Por su gente, por sus tradiciones, por sus maravillas naturales, por su cultura y patrimonio… ÚNICA e irresistible, al menos una vez en la vida tienes que vivir Tu Gran Viaje a Cuba, uno de los países más fascinantes del mundo.

«Cuba navega su mapa como un largo cocodrilo verde, con ojos de agua y piedra», le cantó el gran poeta cubano Nicolás GuillénCuba, ÚNICA y fascinante, la mayor de las Antillas. ÚNICA y fascinante porque viajar a Cuba es hacerlo a un lugar que enamora a quien lo conoce. Y lo hace por el carácter de su gente, la espectacularidad de sus parajes naturales, la magia de sus pueblos y ciudades y, desde luego, por esa luz caribeña que pinta todos los momentos que te esperan en Tu Gran Viaje a Cuba y que Logitravel pone a tu alcance con las mejores propuestas y ofertas de viajes a Cuba.

 

 

 

El magnetismo de las gentes de Cuba

De una esquina a otra de ese mapa que pintaba el maestro Guillén, el seductor carácter cubano aparece en cada esquina de sus ciudades y pueblos coloniales. La magia de Cuba, ÚNICA en el mundo, está, sobre todo, en su gente, una población de orígenes diversos -nativos precolombinos, españoles, africanos, incluso orientales- que tiene como bandera la alegría de vivir y la capacidad de resiliencia ante las numerosas adversidades que la Historia les ha puesto por delante.

 

 

Los cubanos son cálidos, alegres, imaginativos, instruidos, hospitalarios, de naturaleza amigable y espíritu festivo. Cualidades todas ellas que se reflejan en su día a día y, desde luego, en la música, el baile y la vibrante vida social que impregna su sociedad. Sus ricas tradiciones, la influencia de diversas culturas y la capacidad de superar adversidades hacen de Cuba una experiencia de viaje ÚNICA en el mundo, idónea para los viajeros que buscan sumergirse en esta Cuba ÚNICA, rica y vibrante que les hipnotizará.

 

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Fiestas y festejos populares para todos los gustos adornan Cuba de punta a cabo. Carnavales, charangas, fiestas patronales y campesinas, parrandas… Los Bandos de Majagua -en la provincia Ciego de Ávila-, los famosos Carnavales de La Habana y de Santiago de Cuba o las Charangas de Bejucal, son algunas de las celebraciones populares más coloridas y animadas; pero en cualquier conversación, en cualquier momento y lugar, el maravilloso carácter cubano está presente, tendiendo la mano al gran viajero.

 

 

Lugares mágicos de Cuba: el Valle de Viñales, donde el tabaco se hace arte

No faltan en esta Cuba ÚNICA lugares repletos de magia y encanto que se anclan por siempre en el recuerdo de quienes los descubren. En el corazón de la provincia de Pinar del Río emerge uno de ellos: el valle de Viñales. Los mogotes -formaciones montañosas de piedra caliza- se yerguen sobre las fértiles y frondosas tierras de este valle, tan bello que la UNESCO lo declaró Paisaje Cultural de la Humanidad, y donde los campos de tabaco se pierden en la vista, produciendo -según técnicas tradicionales- los que probablemente sean los mejores cigarros del mundo.

 

 

Diversas tabacaleras brindan a los visitantes la oportunidad de aprender sobre el proceso de cultivo y elaboración del tabaco, y pueden incluso participar en la recolección de hojas de tabaco. El valle de Viñales es un auténtico paraíso natural que, además, ofrece una experiencia auténtica y relajada, siendo un lugar ideal para realizar actividades al aire libre como senderismo, ciclismo, paseos a caballo o exploración de las numerosas cuevas de la zona.

