El próximo mes de marzo, Hidden Away Hotels abrirá las puertas del Gran Hotel Inglés, un hotel boutique de cinco estrellas situado en el número 8 de la calle Echegaray, en el madrileño Barrio de las Letras.
El próximo mes de marzo, Hidden Away Hotels abrirá las puertas del Gran Hotel Inglés, un hotel boutique de cinco estrellas situado en el número 8 de la calle Echegaray, en el madrileño Barrio de las Letras. Para hacer realidad el sueño de volver a dar vida al hotel de lujo más antiguo de Madrid, la cadena de exclusivos hoteles boutique ha elegido a uno de los estudios de arquitectura e interiorismo más prestigiosos del mundo. Se trata de Rockwell Group, con sede en Nueva York, quien ha querido recrear el lujo de los dorados años 20.
“Elegimos a Rockwell Group porque son quienes mejor entienden la importancia de crear experiencias únicas y lo están plasmando perfectamente en nuestro hotel”, explica Ignacio Jiménez, socio fundador de Hidden Away Hotels junto con Carmen Cordón. “La finalidad de la reforma es recuperar la elegancia clásica que tuvo el hotel en el siglo XIX con guiños contemporáneos que no pasen de moda”, continúa Jiménez. “Para ello, ofreceremos una combinación de elegancia, clase, confort y sofisticación con un proyecto de iluminación muy cuidado para dotar al conjunto de un ambiente acogedor”.
La cadena de exclusivos hoteles boutique reabrirá las puertas del hotel más antiguo de Madrid con un remodelado diseño inspirado en el art déco y en las famosas fiestas neoyorquinas estilo Gran Gatsby que tuvieron lugar en el Nueva York de la década dorada.
El Gran Hotel Inglés, el primer hotel de lujo de la historia de Madrid
Construido en 1853, el Gran Hotel Inglés fue el primer hotel en tener restaurante, y está situado en la primera calle de la ciudad que contó con suministro eléctrico, la actual calle Echegaray. Un lugar que fue un punto de encuentro para vanguardistas e intelectuales, auténtico icono cultural y social de la época.
“Estamos entusiasmados de trabajar con Hidden Away Hotels en la renovación del Gran Hotel Inglés”, explica David Rockwell, fundador y presidente de Rockwell Group. “Hemos querido traer de vuelta el glamour, la elegancia y la innovación que tuvo esta propiedad histórica, la cual se convertirá una vez más en punto de referencia de la ciudad”.
El Gran Hotel Inglés cuenta con dos comedores privados, una biblioteca llamada el Salón de las Letras, un gran gimnasio, zona de wellness y 48 espléndidas habitaciones. El nombre del restaurante, Lobo 8, está inspirado en el antiguo nombre de la calle Echegaray; y el lobby bar del vestíbulo, LobByto, será el nuevo destino de parada obligatoria para los viajeros más sofisticados y modernos de la actualidad.
LobByto
Gracias al trabajo de Hidden Away Hotels junto a Rockwell Group, se ha construido un espacio que transmite la sofisticación y la elegancia del Madrid de los años 20, con la utilización de candelabros circulares y detalles inspirados en los techos de las mansiones clásicas de la década dorada. El eje central lo preside el bar, una joya del diseño, con una barra elíptica iluminada compuesta de un exclusivo mosaico de piezas encajadas de geometría art déco que culmina en el gran botellero realizado en acero, bronce envejecido y cuero, que pesa más de 3.000 kilogramos y que queda suspendido sobre ella, uno de los grandes retos estructurales del proyecto.
“El Gran Hotel Inglés fue uno de los primeros edificios de Madrid con alumbrado eléctrico. Este hecho lo convirtió, en su momento, en un lugar de vanguardia y absoluta tendencia, por lo que hemos realizado guiños decorativos a esta historia de la luz eléctrica. Entre otras cosas, hemos logrado recuperar las lámparas que iluminaron por primera vez este salón. Gastón y Daniela las ha restaurado, e iluminarán de nuevo la noche de Madrid”, explica Carmen Cordón.
Con dilatada experiencia en crear escenarios para producciones de Broadway, David Rockwell concibe sus proyectos arquitectónicos como una inspiración teatral. Sus condecoraciones incluyen el Premio Tony al Mejor Diseño Escénico por She Loves Me, y múltiples nominaciones para otros espectáculos de Broadway. David Rockwell ha llevado su mirada artística a LobByto, gracias a su iluminación, las cortinas y los espejos con marcos de mosaico que representan imágenes históricas desvanecidas de los distinguidos antiguos visitantes e invitados del hotel. Así, el giro de la escena en el Gran Hotel Inglés estará asegurado a lo largo del día.
La oferta gastronómica será una experiencia cambiante que estará disponible a cualquier hora del día. Se abordará desde el ambiente para el mejor desayuno de Madrid, al de un vermú o tapa a media mañana, una merienda española de chocolate con churros, una cena casual, hasta la coctelería de más tendencia del momento.
El restaurante Lobo 8
El restaurante, que está inspirado en los comedores y en las cocinas tradicionales de concepto abierto, vuelca todo el concepto del castizo Barrio de las Letras en cada uno de los detalles que lo conforman. Se mezclan las estructuras clásicas de las columnas de roble pintadas de azul, algunas de ellas alumbradas por candelabros restaurados de los originales, con espejos adheridos y papel pintado de estilo clásico. La iluminación es también clásica con toques contemporáneos y conmemora el hecho de que el hotel fuese el primero en contar con luz eléctrica en Madrid. Alrededor del restaurante se sitúan los asientos en espacios reservados que conmemoran a los de los exclusivos clubs privados de la época dorada.
Así son las habitaciones y suites del Gran Hotel Inglés
Uno de los aspectos a los que se ha dado mayor importancia es a la comodidad de las habitaciones. De las 72 con que contaba el antiguo hotel, se ha pasado a 48 espaciosas habitaciones, todas ellas con un tamaño superior a los 26 m2. Algunas de ellas disponen de terraza privada o de jacuzzi exterior. Elementos como lencería de algodón egipcio de 500 hilos, televisores de un tamaño mínimo de 50 pulgadas, gadgets tecnológicos poco habituales en hoteles similares y un modelo de servicio especial y diferenciado garantizan una experiencia de lujo a los futuros clientes.
“Antes que nada, un hotel debe ser cómodo y acogedor, proporcionando el descanso con el que todo huésped sueña”, explica Carmen Cordón. “Hemos elegido colchones y ropa de cama de primera clase, y nos hemos asegurado de que todas las habitaciones tengan un aislamiento acústico excepcional, cuyas carpinterías garantizan un aislamiento acústico de 48 decibelios”.
El Gran Hotel Inglés dispone además de 6 suites de lujo, una de ellas de 125 metros cuadrados con dos accesos independientes, dos dormitorios, zonas de estar, comedor privado, zona de bar, servicio de mayordomía, dos bañeras exentas estilo años 20, televisores de 65’ y todo lujo de detalles, que la convierten en la suite de lujo más grande del centro histórico de Madrid.
En las habitaciones, pintadas de blanco roto, se ha jugado con la geometría clásica de las molduras de antaño, reconstruyéndolas y llevándolas por el techo y las paredes. La tapicería del marco de la cama se repite por toda la pared de forma uniforme y está revestida de cuero. Los lujosos baños disponen de bañeras independientes de mármol y un estante donde poner las bebidas y los accesorios.
