Más allá del perfil urbano de la irresistible y cosmopolita Barcelona nos espera una provincia repleta de atractivos viajeros: cultura, gastronomía, naturaleza y playas forman el destino ideal para Tu Gran Viaje.
Te invitamos a vivir un gran viaje fascinante a través de la provincia de Barcelona, un rincón de Catalunya que lo tiene todo. Desde la riqueza de su cultura y la diversidad de su gastronomía hasta la asombrosa belleza de su naturaleza y las delicias del enoturismo, esta provincia te espera con una colección infinita de experiencias únicas que puedes descubrir, del mejor modo y al mejor precio, con las ofertas de viaje de Logitravel.
Cultura en cada rincón
Desde obras maestras del modernismo a una excelsa colección de patrimonio arquitectónico e inmaterial -fiestas, tradiciones, leyendas…- engalanan la provincia de Barcelona. Para comenzar, a un paso de la capital está el complejo de minas neolíticas más antiguas de Europa, el Parque Arqueológico de las Minas de Gavà, y muy cerca, en Sant Boi, unas estupendas termas romanas; y el Medioevo marca el perfil urbano del centro histórico de Castelldefells, con su castillo y las torres de vigilancia.
En Mataró, cuna del ferrocarril español, nos espera la Basílica de Santa María, una de las obras maestras del Barroco catalán. Y en la fabril Terrasa, brilla con luz propia su patrimonio modernista industrial, muy bien acompañado por sus iglesias de época visigótica y la masía Freixa, con sus arcos parabólicos a modo de arcadas y que nos espera en el corazón de la ciudad.
Edificios de todo tipo -palacetes, mansiones, hospitales, fábricas…- firmadas por genios como Antoni Gaudí, Lluís Domènech i Montaner o Josep Puig i Cadafalch, entre otros, adornan numerosas poblaciones de la provincia de Barcelona, las cuales rinden homenaje a esta riqueza patrimonial con numerosas fiestas y ferias, como la Fira Mercat Modernista de Canet de Mar, que rinde homenaje a la figura y legado de Lluís Domènech i Montaner y que, durante un fin de semana de septiembre -en 2023, transcurrió del 15 al 17-, transforma el centro histórico de la localidad en un escenario del siglo pasado, con numerosas actividades (demostraciones de oficios, artesanía de época, teatro, música en vivo, exposiciones…).
También son de visita recomendada la Diada Modernista (que se celebra en Cardedeu cada primer fin de semana de octubre) o la Feria Mercado Modernista de Santa Coloma de Cervelló, a finales del verano, y que es la ocasión perfecta para (re) descubrir la impresionante Colonia Güell, una de las obras maestras de Antoni Gaudí.
La Colonia Güell, además de reflejar el genio creativo de Gaudí y su legado eterno, es un ejemplo fascinante de la arquitectura modernista catalana. Destacan su iglesia inacabada, conocida como la “Cripta”, con innovadoras soluciones estructurales y elementos decorativos únicos: tan brillante que es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
El otro gran hito arquitectónico de la provincia es, sin duda, el monasterio de Montserrat, uno de los destinos religiosos y naturales más emblemáticos de Catalunya y de toda España. Este lugar sagrado se encuentra enclavado en las majestuosas montañas de Montserrat, cuyos picos recortados y formaciones rocosas únicas crean un paisaje espectacular.
Los peregrinos y visitantes de todo el mundo acuden al monasterio a mostrar su devoción a la famosa imagen de la Virgen de Montserrat, conocida cariñosamente como “La Moreneta” Además, el monasterio alberga la Escolanía de Montserrat, uno de los coros de niños más antiguos de Europa, y el museo del monasterio, que alberga una valiosa colección de arte religioso y obras maestras, incluyendo trabajos de Picasso y Dalí.
Y si en la ciudad de Barcelona se encuentran algunos de los mejores museos del mundo, la riqueza museística de la provincia no le va a la zaga. Apunta algunas sugerencias imprescindibles para los Grandes Viajer@s más art-lovers: la Fundación Terrats en Pineda del Mar, con su colección de obras de Mirò o Tàpies; la Biblioteca Museo Víctor Balaguer, en Vilanova i la Geltrù, uno de los museos más antiguos y singulares de Cataluña, con una gran colección de arte catalán, un gran número de obras barrocas cedidas por el Museo del Prado -entre ellas, dos Grecos- y una colección egipcia; o el Museu del Cau Ferrat, en Sitges, una de las poblaciones más cosmopolitas del Mediterráneo, que alberga una excelente colección de arte en la que destacan obras de El Greco, Picasso o Zuloaga.
