En un enclave privilegiado de la costa de Cantabria nos aguarda uno de los pueblos marineros más bonitos de España: la histórica villa de Laredo, escala imprescindible en Tu Gran Viaje por España.
Hay que visitar Laredo una y mil veces. En esta histórica villa marinera del oriente de Cantabria -a unos cincuenta kilómetros de Santander-, ubicada junto a una de las bahías más espectaculares del Cantábrico, de alma tradicional incrustada en su realidad de pequeña ciudad moderna, brillan su centro histórico -la “Puebla Vieja”-, la playa de La Salvé…
Su patrimonio merece la visita por sí solo. La Puebla Vieja es uno de los cascos urbanos antiguos más amplios de Cantabria, declarado conjunto histórico en 1970. En el casco urbano se puede observar una estructura regular de la población medieval, que se extendía entre la iglesia de la Asunción -que atesora el retablo de La Virgen de Belén, del siglo XV, uno de los más sombrosos y completos conjuntos de arte flamenco existentes en España- y el arroyo Bario, protegida por una gran muralla.
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Todavía se pueden ver restos de las murallas y algunas de las antiguas puertas que en ellas se abrían. En esta muralla destacan el torreón que se alza tras el convento de San Francisco, la puerta de Santa María, puerta del ‘Merenillo o San Marcial’ y la puerta de San Lorenzo, conocida como puerta de Bilbao.
La riqueza de Laredo también se muestra en la iglesia de San Martín o las casas-torre del siglo XV que se han conservado, las casas góticas y las residencias señoriales de la Edad Moderna. Entre todas ellas, destaca por su importancia histórica la casa-torre del Condestable, que ocuparon Isabel La Católica y Carlos V en sus estancias en la Villa.
Desde luego, cualquier momento del año es ideal para pasear por la playa de La Salvé, de más de cuatro kilómetros de arena y que, cuando termina, no acaba: continúa en la playa de Regatón, otros cuatro kilómetros de paraíso playero que, juntos, conforman el arenal más extenso de toda Cantabria.