Se cumplen en este mes de julio 51 años de la llegada a la Luna del Apolo XI. Sus héroes llevaban en la muñeca el legendario reloj Omega Speedmaster y la segunda generación de su calibre mueve el flamante Speedmaster Moonwatch 321 Stainless Steel.
El arte de la relojería cuenta entre sus filas con algunos -no muchos- relojes míticos. Obras de arte que por su belleza, fiabilidad e importancia se han ganado una página en los libros de historia y, por supuesto, el corazón -y las muñecas- de aficionados y profanos. Y entre esas joyas, destaca el Omega Speedmaster, el reloj que conquistó la luna, y cuyo legendario calibre 321, apreciado y buscado por los coleccionistas de relojes y los aficionados de todo el mundo, llega en forma de segunda generación para insuflar de vida el flamante Speedmaster Moonwatch 321 Stainless Steel.
Características del Speedmaster Moonwatch 321 Stainless Steel
La caja del Speedmaster Moonwatch 321 Stainless Steel, de 39,70 mm, ha sido elaborada en acero noble y está influida por otro reloj de la herencia espacial del Speedmaster, el estilo de tercera generación que se empleó durante el primer paseo espacial estadounidense, en 1965. El diseño también incluye un aro de bisel en cerámica [ZrO2] negra pulida, con una escala taquimétrica en esmalte blanco, así como el icónico “Dot over Ninety” o punto de marcación sobre el 90. Las conocidas agujas del Moonwatch adornan la esfera negra achaflanada, junto con un logotipo OMEGA de época.
A través del fondo de caja en cristal de zafiro se puede admirar el calibre 321. Montado en el taller de OMEGA dedicado exclusivamente al calibre 321 según las auténticas especificaciones del original, se emplearon dos años de extensa investigación y reconstrucción para devolver la vida a este movimiento, lo que incluyó el uso de la tomografía (un método de escaneo digital), para ver el interior del mismísimo OMEGA Speedmaster que llevó puesto el astronauta Eugene “Gene” Cernan durante la misión Apolo 17, en 1972.
