No hay manera más glamourosa de llegar a Machu Picchu que a bordo del mítico tren Hiram Bingham de Belmond, disfrutando de un excelente brunch. Puro lujo viajero.
La manera más cómoda de llegar a Machu Picchu es en tren. Los espectaculares trayectos, de varias horas de duración, parten desde Cusco, Valle Sagrado o Ollantaytambo, el punto más cercano a la ciudadela. Y, de todos los trenes que los realizan, el más exclusivo es el tren Hiram Bingham de la compañía Belmond.
Una vez en la vida
El Hiram Bigham es el exclusivo tren de la compañía Belmond que hace el trayecto entre Cuzco y Machu Picchu en menos de tres horas. Sus dos vagones, decorados con todo lujo, y su servicio a bordo, recuperan el espíritu de los trenes más legendarios de la historia.
Decorado al estilo de 1920 con vagones Pullman y con capacidad para 84 pasajeros, viajar en el tren Hiram Bingham -debe su nombre al explorador que redescubrió la ciudadela inca- es una de esas experiencias que merecen ser vividas alguna vez en la vida: disfrutar de un servicio exquisito donde tomar un excelente brunch mientras se escucha música andina en directo y se disfruta del paisaje desde el coche-bar observatorio, disfrutar de un recorrido casi en exclusiva por la ciudadela y tomar el té en el exclusivo Belmond Sanctuary Lodge Machu Picchu.
El Belmond Sanctuary Lodge Machu Picchu es el único hotel que hay allí, donde, además de disfrutar de increíbles experiencias -como tomar un jacuzzi al aire libre con vistas a la ciudad inca o un jardín de orquídeas- es posible, incluso, realizar una boda con vistas a la ciudadela. Sin duda, un lugar mágico que puedes reservar al mejor precio aquí.
Una vez en Macchu Picchu, no hay idioma capaz de encerrar en una definición lo que es y la sensación que provoca a quien lo contempla ante sí. Escondida entre riscos a casi tres mil metros de altura, la ciudad inca irradia un magnetismo que no se despega jamás del recuerdo.