Del 7 de octubre al 29 de febrero, París bien vale -una vez más- una exposición de altura. La cita es en esta ocasión en el Gran Palais, que nos mostrará la influencia de Pablo Picasso en el arte contemporáneo con un centenar de sus obras conviviendo con otras 300 de otros artistas en la exposición Picasso.mania.
La veintena de exposiciones (monográficas o colectivas) que, desde el año 1973, se han dedicado al estudio de la posteridad de la obra de Pablo Picasso dan fe de su impacto en la creación contemporánea. En esta ocasión, el recorrido de la exposición del Grand Palais, cronológico a la vez que temático, da un repaso a los momentos de la recepción crítica y artística de la obra de Picasso, a las etapas de la formación del mito asociado a su nombre. De las naturalezas muertas cubistas a los Mousquetaires (Mosqueteros) de las exposiciones de Aviñón de 1970 y 1973, el recorrido de la exposición está jalonado por obras de Picasso procedentes de las colecciones del Museo Nacional Picasso-París, del Museo Nacional de Arte Moderno, así como de las colecciones de la familia del artista. Su presentación se inspira en los montajes realizados por el propio artista en sus estudios y en exposiciones supervisadas por él personalmente (Galería Georges Petit de París en 1932, Palacio Papal de Aviñón en 1970 y 1973).
Una de las exposiciones “definitivas” sobre la obra e influencia de Pablo Picasso
A las grandes fases estilísticas (cubismo, obra tardía…), a las grandes obras emblemáticas de Pablo Picasso (Las señoritas de Aviñón, Guernica) responden unas creaciones contemporáneas, presentadas en las salas monográficas (David Hockney, Jasper Johns, Roy Lichtenstein, Martin Kippenberger…) o temáticas, que reagrupan obras donde se dan cita las técnicas y los soportes más variados (vídeo, pintura, escultura, artes gráficas, películas, fotografías, instalaciones…). Los montajes Polaroid, las imágenes de vídeos en multipantalla de David Hockney, hacen referencia al cubismo de Picasso, a su exploración de un espacio con multitud de focos. A principios de los años 60, los artistas Pop de ambos lados del Atlántico (Lichtenstein, Errό…) se apropian de retratos de los años 30 a través de los cuales se fijó la imagen arquetípica de la pintura de Picasso. L’Ombre (1954) se encuentra en el origen de la serie de cuatro cuadros que Jasper Johns inicia en 1985 (Las Cuatro estaciones reunidas se presentan en la exposición).
Las variaciones, inspiradas por Las señoritas de Aviñón y el Guernica, demuestran el lugar ocupado por estas pinturas en la historia del arte moderno y más allá del imaginario colectivo (estas dos obras no se presentan en la exposición pues su traslado resulta imposible). Acto de nacimiento del modernismo pictórico, Las señoritas de Aviñón han sido objeto de variaciones (por Faith Ringgold, Robert Colescott, etc.), que comentan la dimensión etnocéntrica, masculina, de esta modernidad de la que la obra se ha convertido en emblema. Y de una lectura histórica del Guernica por Emir Kusturica, a la revelación del papel simbólico desempeñado por su transposición a tapiz que adorna las paredes del Consejo de seguridad de las Naciones Unidas (Goshka Macuga The Nature of the Beast, 2009), del uso del cuadro de Picasso en la lucha de los artistas estadounidenses contrarios a la guerra de Vietnam, a las manifestaciones callejeras que blandían su imagen, una sala muestra cómo el Guernica se ha convertido en icono social y político universal. Para terminar, la instalación de vídeo de Rineke Dijkstra, I see a Woman Crying (Weeping Woman, 2009-2010) ilustra la presencia de la obra de Picasso en el imaginario actual, en sus expresiones más variadas: desde el cine a las imágenes digitales y desde el vídeo al cómic.
Picasso.mania
Cuándo: Del 7 de octubre de 2015 al 29 de febrero de 2016.
Dónde: En las Galeries nationales du Grand Palais, 3 avenue du Général Eisenhower.
Horarios: Lunes, jueves y domingo de las 10h hasta las 20h ; miercoles, viernes y sabado de las 10h hasta las 22h
Tarifas: Normal : 14 € ; Reducida : 10 €