 

 

Baracoa, ciudad musical

“La cosa más linda del mundo”, es como llaman los cubanos a Guantánamo, la provincia más oriental del país. La gran variedad de parajes naturales, su clima y su riqueza cultural e histórica cargan de razones esta afirmación. Y en la punta más oriental de la provincia aguarda Baracoa, la Villa Primada de Cuba, la primera población fundada por los conquistadores españoles a comienzos del siglo XVI. Todo un auténtico tesoro escondido que cautiva a los viajeros con su encanto histórico y su belleza natural, y donde la música es uno de sus mayores atractivos.

 

 

Y es que, además de su impresionante entorno natural -protagonizado por el Caribe, las montañas y, a un paso de la ciudad, el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO-, Baracoa se enorgullece de sus estilos musicales tradicionales, como el nengón y el kiribá, que reflejan la herencia africana y se consideran los antecesores del son y el guarache y que, junto a los acordes de la trova o la tumba francesa, un tipo de baile, canto y percusión que llegó a Cuba con los esclavos haitianos y que es Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, convierten a Baracoa en un destino imprescindible para los amantes de las tradiciones más auténticas.

 

 

El paraíso existe y está en Cayo Largo

Cayo Largo es la perfecta postal caribeña hecha realidad, y no hay programa de Inteligencia Artificial que pueda competir con la belleza sin cuento de este refugio tropical que cautiva a los visitantes con su belleza virgen y su atmósfera relajada. Cayo Largo es una pequeña isla del archipiélago de los Canarreos, al sur de Cuba y cerca de Isla de la Juventud, la segunda más grande del país, famosa por sus playas de arena blanca y aguas cristalinas, que reflejan una gama de tonos azules y verdes, que se extienden por kilómetros de costa virgen.

 

 

Playa Paraíso y Playa Sirena, sus playas más populares, tienen aguas poco profundas y tranquilas, ideales para nadar, bucear y practicar snorkel. Los arrecifes de coral que rodean la isla albergan una gran diversidad de vida marina, y cabe destacar las políticas de preservación de su entorno natural, con la protección de las tortugas marinas, que anidan en las playas de la isla, como una de las iniciativas más destacadas para mantener el compromiso de Cayo Largo con el medio ambiente.

 

 

La tranquilidad y la sensación de aislamiento son parte importante de su encanto, y los resorts, de gran calidad, están perfectamente integrados en el paisaje de la isla. Paseos en kayak, excursiones en catamarán y avistamiento de delfines en su hábitat natural son algunas de las actividades que podemos realizar en Cayo Largo, donde la relajación y la conexión con la naturaleza se convierten en la esencia misma de la experiencia.

 

 

 

Tesoros naturales que son Patrimonio de la Humanidad

Cuba, única como es, se descubre también como un auténtico tesoro de la Naturaleza. Su territorio alberga una grandísima riqueza natural: una cuarta parte de él está protegido, con hasta catorce parques nacionales, dos lugares Patrimonio Mundial Natural y nada menos que seis Reservas de la Biosfera -Guanahacabibes, Sierra del Rosario, la Ciénaga de Zapata -el mayor humedal del Caribe insular-, Buenavista, Baconao y Cuchillas del Toa.

Esta imponente colección de joyas naturales son el hogar de más de 7.000 especies vegetales endémicas -la mayor variedad de todo el Caribe- y nada menos que más de 350 especies de aves, algunas tan sorprendentes como el zunzuncito, una especie de colibrí que, con tan solo 63 milímetros de largo, es el ave más pequeña del mundo.

 

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Esta enorme riqueza natural hace que cada tipo de viajero encuentre su plan perfecto. Desde avistadores de aves a senderistas, a cuya disposición hay numerosas rutas habilitadas. Por ejemplo, se puede hacer un trekking por el Parque Nacional Pico Turquino para subir a la cumbre más alta de la isla, de 1.974 metros, en la Sierra Maestra en un trayecto de unos dos días, recorrer los frondosos parajes del Valle de Los Ingenios, con sus antiguas haciendas azucareras, y que es Paisaje Cultural de la Humanidad por la UNESCO, o explorar el área protegida más importante de Cuba, el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, núcleo de la Reserva de la Biosfera Cuchillas del Toa.

