Grandes Viajeros de todo el mundo marcan en sus mapas de viaje un destino que nosotros tenemos a un paso de casa: la Costa Blanca.
Cierto, el exceso –en lo bueno y en lo tan bueno- está ahí, pero no es nada que no se pueda enjuagar bajo la que es la luz más cálida del mundo, y una colección de propuestas tan excelsa que no solo reconcilia, si no que enamora. Y sobran las razones para que dejarlo todo y viajar a la Costa Blanca en este preciso momento, pero aquí van cuatro:
¿Eres un gastrónomo? Pues ya sabes que en Dènia, además de reinar Quique Dacosta y la gamba roja –el orden lo pones tú-, en la Carrer de les Monges hay tentaciones culinarias para no querer salir de la calle en días: espencat, la llandeta, el suquet de peix… En La Seu (en el nº 59) te convencerán de ello.
¿Eres amante de la naturaleza? Entre el parque natural del Montgó, el Puig de la Llorença, y el cabo de la Nao, en Jávea, tendrás Mediterráneo para llenar hasta los topes su cuenta de Instagram.
¿Quieres ir de compras? Pasea sin prisa por las callejuelas de Altea y llena tus bolsas de diseños locales y sostenibles.
¿En busca del equilibrio físico? Lo encontrarás en el impresionante SHA Wellness Clinic (El Albir), considerado el mejor spa médico del mundo. Y cuando acabes, vuelta a empezar…