Puede decirse que, para el gran viajero español, la República Dominicana es sinónimo por excelencia de vacaciones: un auténtico sueño viajero que siempre está en su lista de deseos. Y es que, cuando el español piensa en viajar al Caribe, tiene en mente las playas de Punta Cana, de Puerto Plata o de Bávaro y sus espectaculares resorts de fama internacional.
Pero la República Dominicana es más, mucho más, que algunas de las mejores playas del mundo. El lema del país –“lo tiene todo”– es una maravillosa promesa cumplida: ciudades donde cultura y modernidad se dan la mano, sorprendentes escenarios naturales, una escena de ocio para todos los gustos, gastronomía tradicional, planes de turismo activo… Un abanico de experiencias viajeras que llenarán nuestro pasaporte viajero y que Logitravel pone a nuestro alcance con su colección de propuestas para viajar a la República Dominicana.
Las playas de la República Dominicana
Como hemos comentado, las playas de la República Dominicana son la escena más prototípica del país. Punta Cana es tal vez el enclave más conocido: además de sus espectaculares resorts, en sus cerca de cincuenta kilómetros de litoral aguarda una increíble colección de playas –entre las que destacan las de El Cortecito, Bávaro o Macao (a la que la UNESCO distinguió como una de las mejores playas del Caribe)– que definen a la perfección el término “edén caribeño”: arenales inmensos de arena dorada y aguas turquesas enmarcados por cocoteros y donde el amanecer y el atardecer se muestran con una belleza tan rotunda que parecen un sueño…
Las mismas sensaciones las viviremos en las playas de Las Terrenas, un bucólico enclave de la península de Samaná, al norte del país, y que se ha puesto de moda en los últimos tiempos como unos de los destinos más cool de América gracias, además de por su oferta de alojamientos exclusivos, por sus playas: Punta Popy, Bonita o Las Ballenas satisfarán a cualquier viajero. Y para los más aventureros, en la esquina más occidental del país, fuera de las rutas turísticas más habituales, aguardan las increíbles playas de la bahía de las Águilas, como la playa Paraíso y la playa Blanca: no hay azul más puro en todo el Caribe.
Santo Domingo, la Ciudad Primada de América
Fundada en 1498 por Cristóbal Colón, y distinguida por la UNESCO como Lugar Patrimonio de la Humanidad, el casco viejo de la ciudad de Santo Domingo -conocido como Ciudad Colonial– es una fascinante muestra arquitectónica de la época colonial y otorga a la ciudad el título de Ciudad Primada de América.
Este conjunto de 16 calles adoquinadas, de intenso sabor castellano, está repleto de historia y vida y alberga construcciones emblemáticas de los siglos XV al XVII, como el Alcázar de Colón, el Fuerte de Ozama o la Catedral, la primera que se erigió en el continente americano. La calle de las Damas ofrece un viaje en el tiempo, con lugares de visita recomendada como el Panteón Nacional y la Casa de Ovando, reconvertida en hotel de lujo.
En contraste, el Malecón, asomado al Caribe -y en el que se han rodado infinidad de películas- refleja la vitalidad contemporánea de Santo Domingo, con su bullicio de tráfico, comercios y restaurantes, mientras que la Avenida de la Independencia destaca como la vía principal de la capital dominicana, siempre repleta de vida.
Música y diversión: ocio en la República Dominicana
Más allá de la infinita y excelente oferta de los resorts, hay muchos, muchos planes de ocio en la República Dominicana. Santo Domingo es el epicentro de la vida nocturna, especialmente en la Ciudad Colonial, donde se encuentran numerosos bares y restaurantes con música en vivo y un ambiente vibrante.
Las noches de viernes y sábados se puede disfrutar de música folclórica en la Plaza España, mientras que los domingos la diversión continúa con bandas de son y merengue ante las ruinas de San Francisco. Y nada como contemplar la noche de Santo Domingo desde el elegante el roof bar del hotel JW Marriott de Santo Domingo.
Punta Cana es otro destino popular por su gran cantidad de bares y discotecas con espectáculos de música en vivo, música house y DJ internacionales, como el famoso Coco Bongo, la sala de fiestas más famosa del Caribe. En el norte, además de exclusivos bares y restaurantes en Las Terrenas, como el excelente beach club Porto, del complejo Balcones del Atlántico, hay que disfrutar de la escena nocturna de Puerto Plata, otro de los grandes enclaves turísticos del país.
Allí vamos a encontrar una gran variedad de ocio nocturno con numerosos bares, clubes y espectáculos de música en directo, además de un famoso festival de jazz internacional que se celebra cada mes de octubre. Y no hay que olvidarse de Cabarete, una de las mecas surfistas más populares de América, donde los beach bars prolongan la diversión hasta el amanecer.
Gastronomía de fusión
La gastronomía dominicana refleja la rica fusión de culturas que define al país, combinando influencias criollas, africanas y españolas. Más allá de las opciones internacionales de los buffets de los resorts, hay un universo culinario lleno de matices por explorar. El plato más emblemático de la República Dominicana es la “bandera“, consiste en arroz blanco, habichuelas rojas y una porción de carne, acompañado opcionalmente por ensalada o tostones. Además, hay una amplia variedad de platos para degustar, como el sancocho, el chivo guisado, el mangú (plátano verde hervido y majado), y chicharrones de pollo o cerdo.