 

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Y, por supuesto, no hay que olvidarse de uno de los mayores atractivos de Cuba, sus espectaculares playas. Hay más de 600, repartidas por sus más de 6.000 kilómetros de litoral, ideales para la práctica de deportes náuticos: snórkel, buceo, vela, pesca deportiva… Además de las de Cayo Largo, las de Varadero y las de Cayo Coco son de merecida fama internacional. Y no nos olvidemos de otro de los hitos de la naturaleza cubana, que se desarrolla a lo largo del litoral de la provincia de Camagüey: es su barrera de coral, que, con 400 kilómetros de longitud, es la segunda más grande del mundo.

 

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Inmensa riqueza cultural

Cuba es, además de la mayor de las Antillas, la más rica en cuanto a patrimonio histórico y cultural. El esplendor de Cuba iluminó durante siglos la Corona española, de la que fue su provincia más próspera y también una de las más queridas. De esa prosperidad es testigo una gran colección patrimonial de edificios y monumentos, especialmente de los siglos XVI, XVII y XVIII: viejos palacios, residencias señoriales, iglesias, catedrales y obras de fortificación que enorgullecen a sus pueblos y ciudades.

 

 

La Habana, la ciudad de las columnas

Al frente de todas ellas está, cómo no, la hechizadora capital de Cuba, La Habana, “la ciudad de las columnas”, como la bautizó uno de sus hijos más ilustres, el premio Nobel de Literatura Alejo Carpentier. La Habana es, por mil razones que no caben en una vida, una urbe tan intensa y única como el Caribe que rompe en su Malecón; y su trazado urbano, repleto de joyas, rincones y obras maestras arquitectónicas, hacen que la ciudad sea, probablemente, la más bella de todo el continente americano.

 

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De las coloridas calles de la Habana Vieja al elegante Vedado, del majestuoso Paseo del Prado al imponente Castillo del Morro, La Habana es una ciudad que respira historia y cultura en cada esquina. Su mezcla única de arquitectura, música, literatura y arte la convierte en un destino inolvidable para los grandes viajeros que buscan sumergirse en el rico patrimonio cultural de Cuba y experimentar la auténtica vitalidad de esta ciudad única.

 

 

El casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, exhibe calles empedradas, plazas encantadoras y edificios coloniales bellamente conservados. No hay que dejar de visitar las cuatro plazas emblemáticas de la ciudad -Armas, Vieja, Catedral y San Francisco- y la avenida del Puerto, convertida hoy en un sugerente paseo, presidido por la Columna de O’Donnell y la estatua del gran poeta cubano Nicolás Guillén.

 

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El contraste entre los grandiosos palacios de la época colonial y las estructuras más modernas refleja la complejidad de la historia de Cuba. La icónica imagen del Che Guevara en la plaza de la Revolución, el imponente edificio neoclásico del Capitolio o el Malecón, el paseo marítimo más seductor del mundo, conviven con majestuosas construcciones como la catedral de San Cristóbal de La Habana -un ejemplo impresionante de arquitectura barroca, cuyas torres gemelas hacen de ella uno de los lugares más reconocibles de la ciudad-, el precioso edificio neobarroco del Gran Teatro de La Habana, el Museo de Bellas Artes o el que es uno de los cementerios más bellos del mundo, el histórico Cementerio de Colón.

 

 

Trinidad, un viaje en el tiempo

A algo más de 300 kilómetros de La Habana, la histórica ciudad de Trinidad es la otra gran joya arquitectónica del patrimonio cubano. Viajar a Trinidad es hacer un viaje en el tiempo gracias a su encanto histórico y su arquitectura bien conservada. Esta ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un testimonio vivo de la riqueza y la influencia que experimentó durante el auge de la industria azucarera en los siglos XVIII y XIX.

