Este verano, el turismo de interior es la tendencia de viaje protagonista. Y, con propuestas como la de la ruta del Toro Bravo y la Dehesa salmantina, ¿cómo no va a serlo?

Salamanca es tierra de dehesas y, desde luego, de toros bravos. Es una de las señas de identidad más atractivas e indisolubles de ese -con mayúsculas: así se denonina el ecosistema- Campo Charro, salpicado de encinares y moteado de ganaderías de toros bravos -hasta catorce- que conforman uno de los paisajes más bellos de Europa y, también, irrepetible.



Ubicados en el centro y oeste de la provincia, con núcleos importantes en La Fuente de San Esteban, Aldehuela de la Bóveda, Matilla de los Caños del Río, Vecinos o Tamames, dan forma a la dehesa, el paisaje salmantino por antonomasia, y marcan el rumbo de la Ruta del Toro Bravo y la Dehesa salmantina.

 

La ruta del Toro Bravo y la Dehesa salmantina | Tu Gran Viaje
Foto Juan Pablo Zumel Arranz – CC BY-SA 3.0

 

El ritmo de Tu Gran Viaje por el Campo Charro lo marca precisamente el toro bravo, en torno al cual giran multitud de propuestas: presenciar los procesos de herradero, tentadero y deshije, acoso y derribo, participar en tientas y capeas, realizar paseos a caballo o recorridos en 4×4 son algunas propuestas que se pueden desarrollar en las fincas y ganaderías mientras uno conoce el día a día de la cría de este noble animal. Además, es posible visitar grandes mansiones, verdaderas casas palaciegas y otras construcciones auxiliares como plazas de toros, corrales, etc.



Otro de los alicientes del recorrido por la Ruta del Toro Bravo y la Dehesa salmantina viene dado por las ermitas. En torno a ellas tienen lugar animadas romerías populares, como las de la Virgen de Valdejimena en Horcajo Medianero, la Virgen del Cueto en Matilla de los Caños o el Cristo de Cabrera en Las Veguillas.