Y en cuanto a la bebida, el ron dominicano destaca entre los mejores del Caribe. Marcas como Bermúdez, Brugal y Barceló son reconocidas mundialmente. El ron dominicano se clasifica según su tiempo de añejamiento: desde 18 hasta 36 meses es blanco, de cinco años es rubio, de siete años es añejo, y de diez años o más es extra viejo. En Santo Domingo, el Museo del Ron y la Caña ofrece una oportunidad para descubrir más sobre esta bebida nacional, mientras que en Puerto Plata se puede visitar la destilería de Ron Brugal.
La sorprendente riqueza natural de República Dominicana
La variedad y riqueza de la naturaleza de la República Dominicana es algo que sorprende a quien la conoce por primera vez. Isla Saona, accesible en barco desde Bayahibe, muy cerca de Punta Cana, es un verdadero paraíso donde se encuentran el Caribe y el Atlántico.
Esta isla, de dos poblados tradicionales y playas tranquilas, es un refugio de belleza natural con playas vírgenes, arrecifes de coral, cuevas tainas y una rica biodiversidad. Es un santuario para diversas especies, desde tortugas marinas hasta cotorras verdes, convirtiéndola en un destino ideal para una excursión de medio día desde Bayahibe o la playa de Dominicus.
En el noroeste del país, la península de Samaná alberga algunos de los mayores tesoros de la biodiversidad de la República Dominicana. No hay que perderse el Salto del Limón, una cascada de 40 metros de altura accesible a través de una caminata de 2,5 km desde el pueblo de El Limón.
También en Samaná, el Parque Nacional de los Haitises alberga una rica diversidad de especies endémicas, convirtiéndolo en un destino imprescindible para los viajeros amantes de la naturaleza. Ocupa un área de más de 1.600 kilómetros cuadrados que se extiende a lo largo de la bahía de Samaná.
Este parque alberga una rica diversidad de flora y fauna endémicas, así como petroglifos taínos en cuevas como La Arena, La Reyna y La Línea. Con sus escarpados karst, bosques de manglar, y especies en peligro como el gavilán dominicano, el parque es un refugio para pelícanos, fregatas, garzas, manatíes, jutías y tortugas, representando lo mejor de la naturaleza dominicana.
En el sur de la República Dominicana, las provincias de Perdernales y Barahona son también un santuario natural con lugares destacados como el cañón del río Mulito, cuevas con arte taíno en el litoral, la isla Beata, la laguna de Oviedo con flamencos y iguanas en sus cayos, y el lago Enriquillo, el más grande del Caribe y situado casi 30 metros bajo el nivel del mar. Esta región, casi virgen, es un destino excepcional para los amantes de la naturaleza.
En el interior del país destacan cumbres de más de 3.000 metros de altura como el pico Duarte, la cumbre más alta del Caribe con 3.087 metros, donde incluso llega a nevar. Estas cumbres enmarcan valles frondosos como el de Constanza, conocida como “La pequeña Suiza”, o el de Jarabacoa. Aquí se encuentran lugares imperdibles como el Salto de Baiguate y el Salto de Jimenoa. Todo un espectáculo de verdor bajo el sol del Caribe.
Experiencias eco-dominicanas
En la República Dominicana, además de poder practicar deportes náuticos en Cabarete, Punta Cana o Puerto Plata, o golf e hípica en La Romana, se puede acampar en parques nacionales y áreas protegidas, y alojarse hospedajes eco. Se puede realizar ciclismo de montaña, surf, rafting, observación de aves, senderismo, paseos a caballo, kayak, safaris en jeep, excursiones en mula e incluso escalada.
Entre las rutas, destaca La Ruta del Café, en Salcedo y Bonao, donde se puede ver el proceso de producción del café, y hacer trekking en bosques tropicales. Otra excelente idea es realizar un safari submarino en Puerto Plata, Sosúa o Cabarete, y contemplar las formaciones de coral cuerno de ciervo, en peligro de extinción, ayudando a su preservación.
Una de las experiencias más increíble espera en Samaná: la observación de ballenas jorobadas durante su temporada de apareamiento, que transcurre de enero a marzo. Entre 3.000 y 5.000 ballenas jorobadas emigran a las cálidas y cristalinas aguas de la bahía de Samaná, en el Santuario de Mamíferos Marinos de República Dominicana, de más de 200 millas cuadradas.
En Santa Bárbara se organizan excursiones para presenciar este espectáculo natural, mientras que en Punta Balandra se pueden avistar ballenas desde tierra firme. En la misma bahía de Samaná está el islote de Cayo Levantado, el lugar perfecto para disfrutar de unas vacaciones más tranquilas, conocido también que ha sido escenario del programa de televisión Supervivientes.
Y es que en República Dominicana, cada experiencia es inolvidable. Sumérgete en su cultura, saborea su gastronomía y déjate cautivar por su belleza. ¡Descubre la magia de República Dominicana y crea recuerdos para toda la vida!
