La primavera ha llegado sin darnos cuenta, pero eso no quiere decir que no nos encante seguir disfrutando de los mejores platos de cuchara.
La fabada de La Bobia
En La Bobia, (Calle de San Millán, 3, Madrid) la fabada con compango de Tineo, a la que hacen compañía en la carta otras recetas clásicas asturianas como las patatinas al Cabrales, el chorizo a la sidra, el pastel de cabracho, los fritos de pixin… Un festín espectacular regado, cómo no con las mejores sidras naturales. Imposible quedarse con hambre. ¡Puxa Asturies!

El cocido de Casa Elena
Casa Elena (Calle Nueva, 15. Cabañas de la Sagra, Toledo) nos espera con el Cocido clásico con garbanzos de La Sagra, haciendo alarde a su concepto de restaurante Slowfood con producto de proximidad (es el único de la zona centro de la península en tener el certificado oficial de Restaurante Slow Food).

Y no te puedes perder el montado de pringá de cocido, un pequeño bocado con un crujiente de caldo de cocido relleno de pringá en el que se puede apreciar la morcilla, el chorizo, la ternera, el pollo, un toque de pimentón. ¡Para chuparse los dedos y no parar!

El potaje de vigilia de Atrapallada
El restaurante Atrapallada (Paseo de las Acacias, 12, Madrid) ha hecho una reinterpretación del clásico Potaje de Vigilia que se toma durante la Cuaresma: albóndigas de Bacalao con Hummus y espinacas. Un plato muy apetecible y singular, hecho a base de bacalao, puré de garbanzos y espinacas fritas. Los viernes de Cuaresma, el miércoles de ceniza y el Viernes Santo es tradición abstenerse, en símbolo de ayuno, del consumo de carne. Y es costumbre comer en esos días pescado, en especial bacalao, que suple el aporte nutritivo de la carne y está de temporada (su mejor época es de diciembre a mayo). ¡Buen provecho!
