La lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO aumenta con dos lugares enclavados en la Región de Bohemia: el paisaje de cría y doma de los caballos ceremoniales de Kladruby nad Labem, y la Región minera de Krušnohoří / Erzgebirge.

El Comité del Patrimonio Mundial ha inscrito 29 nuevos sitios en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en su 43ª reunión que tuvo lugar en Bakú (Azerbaiyán), una prestigiosa lista que, en palabras de la propia institución, establece que ciertos lugares de la Tierra con un “valor universal excepcional” pertenecen al patrimonio común de la Humanidad, y como tal deben ser identificadas y protegidas. De las incorporaciones de este año, destacan muy especialmente dos, ambas ubicadas en la región de Bohemia de la República Checa: el paisaje de cría y doma de los caballos ceremoniales de Kladruby nad Labem, y la región minera de Krušnohoří / Erzgebirge.

Las caballerizas de Kladruby nad Labem y su entorno

Uno de los paisajes modelados por la mano del hombre más bellos del planeta, un capricho de los Habsburgo convertido, cuatro siglos más tarde de su fundación, en un paraje tan bucólico que escaparse a él desde la cercana Praga -a solo cien kilómetros- es, ya, un must: eso son los parajes que, bañados por el Elba, acogen las caballerizas de Kladruby nad Labem, que, de pura belleza, más parecen un óleo.

 

Caballos majestuosos y minas de fábula en los nuevos Lugares Patrimonio de la Humanidad de la República Checa

 

Pero no: es de lo más real -y de cuento de hadas- la sucesión de campos, terrenos arenosos, bosques, cercados e instalaciones varias que la legendaria familia monárquica construyó para la crianza, doma y entrenamiento de los kladrubers, la raza de caballos de tiro más antigua de la República Checa, y que utilizaban en sus fastos de la corte imperial.

 

Caballos majestuosos y minas de fábula en los nuevos Lugares Patrimonio de la Humanidad de la República Checa

 

La Región minera de Krušnohoří / Erzgebirge

En el noroeste de la República Checa se encuentra la segunda joya en incorporarse a la Lista del Patrimonio Mundial, la Región de Krušnohoří / Erzgebirge. Conocida como los Montes Metalíferos, la región, muy modelada por la actividad humana, es una de las zonas mineras más importantes de Europa, con grandes yacimientos de plata, estaño o uranio, entre otros metales, que han sido explotados durante más de ochocientos años, desde el siglo XII hasta el XX, lo que ha dejado como legado a proteger una gran colección de minas y ciudades mineras, así como de fundiciones, instalaciones para el tratamiento de minerales… ¿Lo más curioso? Que, además de poder visitar el interior de las minas y hacerse una idea cabal del duro trabajo, ¡se pueden tomar baños de radón!

 

Caballos majestuosos y minas de fábula en los nuevos Lugares Patrimonio de la Humanidad de la República Checa

 

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