Loi Krathong, se acabaron las lluvias


Festival Loikathong 2013

Noviembre es el mes del fin del monzón y para celebrarlo Tailandia se engalana con el festival Loi Krathong.

Durante los días del 17 al 21 de noviembre se celebra el final de la época de lluvia, en distintas ciudades de todo el país, entre las que destacan Bangkok, Chiang Mai, Sukhothai, Ayuthaya o Tak, el Loi Krathong, uno de los mayores festivales de Tailandia. El festival tiene lugar en la luna llena del duodécimo mes lunar según el calendario budista. Este año el acontecimiento tendrá lugar el próximo 17 de noviembre, aunque las celebraciones suelen comenzar varios días antes y terminar varios días después, dependiendo de cada ciudad.

En esa mágica noche se celebra el final de la época de lluvias y los tailandeses homenajean muy especialmente a Mae Khongkha, la diosa hindú de las Aguas, basándose en una ancestral costumbre brahamana que con el paso del tiempo se ha incorporado a los rituales budistas tradicionales. No obstante, los orígenes del Loi Krathong no han sido esclarecidos del todo y hay varias leyendas fascinantes sobre ello. Algunos expertos especulan que es de origen hindú y basado en el ritual “Deepavalee” de la India, en el cual también se lanzan candiles a las cuencas fluviales en un acto de adoración a Trimurti – Brahma, Siva y Vishnu-. Según otra escuela de pensamiento, el ritual está basado en antiguas leyendas budistas y es emprendido para presentar respeto a la Huella Sagrada de Buda en la orilla del río mítico Nammadhammahantee. Sea el origen que sea, el resultado es un espectáculo tan espiritual como asombrosamente visual incluso para los más gnósticos y foráneos.

Para ello hacen flotar en cualquier caudal de agua el krathong, que consiste en una pequeña cesta a modo de barca, construida con hojas de banano. En su interior se colocan flores de loto, monedas, palillos de incienso, velas y papeles de colores, todo ello realizado con paciencia, cuidado y creatividad como si de una obra de arte se tratara. Su significado va más allá de lo estético, un krathong es una ofrenda mediante la cual se transmite agradecimiento por todo lo bueno, se comienza una nueva etapa y se ruega por dejar a un lado todo lo malo en una especie de renovación espiritual.

Todo el mundo es bien recibido en esta fiesta e incluso animan a los visitantes a realizar su propio krathong y observar cómo el agua se lo lleva junto a todos los demás. Al arrojar al río miles de krathongs con sus velas encendidas se produce un hermosísimo espectáculo que crea “serpientes de luz” a lo largo y ancho de los cauces. Todo ello con la luna llena de fondo acompañada por música, bailes, desfiles, fuegos artificiales y chiringuitos donde probar todo tipo de delicias locales.

Aunque las celebraciones y ofrendas recorren todo el país, hay unos lugares especialmente mágicos para contemplar este espectáculo por su magnífico e histórico entorno, como Sukhothai, Tak o Chiang Mai, los cuales ofrecen las celebraciones con distintos matices propios de cada zona y con varios días de fiesta constante.

Así, por ejemplo en Sukhothai, uno de los más importantes escenarios, las actividades incluyen además de la ceremonia de la flotación del krathong, demostraciones de fuegos artificiales, juegos y competiciones locales en una espectacular puesta en escena. La belleza de este acontecimiento reside en el entorno ya que se realiza en el lago del parque histórico de Sukhothai, Patrimonio Mundial de la Humanidad. En Chiang Mai, una asombrosa procesión de linternas de papel iluminará el cielo mientras que los ríos se inundarán de krathongs y alrededor de todo ello bailes, mercadillos y demostraciones de la auténtica cultura Lanna, propia del norte. En Tak, por su parte, los festejos durarán 5 días. En esta remota ciudad las celebraciones son distintas, incluso los Krathongs son de cáscara de coco y no de plátano y se organizan por equipos que los lanzan unidos por una fina cuerda, compitiendo entre ellos para ver quién consigue la “serpiente luminosa” más larga y así ganar el Trofeo anual de Su Majestad el Rey.