Conocido como el expreso más lento del mundo, el Glacier Express recorre la majestuosa cordillera de los Alpes suizos.
Durante el viaje, de aproximadamente unas ocho horas de duración a una velocidad media de 36 kilómetros por hora, desde el glamuroso Saint Moritz hasta el elegante Zermatt, a los pies del imponente Cervino, este icónico tren panorámico atraviesa 91 túneles y 291 puentes, deslizándose con precisión suiza por valles, gargantas y cumbres nevadas. Sus amplios ventanales, que se extienden hasta el techo, ofrecen vistas ininterrumpidas de un paisaje alpino que cambia con cada curva: praderas verdes, pueblos de cuento, glaciares relucientes y ríos que serpentean junto a las vías.
Excellence Class: el lujo sobre raíles
Para quienes buscan una experiencia inolvidable, el Glacier Express cuenta con la Excellence Class, su propuesta más exclusiva que evoca los días de esplendor de los antiguos trenes de lujo, pero con la sofisticación del siglo XXI. Un conserje personal se encarga de cada detalle, desde la bienvenida con champán y una bandeja de aperitivos, hasta el servicio de un refinado menú de cinco platos con maridaje de vinos durante el recorrido.
El interior, inspirado en los hoteles de montaña más elegantes, combina confort contemporáneo con el encanto del lujo clásico. Además, cada pasajero dispone de un iPad con sistema de infoentretenimiento en ocho idiomas, que ofrece información sobre los puntos más destacados de la ruta y curiosidades de este legendario tren alpino.
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