La cuna del cava
La provincia de Barcelona es un destino enoturístico de renombre, que combina la tradición vinícola con la belleza del paisaje y la rica cultura. Hace más de dos mil años que los romanos llegaron a las tierras del Penedès, y comenzaron a plantar vides. Hoy, la región es un bellísimo mosaico de colinas cubiertas de viñedos y alberga algunas de las bodegas más prestigiosas de España. La Denominación de Origen (DO) Penedès produce una amplia gama de vinos, desde blancos frescos hasta tintos intensos, y es la zona vitivinícola más famosa de la provincia y cuna del cava, el espumoso español por excelencia.
La bucólica Sant Sadurni d’Anoia es la capital del cava. Aquí tienen su sede legendarias enseñas familiares como Codorníu o Freixenet, que desde generaciones cultivan con esmero estas tierras y transforman sus frutos en excelentes cavas: no hay que perderse la visita a sus respectivas bodegas. Las de Cordoníu son una de las bodegas de cava más antiguas del mundo, un auténtico laberinto subterráneo de estilo modernista donde podremos descubrir el proceso de elaboración de este elegante vino y disfrutar de catas. Otra visita obligada es la Bodega Torres, en Pacs del Penedès, donde podremos visitar sus vanguardistas instalaciones y catar sus reconocidos vinos.
Otra parada imprescindible en esta ruta enoturística por la provincia de Barcelona es Vilafranca del Penedès, que presume -con motivo- de su sobrenombre, la Capital del Vino. La ciudad, combina a la perfección el enoturismo y la arquitectura. Su Museo de las Culturas del Vino de Catalunya, ubicado en el histórico Palacio Real, revela los secretos vinícolas de la región. Además de ser famosa por sus castells, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, la ciudad cuenta con numerosas bodegas y antiguas cavas abiertas al público.
Y en la comarca del Maresme, Alella es conocida por sus vinos blancos frescos y aromáticos, especialmente el Xarel·lo y el Pansa Blanca. La zona ofrece hermosas vistas al mar Mediterráneo y es un destino perfecto para degustar vinos locales en un entorno pintoresco. No puede faltar en tu gran viaje por Barcelona la comarca de Bages, que, además de por sus exquisitos AOVE, es destino gourmet por sus vinos excepcionales, producidos bajo la Denominación de Origen Pla de Bages y la Denominación de Origen Catalunya. Puedes comprobarlo por ti mismo en la Bodega Grau i Grau, situada en Maians. Este idílico paraje ha sido el hogar de la elaboración de exquisitos vinos desde finales del siglo XIX.
Además, la historia del vino en la comarca encierra un tesoro invaluable del patrimonio rural: las tinas del Valle del Flequer. Estas tinas, con paredes construidas con gres con la técnica de piedra seca -las piedras se unen sin ningún tipo de mortero o argamasa, y los huecos entre ellas se rellenan con arena seca- se encuentran estratégicamente dispuestas a lo largo de la ribera del torrente del Flequer, y forman pequeños grupos que solían utilizarse para verter las uvas, prensarlas y luego depositarlas en tinas situadas a un nivel inferior, donde comenzaba su proceso de fermentación.
Otoño gastronómico: producto de temporada y estrellas Michelin
Decir que en Barcelona se come muy, pero que muy bien, en cualquier momento del año, es algo que no puede sorprender a nadie. Pero en otoño, la experiencia gastronómica puede ser aún más sabrosa e intensa: los mercados -el de Vic, celebrado todo los sábados bajo las arcadas de la plaza mayor, es una cita que no debe faltar entre los más gourmets- se llenan de productos aún más ricos y los platos se impregnan de los sabores auténticos y sorprendentes que caracterizan a la cocina catalana.
Con la despensa repleta de productos de temporada, la exquisitez está garantizada. Cigalas, gambas rojas, sepias y calamares son los tesoros más codiciados que se encuentran en las lonjas de la provincia y, aunque estos manjares son exquisitos en preparaciones sencillas, también se disfrutan enormemente en platos que combinan lo mejor del mar y la montaña.
Robellones, trompetas de la muerte y negrillas son los tesoros que buscan -y encuentran- los senderistas más gourmets, que pacientemente recorren las sendas y paisajes de los bosques de Berguedà y Osona, auténticos paraísos para los amantes de las setas en otoño. El otoño es también tiempo de castañas. Una manera tradicional -y sabrosísima- de degustarlas es asadas al fuego y acompañada de panellets y vino dulce durante la festividad de Todos los Santos. Los castaños del Montseny producen castañas particularmente sabrosas, que se pueden adquirir en la feria de la castaña que se celebra en Viladrau a finales de octubre.
Este auténtico frenesí de manjares tiene su correspondencia en la excelente oferta de restaurantes del interior de la provincia, entre los que destacan los que ostentan el reconocimiento de la Guía Michelin. Can Jubany y Fonda Sala en Osona, L’Ó en Sant Fruitós de Bages, o el Lluerna de Santa Coloma de Gramenet son algunos de ellos.
