A un paso de una de las ciudades más hipnotizantes del mundo, te espera un destino secreto repleto de planes: naturaleza, enogastronomía, cultura, turismo activo… Bienvenido a Costa Barcelona, Gran Viajero.

La ciudad de Barcelona merece una y mil escapadas, pero, ¿y si levantas la mirada y contemplas a su alrededor? Uno de los secretos viajeros mejor guardados de Catalunya es Costa Barcelona, donde te espera una colección de estímulos viajeros de lo más irresistible que podrás descubrir viajando con Logitravel.

 

 

Hace más de dos mil años que los romanos llegaron a las tierras del Alt Penedès y comenzaron a plantar vides que, hoy, nos descubren los placeres del vino y el cava. La bucólica Sant Sadurni d’Anoia es la capital del cava, cuartel general de algunas de las familias -Codorníu, Freixenet, Vallformosa…- que desde generaciones cultivan con esmero estas tierras y transforman sus frutos en excelentes cavas: no hay que perderse la visita a las bodegas de Codorníu y las de Freixenet, de estilo modernista. Muy cerca, asomado a las aguas del embalse de Foix aguarda Castellet, uno de los pueblos más bonitos del Penedès, con sus estrechas calles alambicadas que buscan la protección del castillo de Olèrdola. Otro castillo imponente es el de Penyafort, en Santa Margalida i els Monjos.

 

Costa Barcelona, un tesoro por descubrir

 

Otra parada imprescindible en tu viaje a Costa Barcelona es Vilafranca del Penedès. Enoturismo y arquitectura maridan a las mil maravillas en la Capital del Vino, cuyos secretos nos esperan para ser descubiertos en el Museo de las Culturas del Vino de Catalunya, ubicado en el antiguo Palacio Real de Vilafranca. En la ciudad, famosa por sus castells, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y repleta de bodegas y antiguas cavas que se pueden visitar, hay dos rutas urbanas por su casco antiguo: la Ruta Medieval, con la Basílica de Santa María como uno de sus puntos más interesantes, y la Ruta Modernista, que nos muestra una treintena de edificios de comienzos del siglo XX entre los que destacan el ayuntamiento, de origen medieval, pero con una fachada modernista, o la Casa de la Festa Major, el antiguo mercado de 1913, reconvertido en museo.

 

Plaça Jaume I, Vilafranca del Penedes
Plaça Jaume I, Vilafranca del Penedes. Foto CC 2.0 by Angela Llop

 

Gaudí, espiritualidad, naturaleza… los atractivos del Baix Llobegrat encajan en todos los gustos viajeros. La reserva natural del delta del Llobregat es un paisaje de otro tiempo, en el que pastan caballos salvajes e incontables bandadas de aves hacen escala en sus migraciones, el Mediterráneo acaricia la ribera. Gaudí en estado puro nos espera en Santa Coloma de Cervelló, donde el genio firma la cripta de la Colonia Güell, Patrimonio de la Humanidad.

 

Colonia Güell
Cripta Colonia Güell. Foto CC 2.0 by Ferrán Pestaña

 

La Virgen de Montserrat, la Moreneta, la patrona de Cataluña, tiene como hogar el imponente monasterio de Montserrat, enclavado en una montaña que parece mágica: y es que encierra, además, las sorprendentes cuevas del Salnitre. Y, a un paso de la ciudad de Barcelona, está el complejo de minas neolíticas más antiguas de Europa, el Parque Arqueológico de las Minas de Gavà, y muy cerca, en Sant Boi, las termas romanas, uno de los vestigios de aquella época más espectaculares de todo el litoral catalán.

 

 

A la hora de disfrutar de la naturaleza en Costa Barcelona, hay que poner rumbo al parque natural del Garraf. Es ideal para ser descubierto a nuestro ritmo, tanto a pie como en bici. Puro paisaje mediterráneo de valles cerrados moteados por los restos de los castillos de Eramprunyà y Olivella, a los que se asoman masías tradicionales que conservan los modos de vida de antaño… A la vera del parque está Castelldefels, repleta de historia con su espectacular entramado defensivo de la Edad Media, formado por su castillo de Fels y las doce torres de vigilancia, y sus masías centenarias, y donde el Mediterráneo brilla bellísimo, ideal para la práctica de deportes marinos. Muy cerca hay que visitar la bucólica Calella, que con su casco antiguo a la sombra de la iglesia de Santa María, es la base ideal para explorar el parque El Montnegre i el Corredor.

 

Foto Pau Casals

 

Artistas de todo el mundo han hecho de Sitges una de las poblaciones más cosmopolitas del Mediterráneo. El Museu del Cau Ferrat alberga una excelente colección de arte en la que destacan obras de El Greco, Picasso o Zuloaga. El Museo de Maricel merece la pena tanto por su colección de esculturas como por su imponente mirador, que se abre al mar; y el Palau de Maricel, una maravilla modernista, es uno de los edificios más bellos de la Costa Barcelona. El Arte con mayúsculas es también protagonista en Vilanova i la Geltrù, de carácter medieval y modernista, donde no hay que perderse la Biblioteca Museo Víctor Balaguer, uno de los museos más antiguos y singulares de Cataluña, con una gran colección de arte catalán, un gran número de obras barrocas cedidas por el Museo del Prado -entre ellas, dos Grecos- y una colección egipcia.

 

Sitges. Foto Enrique Íñiguez Rodríguez

 

Si te gusta el Barroco, hay otro lugar que no puede faltar en tu escapada a Costa Barcelona: la capilla de los Dolores de la basílica de Santa María, en Mataró, una de las obras maestras del barroco catalán. Y aprovecha tu visita a la ciudad -que es la cuna del tren: el ferrocarril Barcelona-Mataró fue el primero en rodar en la península ibérica- para pasear por su caso antiguo, la Rambla, la riera… y más arte con mayúsculas te espera en la marinera Pineda de Mar, donde está la Fundación Tharrats, donde se encuentra una excelente colección de obras de artistas como Miró o Tàpies, además de lugares históricos como los restos del acueducto romano de Can Cua o el castillo de Montpalau.

 

Porxada de Granollers
Porxada de Granollers

 

Y la historia también está presente en Granollers, con el Montseny las sierras del Montnegre y el Corredor como marco. En la ciudad reclama nuestra atención su imponente Porxada -la lonja de grano, de finales del siglo XVI- como protagonista de un patrimonio arquitectónico riquísimo, donde también destacan el ayuntamiento, los restos de las murallas -en el Museo de Granollers- y la iglesia de Sant Esteve.