 

 

Caminar por las calles empedradas de Trinidad es adentrarse en una postal del pasado. Sus casas de colores brillantes con techos de tejas, balcones de hierro forjado y patios interiores reflejan la opulencia de la época colonial. La Plaza Mayor está rodeada de majestuosos edificios, incluyendo la Iglesia Parroquial de la Santísima Trinidad. Trinidad también es conocida por sus museos que retratan la historia y la cultura de la región, como el Museo Romántico y el Museo de Arquitectura Trinitaria.

 

 

 

Fusión de ritmos y de sabores

Cuba es fruto de de la rica fusión de culturas y tradiciones que han influido en la isla a lo largo de los siglos, y así lo son también dos de sus expresiones más fundamentales, sin las que no se entiende el carácter cubano: la música y la gastronomía.

 

 

Ambas expresiones son un reflejo de esa mezcla de culturas y razas. Las raíces de la música cubana se entrelazan con influencias africanas, españolas y caribeñas, dando como resultado una mezcla única de ritmos y estilos, que son conocidos y seguidos en todo el mundo. Desde el son, que combina elementos africanos y españoles y del que nació la salsa, a la rumba, caracterizada por su percusión intensa y su ritmo contagioso, pasando por el guaracho, diferente a todo; el bolero, un género romántico y melódico, o la Nueva Trova, que llenó de talento musical y compromiso la música de buena parte de la segunda mitad del siglo XX.

 

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La isla es tierra de grandes músicos que han pasado con mayúsculas a la historia de la música universal. Benny Moré, Compay Segundo, Omara Portuondo o Ibrahim Ferrer son solo algunos de los más conocidos internacionalmente. Además, no hay que olvidar que la música es una parte integral de la vida cotidiana en la isla. Las calles de pueblos y ciudades resuenan con los sonidos de la música en vivo, y las casas particulares a menudo albergan pequeñas agrupaciones que tocan para disfrute de locales y visitantes.

 

Tu Gran Viaje a la Habana. Tu Gran Viaje revista de viajes y turismo
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Esa pasión por la música se refleja en la forma en que se disfruta la comida en Cuba. Las comidas son una celebración de la vida y la comunidad, y a menudo se comparten en familia o con amigos. La música, el baile y la conversación animada acompañan a las comidas, creando un ambiente festivo y acogedor. Como se ha dicho, la fusión manda también a la hora de la comida: platos emblemáticos como el arroz con frijoles, conocido como “congri” o “moros y cristianos”, la “ropa vieja”, un guiso de carne desmenuzada, y el “ajiaco”, una sopa espesa que mezcla ingredientes como yuca, plátano y carne de cerdo, son ejemplos de esta fusión. Los ingredientes locales, como el plátano, la yuca, el aguacate y los mariscos frescos, son esenciales en la cocina cubana.

 

 

Los sabores intensos y los condimentos como el ajo, el comino y el cilantro dan vida a los platos y crean una experiencia culinaria única. Y, ¡qué decir de los cócteles! Desde siempre, Cuba ha sido una meca para amantes de la coctelería de todo el mundo, habiendo dado tragos tan especiales como el Cuba Libre, el Daiquirí o el Mojito, cuyo mejor embajador fue -y será por siempre en el recuerdo- Ernest Hemingway.

 

 

 

El premio Nobel ha pasado a la historia de La Habana por una frase, “Mi mojito en la Bodeguita… y mi daiquirí en el Floridita”, que se exhibe enmarcada detrás de la barra de La Bodeguita del Medio (C/Empedrado, 207, Habana Vieja), cantina popular y legendaria convertida ya en un escenario imprescindible en cualquier viaje a Cuba.

 

hemingway en la habana-tu gran viaje

 

En resumen, tanto la música como la cocina cubana son el resultado de una acertada fusión de sabores y sentires, de ritmos e ingredientes, que hacen que disfrutar de ellas sea una experiencia auténtica y deliciosa, y que refleja la diversidad y el espíritu de una Cuba tan rica en todo que nunca, nunca, se irá de nuestra memoria.