Tesoros de la naturaleza en la provincia de Barcelona
A menos de una hora en coche desde la ciudad de Barcelona, entre las comarcas de La Selva, Osona y el Vallès Oriental, aguarda uno de los tesoros naturales más espectaculares de Catalunya: el Parque Natural del Montseny, declarado Reserva de la Biosfera. Torrentes y fuentes -mas de 900-, cascadas y pozas (gorgs) de aguas cristalinas se esconden en tupidos bosques de castaños, encinas y hayas, regalando al gran viajero una sorpresa tras otra. La riera de Passavets, con sus saltos de agua, el gorg Negre, en la riera de Gualba, o la font Bona, considerada el nacimiento del río Tordera, son algunos de los preciosos parajes que no pueden faltar en una visita al macizo del Montseny.
Tampoco faltan excusas monumentales en el lugar: el castillo de Tagamanent, encaramado en la cima del Turó de Tagamanent, con la iglesia de Santa María compartiendo vistas, el fuerte ibero de la colina del Montgròs o el imponente castillo de Montsoriu, uno de los más importantes de la antigua Corona de Aragón, hacen de una visita al Montseny toda una experiencia viajera.
Otro tesoro de la naturaleza de la provincia de Barcelona es la Reserva Natural del Delta del Llobregat, un paisaje de otro tiempo acariciado por el Mediterráneo, en el que pastan caballos salvajes e incontables bandadas de aves hacen escala en sus migraciones. En el Parque Natural del Garraf aguardan estampas del más prototípico paisaje mediterráneo, de frondosos valles moteados por fortificaciones y castillos -como los de Eramprunyà y Olivella-, y preciosas masías tradicionales donde aún rigen los modos de vida de más tradicionales, hasta llegar al Mediterráneo, al que se asoma en escarpados acantilados -como el de La Falconera- y espectaculares playas.
Y ninguna escapada a la provincia de Barcelona en busca de sus encantos naturales estaría completa sin rendir una visita a la Montaña de la Sal, en Cardona. Con 120 metros de altura, es un fenómeno geológico único en el mundo, cuyos secreto se nos revelan en el Parque Cultural de la Montaña de la Sal, en la antigua Mina Nieves.
Allí, los visitantes podremos adentrarnos por las galerías subterráneas que se extienden por 500 metros y maravillarnos ante la infinita colección de grutas, salas, estalactitas y estalagmitas. Hay que aprovechar la escapada y continuar la excursión por Cardona, paseando por las calles de su casto antiguo y visitar el castillo y la antigua residencia de los duques de Carmona, convertida hoy en bellísimo Parador.
Disfrutar del Mediterráneo barcelonés en otoño
Desde luego: decir Barcelona es decir también Mediterráneo. Los más de 100 kilómetros de litoral de la provincia está jalonado de excelentes calas y playas para todos los gustos, repartidos por 25 municipios costeros, e ideales para disfrutar durante todo el año. Así, el otoño se descubre como una estación perfecta para disfrutar de las playas de la provincia de Barcelona. El clima y la luz son perfectas para hacer rutas por las playas, siguiendo, por ejemplo, las rutas que, paralelos al mar, recorren los Caminos de Ronda, presentes en toda Catalunya, y son una excelente oportunidad para, en este caso, admirar la belleza natural del litoral barcelonés.
Nos aguardan varios kilómetros de caminos de ronda en la comarca del Maresme, como los que conectan las localidades de Calella y Sant Pol de Mar. Avanzando hacia el sur, en la comarca del Garraf, hay aún más tramos: el que transcurre entre Garraf y Vilanova i la Geltrú se caracteriza por su terreno rocoso y esconde tesoros como el cerro de Can Lluçà, con la preciosa masía tradicional del mismo nombre, antes de iniciar el descenso hacia Sitges donde, a partir de la playa de Sant Sebastià, la ruta sigue paralela al mar hasta llegar a Vilanova i la Geltrú.
Precisamente en Vilanova i la Geltrú aguarda su gran ambiente marinero, con el espectáculo del fondeo de las embarcaciones pesqueras descargando sus capturas para subastarlas en la lonja, y que, en cuestión de momentos, pasan también a las cocinas de los numerosos restaurantes tradicionales de la localidad. En esta época del año, comienza a ofrecerse en las cartas la receta más típica de la localidad, el sabrosísimo xató -una salsa hecha con almendras y avellanas tostadas, miga de pan con vinagre, sal, aceite y ajo, y la nyora, y que se acompaña de ensalada de escarola con anchoas, atún y bacalao- y que, degustándolo mientras se contempla el sol de otoño pintar de ocre el Mediterráneo, puede ser el broche perfecto para Tu Gran Viaje por la provincia de Barcelona, tu próxima aventura viajera.