Si oyes la palabra Holanda, ¿qué imagen es la primera que te viene a la mente? Probablemente, un molino recortado contra un cielo azul pastel, o un bucólico canal flanqueado de elegantes casas tradicionales. Y es que el agua, y su relación con ella, define a Holanda como pocas cosas.

 

 

 

El agua es indispensable para la vida; y en Holanda, más aún. Desde la Edad Media, la relación del país con el agua ha definido su carácter y su historia. Más del 25% del territorio holandés está ganado al mar -el nombre de “Países Bajos” no es gratuito-, y muchos de los miles de molinos que adornan sus bucólicos paisajes se empleaban para drenar el terreno, regado por infinidad de acequias, lagos, ríos y canales -de lo más instagrameables- que perfilan su mapa y que nos sirve para pintar en el mapa un viaje a Holanda repleto de buenas razones para que vivas una de las experiencias viajeras más intensas de tu vida.

 

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El Parque Nacional de Nieuw Land

En la provincia de Flevoland, cerca de la región metropolitana de Ámsterdam, está el Parque Nacional de Nieuw Land, el más nuevo de los parques nacionales de Holanda. Este espacio protegido  se extiende sobre el pólder -ques es el nombre que reciben los terrenos ganados al mar- más grande del mundo, y está formado por cuatro reservas naturales -Oostvaardersplassen, Lepelaarplassen, Markermeer y Marker Wadden- que están a seis metros por debajo del nivel del mar. Este auténtico tesoro natural es todo un muestrario de la fauna y flora de Holanda, en el que no faltan desde manadas de caballos salvajes a bellísimas islas artificiales como las que salpican el lago Marken, uno de los más grandes de Europa, y que se han creado gracias a los sedimentos acumulados en el lago durante décadas. 

 

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Oostvaardersplassen

Ruta Land Art

Abundan en Holanda las propuestas del mejor arte -desde museos de categoría mundial, escenarios relacionados con la vida y obra de los más grandes pintores- pero, sin salir de la provincia de Flevoland, podrás realizar una ruta repleta de arte, la ruta Land Art. La ruta rinde homenaje precisamente al origen de la provincia como tierra ganada al mar, y su itinerario lo marcan nueve obras de arte de grandes artistas de fama mundial como Robert Morris, Richard Serra o Daniel Libeskind. , Las obras de estos genios están en plena naturaleza repartidas por los municipios de Noordoostpolder, Zeewolde, Lelystad y Almere, y marcan un trayecto de lo más bucólico, ideal para ser descubierto y disfrutado en una ruta en coche por Holanda a tu aire.

 

 

 
 
 
 
 
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El observatorio Bird-ei

Otra reserva natural con sorpresa es la Scheelhoek. Aquí, en Goeree Overflakkee, una pequeña isla la provincia de Holanda Meridional, te vas a encontrar un huevo gigante llamado Bird-ei , y que no es si no un observatorio de aves perfectamente integrado en su entorno, que puedes visitar y donde descubrirás la riqueza natural de la zona. El interior del Bird-Ei recuerda a un nido, con un entramado de madera que soporta toda la estructura, bañado por luz natural: toda una experiencia para los amantes de los lugares diferentes y que se ha convertido en una escala imprescindible en cualquier viaje a Holanda para los amantes de la naturaleza y de la arquitectura moderna. 

 

 

 
 
 
 
 
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Leiden

Leiden, la ciudad natal de Rembrandt -cuyo nacimiento en 1619 se celebra este año por todo el país- es la ciudad universitaria por excelencia de Holanda. Leiden es coqueta, compacta, repleta de historia -de ella partieron muchos de los pioneros que desembarcaron del Mayflower en lo que sería Estados Unidos-, y también de canales: después de Ámsterdam, Leiden tiene el mayor número de canales y puentes de Holanda, que cada verano se convierten en pista de desfiles para todo tipo de embarcaciones. Una experiencia viajera muy recomendable es recorrerlos al atardecer en un barco-restaurante y degustar la exquisita gastronomía tradicional de la ciudad -protagonizada por pescados y hortalizas- a la luz de las farolas de los canales… No puedes dejar de visitar en Leiden sus hojfes, los patios interiores de las tradicionales casas señoriales, el mercado de comida, uno de los más famosos del país, y el molino De Valk, del siglo XVII, y que es el icono de la ciudad.

 

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Las nueve calles de Ámsterdam

Hace más de cuatrocientos años que los canales definen Ámsterdam, que se creó y desarrolló en torno a ellos. La ciudad está atravesada por más de cien canales y 1.500 puentes, y en este cinturón de canales -que es Patrimonio de la Humanidad- se esconden lugares como De 9 Straatjes, las famosas “nueve calles” de Ámsterdam, que dan forma al barrio de tiendas más tradicional de la ciudad. El barrio es un paraíso para los viajeros, formado por calles empedradas cuyos nombres recuerdan a la piel en la que estaban especializados los artesanos peleteros que trabajaban y comerciaban en la zona: Huidenstraat (calle de los peleteros), Berenstraat (osos), Wolvenstraat (lobos) atravesadas por pequeños puentes por los que pasear en bicicleta, cafés y restaurantes con encanto, galerías, museos…

 

Tentaciones de verano en Ámsterdam
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