Viajeros húngaros del arte


 

Madrid recuerda en dos exposiciones a Elmyr de Hory y Juan Gyenes, dos artistas húngaros irrepetibles por su talento y por sus vidas intensas.

Elmyr de Hory: Budapest-París-Ibiza

El mejor falsificador de arte de vanguardia fue el gran pintor Elmyr de Hory (1906-1976), que vivió muchos años en Ibiza, donde era vecino de Ursula Andress. Elmyr era capaz de copiar cualquier estilo contemporáneo: lo mismo le daba Picasso que Derain o Picasso o Modigliani. Podía pintar “a la manera de todos”. Como Gyenes, nació en Hungría, pero se formó artísticamente en la bohemia parisina donde comenzó, para poder subsistir, a vender dibujos de su cosecha que sus compradores confundían con verdaderos picassos. Luego se instaló en Ibiza y comenzó con su equipo de marchantes a falsificar cuadros a gran escala, hasta que lo pillaron y Francia pidió su extradición. Eso fue demasiado para Elmyr, por lo que tras despedirse de sus muchos amigos de la movida ibicenca se suicidó. Hablando de amigos, uno de ellos fue Orson Welles, quien hizo una memorable documental sobre este genio de la imitación y de la no imitación del arte contemporáneo. Hasta el 12 de mayo de 2013 se pueden ver una veintena de sus obras en el Círculo de Bellas Artes, calla Alcalá, Madrid.

La exposición Elmyr de Hory. Proyecto Fake permanecerá abierta al público hasta el próximo 12 de mayo en la sala Goya del Círculo de Bellas Artes de Madrid de martes a sábados de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00, y domingos y festivos de 11:00 a 14:00; lunes, cerrada.

 

Gyenes: El Cairo-Madrid

Hace unos meses la reina Sofía inauguró una exposición en la Biblioteca Nacional dedicada al fotógrafo Juan Gyenes (1912-1995); no en vano Gyenes la retrató en varias ocasiones, así como a la Familia Real. También fotografió a Franco, y de hecho una de sus instantáneas fue reproducida en la famosa serie de sellos de Correos con la efigie del Generalísimo que se considera una de las imágenes más reproducidas de la historia europea (la gente que tiene ahora cincuenta años ha pegado muchas veces esas estampillas: unos las solían pegar boca abajo y otros, boca arriba). Tiene otra foto de Franco, en claroscuro, en la que el dictador se parece ligeramente a Nosferatu.

Juan Gyenes – Salvador Dalí, 3 de junio de 1957

 

Gyenes, húngaro que estuvo de corresponsal en El Cairo, hizo escala en Madrid camino de Hollywood y se quedó en una España (1940) de la que se enamoró fotografiando de paso a casi todas las grandes personalidades que recalaban en la capital, desde Ingrid Bergman a Cary Grant, desde Hemingway a Cocteau. Fue el fotógrafo oficial de los actores que participaron en esa obra maestra rodada en España en 1965 que fue Doctor Zhivago, de toreros como Belmonte o Antonio Ordóñez, de bailarines como Antonio; actrices como Marisol posaron para él. A Antonio Gades lo tuvo de botones en su estudio. El fotógrafo húngaro era además atrevido y se presentó, casi como Camilo José Cela, en la casa francesa de Picasso, donde llegó en taxi desde Cannes consiguiendo hacer buenas migas y un montón de fotos al malagueño. También retrató a Dalí, “El Irrepetible”; el catálogo que se publicó con ochenta y dos fotos dalinianas, está prologado, cosa verdaderamente rarísima, por don Juan Carlos I, sabedor del apego a la monarquía y a la Familia Real que tenía el genio del surrealismo. También le hizo fotos a Benavente, a Azorín y a Buero Vallejo, aunque esa foto no se puede ver en la exposición. Buero fue muy amigo suyo porque Gyenes era un gran aficionado al teatro.

A Miró también le hizo media docena de fotos. Una de las más importantes – que por cierto no se exhibe en la muestra-, es de 1958 y en la misma se ve al gran pintor catalán ante una mesa, bajo la luz de un flexo, manipulando estatuillas de migas de pan (la foto pertenece al fondo de la Biblioteca Nacional). Ya convertido en un fotógrafo importante, a 5.000 pts el retrato -un pastón entonces-, pasó por su estudio de la Gran Vía la flor y nata de la jet set y toda la Escopeta Nacional. Incluso le dio tiempo de retratar a Aznar, bien es verdad que no es una de sus obras más logradas -las fotos en color no eran uno de sus fuertes.

Una de las cosas que se echan de menos en la vida fotográfica de Gyenes es que no retratara mucho más esa parte de España más suburbana y hurdana. Aunque algo hizo, hubiera estado bien que se prodigara en ello porque habría alcanzado otra cumbre de la Historia de la Fotografía y nos hubiera enseñado mejor las dos caras de la moneda, aunque bien es verdad que recreó fotográficamente con gran maestría los grabados de Goya.

La exposición Gyenes. Maestro Fotógrafo se pudo ver hacer unos meses en la Biblioteca Nacional.

[message_box title=”Sobre la autora” color=”yellow”]Cristina Bauzá de Mirabó Estudió secretaría de dirección en Londres, donde trabajó cuatro años. Con Tomás Cano, en Palma de Mallorca, trabajó en los inicios de Air Europa, compañía que comenzaron a forjar solo tres personas, Cristina una de ellas. En Madrid trabajó como secretaria de dirección en la empresa japonesa Mitsui y luego en el BBV. Ha traducido varios libros del inglés al español y es autora de un artículo ya de culto, “Viaje a la América Jocunda”, publicado en el “Extramundi y los Papeles de Iria Flavia”. Es autora de numerosas guías turístico-prácticas, actualmente estudia filología inglesa y colabora habitualmente en www.pinxoweb.com, donde tiene una sección titulada “Vuelta al mundo de la Música”, y en Tu Gran Viaje.[/message_box]