Por su naturaleza, por sus playas, por su oferta de ocio, por sus pueblos y ciudades, por su gastronomía, por sus tradiciones… viajar a Tenerife es, siempre, una idea excelente. Hay mil razones para escaparse a esta isla canaria, pero estas que te sugerimos son, simplemente, irresistibles. ¡Lo dejarás todo para viajar a Tenerife!
Cualquier momento es el momento perfecto para viajar a Tenerife. Durante las cuatro estaciones del año, la temperatura oscila entre los veinte y veinticuatro grados: un clima simplemente perfecto que es lo primero que vas a sentir en cuanto llegues a la isla y te dispongas a descubrirla con las propuestas de viajes a Tenerife que nos propone Logitravel en este enlace y sobre las que también puedes informarte y adquirir en la Logitravel Store del complejo Kinépolis de la Ciudad de la Imagen de Madrid.
Viajar a Tenerife por su naturaleza
¡Casi nada! ¿Sabías que Tenerife cuenta con 43 espacios protegidos que ocupan casi la mitad (el 48 por ciento) de su territorio? Son auténticos tesoros de la naturaleza entre los que reina el Teide, que con sus 3.718 metros de altitud es el punto más alto de España.
Este volcán, auténtico icono de la isla, da nombre a un Parque Nacional tan espectacular en sus paisajes, valores volcánicos, además de flora y fauna, que ha sido declarado por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
El Teide te regala siempre momentos inolvidables. En la ascensión, suele ser habitual encontrarte con un espeso mar de nubes que ofrece una visión idílica una vez lo has superado: un llamativo manto blanco a tus pies mientras un sol radiante inunda el Parque Nacional.
Un teleférico te llevará hasta muy cerca de la cumbre, donde te aguardan unas vistas espectaculares. Si vienes al final de la primavera, los tajinastes rojos, endémicos del Teide, florecen en una explosión carmesí que es, también, otro espectáculo único en el mundo.
Pero no te puedes perder otros espacios naturales de Tenerife. Paséate por escenarios que parecen sacados de Parque Jurásico en los parques rurales de Anaga (declarado Reserva de la Biosfera) y de Teno.
Sus bosques de laurisilva —una reliquia del Terciario que se encuentra solo en estas latitudes—, con sus helechos y frondosa vegetación, hacen que merezca la pena perderse entre su belleza.
Uno de los muchos tesoros de la isla no está en tierra sino en el mar. En las aguas del suroeste de la Isla habitan colonias de cetáceos como los delfines mulares y los calderones tropicales (conocidos también como ballenas piloto) que puedes conocer apuntándote a alguna de las excursiones que se organizan diariamente. Al encontrarse a solo tres millas de la costa, ¡en pocos minutos estarás disfrutando de la compañía de estos adorables animales!
Viajar a Tenerife para pasarlo muy bien (¡y para cuidarte!)
Si por algo es conocida Tenerife como destino turístico es porque siempre hay un plan para cada tipo de viajero. Si te consideras hedonista, lo tuyo son sus innumerables beach clubs y roof top bars que ofrecen música, gastronomía y diversión garantizada. También cuentas con originales espectáculos (como cabarets que desmontan el propio concepto de cabaret) y, por supuesto, festivales punteros de música electrónica, pop o alternativa que llenan la agenda de todo el año.
Viajar a Tenerife en familia es toda una apuesta segura de pasarlo muy, muy bien. Además de por una increíble colección de playas, en Tenerife hay varios lugares imprescindibles para disfrutar con los más pequeños de la casa: el parque acuático Siam Park, en Costa Adeje; o Loro Parque, en Puerto de la Cruz, un increíble parque zoológico. Ambos están considerados entre los mejores del mundo. También puedes pasarlo muy bien con las propuestas de turismo activo de Tenerife. Desde practicar deportes náuticos como el windsurf, el surf, el body board o el buceo; a explorar la isla haciendo ciclismo o senderismo —en Tenerife te esperan más de 1.500 kilómetros de senderos—. O por qué no, planeando en parapente para sobrevolar sus increíbles paisajes desde la montaña más alta y hasta la misma costa.
Si quieres conocer mejor los secretos insondables del universo, Tenerife, y en especial el Parque Nacional del Teide, es un lugar reconocido entre los mejores del mundo para la observación de estrellas por la limpieza y pureza de su cielo. Para aprovechar la experiencia al máximo, puedes contratar los servicios de empresas especializadas que ponen a tu disposición telescopio y las explicaciones de guías expertos.
Siempre hay tiempo para cuidarte y relajarte, y si das importancia a esa posibilidad, Tenerife es tu lugar en el mundo. Déjate mimar en sus spas de primera categoría, sus lujosos centros wellness, sus centros de estética y medicina natural, y experimenta todo tipo de terapias y tratamientos: masajes con algas y piedras volcánicas, baños de vino o de leche, o una envoltura con chocolate o frutas de la isla. Además, por la bonanza de su eterno clima y la pureza de su aire, Tenerife se ha convertido en uno de los destinos médicos más exclusivos del mundo por la excelencia de sus centros médicos por su tecnología, personal y técnicas de rehabilitación.
