-Straße 7, www.parkhotelleipzig.de). Las habitaciones amuebladas con gusto en estilo Art Déco-están equipadas con la tecnología más moderna. El hotel está muy bien ubicado, con el centro de la ciudad a un corto paseo, y destacan sobre manera su restaurante, el Steaktrain, tematizado como el Salvaje Oeste; la zona de wellness, ideal para descansar del paseo por la ciudad, aunque también está muy orientado al turismo de negocios: hay seis salas con todas las comodidades y servicios para conferencias.

Otra excelente opción es la de la cadena Motel One, que cuenta con dos establecimientos en el centro de la ciudad, el Motel One Leipzig-Nikolaikirche y el Motel One Leipzig-AusgustusPlatz. Ambos, idóneos para pasear por el centro de la ciudad y con todas las comodidades de rigor, además de ser ideales para compartir la experiencia en las redes sociales: no solo por el wi fi gratis, si no porque, si te has olvidado de tus equipos, pueden dejarte un iPad gratis (se aplican condiciones).

Comer en Leipzig

Si hay un restaurante en la cima de Leipzig ese es, sin dudarlo, la legendaria Auersbachs Keller. Mucho más que un restaurante, la Auersbachs Keller es uno de los símbolos de la ciudad, que desde su apertura en 1525, asegura que ha dado de comer a casi cien millones de personas desde entonces. El restaurante está en el pasaje comercial más famoso de la ciudad, el Pasaje Mädler, una joyita de comienzos del siglo XX inspirado en las galerías Víctor Manuel de Milán y que es uno de los escenarios donde sitúa Goethe su célebre Fausto.
Una manera diferente de degustar la gastronomía de la ciudad y las múltiples herencias que ha acumulado con el paso de los años es con el tour Eat The World, una aventura culinaria de tres horas de duración que recorre Leipzig en rutas gastronómicas muy variadas y aptas para todos los paladares.

Leipzig Card

La LEIPZIG CARD permite viajar gratis en todos los tranvías y autobuses de la empresa LVB que operen dentro de los límites de la ciudad. Además, la LEIPZIG CARD ofrece descuentos de hasta un 50% en museos, restaurantes, cafés, publicaciones, eventos culturales, instalaciones, comercios, excursiones guiadas y mucho más. Más información y venta en www.leipzig.travel

 

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