Más de dos mil años de historia contemplan a la segunda ciudad de Grecia, cautivadora con su fascinante mezcla de cultura, arquitectura y hospitalidad. ¡Bienvenidos a Tesalónica, la joya del norte de Grecia!
De las 13 regiones de Grecia, ponemos el foco en Macedonia central. Al norte del país, está Tesalónica, la ciudad helénica desconocida que guarda la esencia de una riqueza monumental y artística de civilizaciones acrisoladas en este suelo.
La ciudad acoge al foráneo en fechas tan emblemáticas, despidiendo el año 2023 con alegría y en armonía con otras razas y religiones, mostrando la efervescencia de unión de los millones de habitantes que la pueblan. Es cuando te enteras de que, con alrededor de cuatro millones de habitantes, se perfila como la segunda ciudad más importante de Gracia tras Atenas. Fundada en el siglo IV a.C., la urbe se articula en torno a su zona Este, donde el Mar Egeo y el Golfo de Thermaigo lanzan su estampa serena en un horizonte donde emerge la esencia de su mitología.
Nada más salir del aeropuerto, la arteria que conecta es Vía Egnatia, una continuación de la que ya trazaran los romanos en su época imperial. Esta a su vez conecta con una de las calles más vibrantes: “Reina Olga”, en honor a la bisabuela de la Reina emérita de España, SS.MM. la Reina Dña. Sofía. A medida que te aproximas al centro de la ciudad, las luces navideñas decoran los troncos de los árboles que escoltan el camino, provocando una inevitable y evocadora estampa de ciudad de cuento. Es cuando descubres otras vías destacadas: Tsimitski, Carolu Dil, Mitropoleos y Ermu, donde se condensan las tiendas, restaurantes y cafeterías de moda y ambiente chic.
Pero la ciudad no siempre fue así. En una retrospectiva rumbo a 1917, sufrió uno de sus peores azotes: un incendio que destrozó casi la totalidad de la urbe. Parece ser que lo motivó un descuido entre fogones de una señora de avanzada edad, lo que provocó la desdichada catástrofe que costó una tremenda reconstrucción de varios años.
Hoy día, superada la tragedia, Salónica, como también se la llama, es una ciudad alegre que recibe con los brazos abiertos y rezuma la savia de la fusión de creencias, donde el ambiente ortodoxo está unido con el cristiano en una convivencia ejemplar, mostrado en sus diversas iglesias de culto que así lo atestiguan.
El Paseo Marítimo
En el recorrido por la ciudad, la cita obligada es entrar en su Paseo Marítimo, una agradable caminata cerca del mar donde hay un par de barcos de recreo pirata que operan cuando los bares cierran. Son gratis, solo pagas la bebida a 6 €. En esta zona, conviene resaltar un dato: el Puerto de Salónica, considerado la entrada a los Balcanes y después del Pireo de Atenas, es el más importante de Grecia.
Instruidos en la materia, seguimos el rumbo y nos detenemos en uno de sus monumentos más significativos: La Torre Blanca, importante Sitio arqueológico, fortificación y símbolo iconográfico erigido en la época otomana, hoy es un Museo.
Otro de los hotspots de la ciudad es la Plaza Aristóteles, una de las grandes y más populares que condensa el ambientillo más popular y está coronada de grandes hoteles como el Electra Palace, donde desde su gran terraza puedes divisar una gran panorámica hasta el mar mientras degustas cócteles originales y aperitivos griegos bañados en fruta, bandejas de jamón y quesos.
De camino por el centro histórico, entramos en el recinto de la ciudad amurallada. Mientras asciendes, recorres puntos destacados como la iglesia de Agios Dimitrios, el patrón de la ciudad, del siglo IV.La cumbre está en Ano Poli. Desde su punto álgido, tienes una gran foto en sus 360°.
Aunque lo más práctico para sumergirse en el meollo de la ciudad es subirse en un City Sightseeing Thessaloniki Hop-On Hop-Off, un bus turístico que te da una vuelta por lo más emblemático. Subes y bajas del bus mientras te tomas un café a tu aire o una cerveza en un lugar muy típico como la panadería pastelería Blé Taste Gallery, especialista en mostrar sus empanadas y dulces locales como la trenza tsoureki, trigona (hojaldre y crema pastelera) y una bebida estrella y típica, el Ouzo (uso), parecido al orujo. El momento del brindis navideño con champán y degustación de dulces caseros lo pone la Pastelería Macoa.
En busca del tesoro…
Acabando la visita, llegamos a una hora por carretera al pueblo de Vergina, antigua capital de los macedonios. Es una zona de agricultura, prolífica de arroz y algodón. Está plagada de melocotones, albaricoques, cerezas, manzanas y pasa el río más largo de este país, el Aliakmon.
Una vez que atraviesas la bucólica estampa, llega el momento crucial: El Museo arqueológico (1997). La Agencia Easy Guide brinda una visita guiada en español. ¿Por qué es diferente? Recoge nuevos conceptos de los arqueólogos. Entras y está oscuro para recordar el sueño eterno.
Tras vislumbrar pertenencias de la época entre vasijas, collares, coronas y demás objetos, por fin encontramos la joya más preciada: la Tumba de Filippo II de Macedonia (382 a.C./336 a.C.), guerrero y padre de Alejandro Magno. Aunque nació en Pela a 60 km de Vergina, sus restos fueron encontrados en 1977 por el arqueólogo Manolis Andronikos, el que respiró hondo y no podía creer tamaña hazaña tras su hallazgo. Palabras que inmortaliza en un letrero cercano a la tumba con un gesto que muestra que aún no ha perdido la cara de sorprendido. Y así será por los siglos de los siglos.
En la actual cultura popular pudimos ver a Filipo en la gran pantalla encarnado por el actor Fredic March representándole en la película Alejandro Magno (1956) y, posteriormente ,por el actor Val Kilmer en 2004 que le tomó el relevo en el papel en la producción de Oliver Stone, junto a Colin Farell y Angelina Jolie. Es cuando de pronto a uno le viene a la cabeza una de las frases célebres del gran guerrero: ¡Qué porción pequeña de tierra nos aguarda cuando estemos muertos!” Frente a la tumba le respondemos: “No lo supiste, pero lo que quedó fue una vasta tierra llena de magia e ilusión de buena gente para compartir con quienes la visitan”.
Tu Gran Viaje a Tesalónica. Guía Práctica
De las diversas opciones de cocina griega, sorprende lo siguiente.
Restaurante ap´allou. En Vergina. Almuerzo merecido y navideño después de la visita a las tumbas reales.
En Tesalónica centro:
·Restaurante Argofayío. Que significa comer lento, saludable. Con posibilidad de asistir a un showcooking para conocer sus productos tradicionales.
·Restaurante Lola. Cocina tradicional, platillos de verduras y carnes
·Restaurante Marea. Especializado en pescados.
·Restaurante Ble Vin. Degustación de vinos y menú especial. Thomas Raftopoulos, propietario de la panadería Blé y del bistrot Ble Vin te brindan una experiencia nueva cocina gastro-griega de lo más original.
·Restaurante Roots. Restaurante vegetariano y vegano.
El reposo del guerrero: Hotel Holiday Inn.
Más información:
·Empresa organizadora del viaje SOL DE GRECIA. Especializada en promover Grecia como destino turístico para España, Portugal y América Latina.