Viajar a Tenerife por sus playas y piscinas naturales
En cualquier momento del año, las playas de Tenerife son el lugar perfecto donde darse un chapuzón. De arena rubia, dorada o negra (color que otorga el origen volcánico de la Isla), las playas de Tenerife salpican la costa de la isla.
En Adeje, cuentas con la playa del Duque, de arena dorada y aguas tranquilas, o la playa de Fañabé, con un animado ambiente gracias al paseo que la une con la playa de Torviscas. En Arona te esperan las de Las Vistas o El Camisón, entre otras, mientras que la de El Médano, en Granadilla de Abona, es ideal para disfrutar en familia. En Puerto de la Cruz están Playa Jardín, concebida y diseñada por el genial artista canario César Manrique, y la playa de San Telmo, de grava negra y un animado paseo marítimo durante todo el año. Playa de San Juan, en Guía de Isora; playa de la Arena, en Tacoronte; playa de la Arena, en Santiago del Teide, o la playa de El Socorro, en Los Realejos, son otras propuestas igual de excelentes.
Una forma diferente de darse un baño en el mar, gratificante y original, es el de acudir a alguna de las piscinas naturales. Anota en tu ruta las de Bajamar, Punta del Hidalgo o Garachico, donde la lava ha creado una magnífica zona de baño ideal para disfrutar en cualquier época del año.
Viajar a Tenerife por sus ciudades y pueblos llenos de encanto
En Santa Cruz, la acogedora y bulliciosa capital de la isla, deléitate con un paseo por las plazas de España y La Candelaria, sus auténticos centros neurálgicos junto con la céntrica calle Castillo, y por la popular playa de Las Teresitas. Además, la capital de la isla es un auténtico museo de arquitectura contemporánea al aire libre gracias a hitos como el Parque Marítimo, obra de César Manrique, el Centro Internacional de Ferias y Congresos y el Auditorio de Tenerife (ambos de Santiago Calatrava), o el espectacular TEA (Espacio de las Artes de Tenerife), una obra maestra de los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron.
En La Laguna, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, destacan sus casonas y patios tradicionales, igual de bellos que los de otros cascos históricos que también merecen una visita como el de La Orotava, con su espectacular patrimonio de casas coloniales del siglo XVI, articuladas en torno a dos barrios, la Villa de Abajo, donde residían las clases pudientes, y la Villa de Arriba, donde vivía el resto de la población. Garachico o Icod de los Vinos, un precioso pueblo de calles empedradas donde encontrarás otro de los iconos naturales de la isla, el Drago Milenario (cuya edad se estima en unos 700 años de edad), son otras localidades que te sorprenderán en tu viaje a Tenerife.
Viajar a Tenerife por su gastronomía
La cocina de Tenerife es uno de esos atractivos que enamoran a los viajeros. Empezando por sus vinos: las cinco denominaciones de origen en la isla que son el mejor legado de una tradición vitivinícola que se remonta a los siglos XVI y XIX, cuando Tenerife era uno de los principales exportadores de vino a Inglaterra. Viñedos, bodegas, museos enológicos… En tu ruta por Tenerife no puede faltar la Casa del Vino, en el Sauzal, un auténtico museo vinícola que guarda caldos de reconocido prestigio, y la Casa de la Miel, ubicada en la misma localización, donde conocer y degustar las mieles de la isla, auténticos manjares.
A la hora de comer, las opciones son casi infinitas. Desde la sabrosa gastronomía tradicional a base de platos con productos como los pescados, las carnes, las frutas y verduras o los quesos que se puede encontrar en cualquier restaurante de la isla, a la cocina con seis estrellas Michelin, que fusiona vanguardia con esa tradición gastronómica tinerfeña.
Viajar a Tenerife por sus tradiciones
Romerías, fiestas religiosas y, por supuesto, los carnavales: las tradiciones de Tenerife son famosas en todo el mundo y, por sí mismas, una excelente propuesta de viaje. Ya suenan los sones de la fiesta por excelencia, el Carnaval de Tenerife, famoso en todo el mundo, y que hace de febrero en este rincón de Europa el mes más divertido del año. Un periodo en el que la isla se viste de fiesta y, con ella, cientos de miles de personas que disfrutan del que es uno de los mejores carnavales del mundo, que además acoge con los brazos abiertos a todo aquel quien se acerca a vivirlo.
Desde marzo y hasta septiembre las carretas, los bueyes y la gastronomía tradicional toman los pueblos de Tenerife durante las numerosas romerías que se celebran en la isla. La Semana Santa se vive con gran fervor. En el caso de San Cristóbal de La Laguna, está reconocida como una de las más destacadas de todas las que se celebran en Canarias. La Orotava es el escenario de la otra gran celebración religiosa de Tenerife, el Corpus Christi, con la que el pueblo se engalana con espectaculares y bellísimos tapices de flores y arenas del Teide. ¡Una experiencia inolvidable!
